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Escritos de León Trotsky (1929-1940)

Carta al Buró Político

Carta al Buró Político

Carta al Buró Político[1]

 

 

15 de marzo de 1933

 

 

 

SECRETO

 

Al Buró Político del Partido Comunista (Bolchevique) de toda Rusia

 

Considero que es mi deber apelar por última vez al sentido de responsabilidad de quienes se encuentran actualmente al frente del estado soviético. Ustedes conocen la situación del país y del partido tan bien como yo. Si el desarrollo de los acontecimientos internos sigue por la misma vía, el desastre será inevitable. No es necesario hacer en esta carta un análisis de la situación. Lo hicimos en el número 33 del Biulleten, de próxima aparición. Es absolutamente inútil y desastroso querer controlar la situación imperante únicamente mediante la represión. No servirá. Toda lucha posee una cierta dialéctica, y ustedes ya han rebasado el punto crítico en ésta. La represión sólo producirá resultados contrarios a los esperados, y cuánto más se la emplee, mayores serán las consecuencias. Antes que asustar al enemigo, lo impulsará a resistir más que nunca, con las fuerzas que da la desesperación. El problema más apremiante y peligroso es la desconfianza en la dirección y el odio hacia la misma. Ustedes lo saben tan bien como yo. Pero la inercia de su propia política los impulsa cuesta abajo. No obstante, esa cuesta descendiente termina en un abismo.

¿Qué hacer? Antes que nada, revitalizar el partido. Es un proceso doloroso, pero hay que intentarlo. La Oposición de Izquierda -no me cabe la menor duda- estará dispuesta a ofrecer al Comité Central su plena colaboración para conducir al partido por la senda de su existencia normal, sin conmociones o, tal vez, con un mínimo de ellas.

Respecto de esta propuesta, es posible que alguno de ustedes diga: la Oposición de Izquierda quiere utilizar este ardid para volver al poder. Yo respondo: lo que está en juego es algo mucho, muchísimo más grande que el poder para vuestra fracción o para la Oposición de Izquierda. Está en juego la suerte del estado obrero y de la revolución internacional, por un largo período. Por supuesto que la Oposición de Izquierda puede ayudar al Comité Central a restablecer en el seno del partido la atmósfera de confianza -inconcebible mientras no impere en él la democracia-, pero únicamente podrá hacerlo si se le concede la oportunidad de trabajar normalmente en el seno del partido. Sólo la colaboración franca y honesta de las dos fracciones históricamente enraizadas en el partido, con el objeto de ir transformándose en tendencias internas y, por fin, disolviéndose en él, podrá suscitar nuevamente la confianza en la dirección y revitalizar el partido en las circunstancias concretas imperantes.

No hay razones para temer que la Oposición vuelva el puñal de la represión contra quienes lo han utilizado; los hechos ya demostraron que esa política es deficiente. La verdadera tarea consiste en unificar esfuerzos para eliminar sus consecuencias.

La Oposición de Izquierda tiene su propio programa de acción, tanto para la URSS como para el plano internacional. Naturalmente, de ninguna manera aceptaremos renunciar a este programa. Pero ya, en la forma de presentarlo y defenderlo ante el Comité Central y el partido y sobre todo, en lo concerniente a su puesta en práctica, se puede y se debe llegar a un acuerdo preliminar con el fin de evitar conmociones y rupturas. El ambiente, por tenso que esté, puede aliviarse en una serie de etapas sucesivas, siempre que exista buena voluntad por ambas partes. Y la magnitud que alcanza el peligro hace necesario, mejor dicho perentorio, que exista esa buena voluntad. El objeto de esta carta es hacerles saber que la Oposición de Izquierda la posee.

Envío una sola copia, sin duplicados, exclusivamente a los miembros del Buró Político para darles la necesaria libertad de acción si es que, en vista de la situación imperante, consideran oportuno iniciar las conversaciones preliminares sin darlo a conocer.

 

L.Trotsky

 

Explicación

 

Hace un mes y medio envié al Buró Político del Partido Comunista (B) de toda Rusia la carta arriba transcrita. La misma no obtuvo respuesta; mejor dicho la camarilla stalinista respondió con toda una serie de hechos: una nueva orgía de arrestos en la URSS, aprobación de las tácticas desastrosas de la Comintern en Alemania, etcétera. En diferentes circunstancias históricas, y sobre una base social distinta, Stalin demuestra la misma ceguera burocrática que mostraron en su momento Kerenski y Primo de Rivera[2] en vísperas de su caída. La camarilla de Stalin avanza con botas de siete leguas hacia su propia destrucción. La pregunta es si junto con ella, precipitará al abismo al régimen soviético.

Enviamos este documento a gente responsable (al partido y al gobierno) con la convicción de que entre los miopes, los cobardes y los arribistas también se encuentran revolucionarios honestos -aquellos que todavía tienen los ojos abiertos para ver el verdadero estado de las cosas-.

Urgimos a estos revolucionarios a ligarse a nosotros. Estamos convencidos de que querer es poder.

 

Comité Editorial, Biulleten Opozitsi



[1] Carta al Buró Político. Publicado con autorización de la biblioteca de la Universidad de Harvard. Traducida [al inglés] por George Saunders. En esta carta se repite la oferta de la Oposición de Izquierda al PCUS, ya formulada en ¡Señal de alarma!, de constituir un frente único para la reorganización del partido. Es probable que uno de los motivos de este carta haya sido el hecho de que Trotsky acababa de plantear a la Oposición de Izquierda abandonar la perspectiva de “reforma” del partido alemán para crear un partido nuevo. De esta manera Trotsky informaba a la dirección soviética que su llamado representaba un cambio en la política de la Oposición de Izquierda respecto de Alemania, no del estado y el partido soviéticos ni de la Comintern. Trotsky violó públicamente el carácter secreto de esta carta el 13 de mayo de 1933, en una declaración concedida a un periodista (véase Una explicación, en este mismo tomo).

[2] Miguel Primo de Rivera (1870-1930): dictador de España bajo el rey Alfonso XIII, desde 1923 hasta 1930, en que fue derrocado por la movilización de las masas.



Libro 3