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Escritos de León Trotsky (1929-1940)

La falsificación más reciente de los stalinistas

La falsificación más reciente de los stalinistas

La falsificación más reciente de los stalinistas[1]

 

 

Publicado el 9 de junio de 1933

 

 

 

Hace un año Moscú puso en circulación un nuevo chisme: una vez, Lenin llamó "Judas" a Trotsky. ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Por qué? Al principio a los stali­nistas europeos les molestaba tener que difundir esa clase de sandeces entre la vanguardia obrera. Pero cuando un nuevo crimen -la derrota del proletariado alemán- pasó a engrosar el inventario de hazañas de la burocracia stalinista, tuvieron que recurrir a medidas más fuertes. Fue entonces que el chisme sobre "Ju­das" empezó a circular con mayor frecuencia.

¿En qué se basa? Dos años antes de la guerra, en un momento en que estaba muy exacerbada la lucha entre los exiliados, Lenin, en un arranque de ira, escribió una nota donde llamó a Trotsky "Iudushka". Cualquiera que conozca la literatura rusa, sabe que "Iudushka" (Golovlev) es un prototipo literario, el héroe del escritor satírico ruso Saltikov-Shatshedrin. En las luchas de los exiliados de aquellos tiempos aparecían "citas" de Saltikov en casi todos los artículos polémicos. En el caso que nos interesa ni siquiera era un articulo, sólo una nota escrita en un momento de ira. De todos modos, Iudushka Golovlev no tiene nada que ver con el Judas del Evangelio.

Respecto de las exageraciones inevitables que empleaba Lenin en sus cartas polémicas, Stalin, al asumir la defensa de Zinoviev y Kamenev por su con­ducta en octubre de 1917,[2] dijo en un artículo que escribió en 1924: "Lenin suele adelantarse a los acontecimientos en sus cartas, muestra cuáles son los errores susceptibles de ser cometidos y los critica por adelantado, para advertir al partido y defenderlo de los errores, o sino exagera las bagatelas, ’convierte los mosquitos en elefantes’ con el mismo fin pedagógi­co... El que de esas cartas de Lenin (y no son pocas) saque la conclusión de que existían diferencias ’trá­gicas’, y el que haga un gran alboroto por eso, demues­tra que no comprende las cartas de Lenin, que no conoce a Lenin." (¿Trotskismo o leninismo?, 1924). Estas deducciones de Stalin, que realmente no sirven para justificar la conducta de Zinoviev y Kamenev en octubre de 1917 -allí no se trataba de una "bagatela" ni de un "mosquito" -, sí pueden ser aplicadas perfectamente al episodio de tercera categoría que motivó la nota de Lenin desde el exilio sobre Iudushka Golovlev.

Todos saben que en el exilio Lenin y Trotsky prota­gonizaron choques violentos. Pero eso ocurrió años antes de la Revolución de Octubre, la guerra civil, la construcción del estado soviético y la fundación de la Internacional Comunista. Es de suponer que las verda­deras relaciones de Lenin con Trotsky se reflejan en documentos posteriores y de mayor peso que una nota provocada por un conflicto entre exiliados. ¿A dónde quieren llegar los calumniadores profesionales que traen a colación la comparación con "Judas"? ¿Quieren demostrar que Lenin no confiaba políticamente en Trotsky? ¿Que no confiaba en él moralmente? De los cientos de citas relevantes de Lenin, reproduciremos dos o tres.

El 1° de noviembre de 1917, en una sesión del comi­té partidario de Petrogrado, Lenin dijo: "Ni siquiera vale la pena mencionarlo. Hace mucho que Trotsky viene diciendo que la unificación [con los menchevi­ques] es imposible. Trotsky lo comprendió y, desde entonces, no hay mejor bolchevique que Trotsky."

Durante la Guerra Civil, cuando Trotsky debía tomar por su cuenta resoluciones de extrema enver­gadura, Lenin, por propia iniciativa, le entregó una hoja de papel en blanco, con la siguiente inscripción en los últimos renglones: "Camaradas, conociendo el carác­ter estricto de las órdenes del camarada Trotsky, estoy tan convencido, tan absolutamente convencido de que la orden dada por el camarada Trotsky es correcta, oportuna e indispensable para la causa, que la sus­cribo sin reservas. V. Ulianov/Lenin."

Si la primera de las dos declaraciones constituyen una evaluación política clara, la segunda revela el nivel de su confianza moral. Es casi innecesario citar aquí las decenas de ocasiones en que Lenin expresa su actitud hacia Trotsky, o reproducir la correspondencia entre Lenin y Trotsky referida al problema nacional o al monopolio del comercio exterior. Nos limitaremos a reproducir la carta que N.K. Krupskaia,[3] la compa­ñera de Lenin, dirigió a Trotsky pocos días después de la muerte de Lenin: "Querido Lev Davidovich, le escribo para contarle que aproximadamente un mes antes de su muerte, cuando leía su libro, Vladimir Iilich se detuvo en el capítulo en que usted hace la carac­terización de Marx y Lenin y me pidió que se lo leyera otra vez; escuchó muy atentamente y luego lo leyó él mismo. Y hay otra cosa que quiero decirle. La actitud de V.I. hacia usted, desde el momento en que vino a vernos en Londres después de escapar de Siberia, no cambió hasta su muerte. Le deseo, Lev Davidovich, fuerza y salud, y le abrazo cálidamente. N. Krupskaia.

Los agentes de Stalin habrían sido más prudentes si no hubieran planteado el problema de la confianza moral. Desde su lecho de enfermo, Lenin instó a Trotsky a no llegar a un acuerdo con Stalin: "Stalin hará un compromiso sucio, luego lo engañará". En su testamento, Lenin instó al partido a sacar a Stalin del puesto de secretario general debido a su deslealtad. Por fin, el último documento que dictó Lenin antes de sufrir su segundo ataque fue la carta a Stalin, donde rompe "todas las relaciones personales y partidarias" con él.

¿Algo más, señores calumniadores?



[1] La falsificación más reciente de los stalinistas. The Militant, 17 de junio de 1933. Firmado "Alpha".

[2] Zinoviev y Kamenev se habían pronunciado públicamente en contra de la política bolchevique de lanzar la insurrección de octubre de 1917 poco antes de que ese suceso tuviera lugar.

[3] Nadezda Konstantinova Krupskaia (1869-1939): dirigente del Partido Bolchevique y compañera de Lenin.



Libro 3