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Escritos de León Trotsky (1929-1940)

Explicaciones complementarias e indispensables a mis declaraciones del 2 de julio

Explicaciones complementarias e indispensables a mis declaraciones del 2 de julio

Explicaciones complementarias e indispensables a mis declaraciones del 2 de julio[1]

 

 

5 de julio de 1940

 

 

 

Para mostrar la injusticia con que El Popular, Futuro y La Voz de México me acusan de difamación, elijo a Futuro de entre esas publicaciones. Las razones de esta elección son las siguientes: Futuro no se publica todos los días sino mensualmente; en consecuencia, la redac­ción tiene oportunidad de elegir cuidadosamente a sus colaboradores y reflexionar acerca de sus artículos; el editor de la revista es Lombardo Toledano; en el consejo de redacción, junto con Víctor Villaseñor y Luis Fernán­dez del Campo aparece el señor Alejandro Carrillo, direc­tor de El Popular. Por lo tanto, todo lo que se pueda decir y probar acerca de Futuro puede aplicarse, con mas razón, a El Popular, por no mencionar a La Voz de México. Como consecuencia, aquí me referiré a los dos últimos periódicos sólo de pasada, reservándome el dere­cho de volver a hablar de ellos.

No es de ninguna manera mi intención iniciar una polémica teórica o política con el consejo de redacción de Futuro, que me considera “contrarrevolucionario”. Sus opiniones y evaluaciones políticas no me interesan. No acuso a Futuro -una revista sin principios- de no tener nada que ver con el marxismo, el comunismo proletario o las tradiciones de la Revolución de Octubre, sino de publicar en los tres años y medio de mi estadía en México artículos difamatorios contra mí y hacer cir­cular deliberadamente falsas acusaciones fabricadas en los laboratorios de la GPU y traducidas al castellano por, o con la colaboración de, sus agentes. Acuso a Futuro de haber rechazado, utilizando argumentos fútiles, mis nu­merosas propuestas para que presenten la prueba de sus mentiras deliberadas a una comisión imparcial, guberna­mental o de cualquier otro tipo.

Acuso a Futuro de haber participado en la prepara­ción moral del atentado contra mi vida a través de su maliciosa campaña, con la colaboración, en muchos ca­sos, de quienes luego participaron en el propio atentado. Acuso a Futuro de haber ayudado a los agresores, con todos los medios a su alcance, a oscurecer los rastros del delito después del 24 de mayo; de haberme agraviado con las falsas y estúpidas acusaciones del “autoatentado”, dificultando así una investigación objetiva. Acuso a Futuro de continuar, incluso durante la investigación en la Corte, su despreciable campaña de mentiras, calumnias y falsedades y, consecuentemente, de participar de hecho en la prepa­ración moral del segundo atentado, que, indudablemente, debe estar ocupando la atención de los agentes de la GPU. Como consecuencia, acuso a Futuro de ser un agente de la GPU en cosas que me afectan a mí, a mi familia, a mis amigos.

 

La participación de Futuro en la preparación moral del atentado

 

En el trabajo de seleccionar los ejemplos y pruebas de las maliciosas calumnias lanzadas contra mí por Futuro, me encuentro con las siguientes dificultades: demasiado material, y repulsión moral. Para ahorrarle tiempo a la Corte, me limito a elegir algunos ejemplos que no requie­ren un gran número de fechas o comentarios.

El número de Futuro de marzo de 1940 incluyó un artículo de un tal Oscar Creydt Abelenda, “El significado del trotskismo”, en el que se incluye, entre otros, los siguientes conceptos:

“Hoy, cuando el imperialismo yanqui se ha convertido en el más potente y franco exponente de la intervención armada contra la Unión Soviética (por medio de Mannerheim),[2] y al mismo tiempo en el organizador direc­to de la intervención contrarrevolucionaria extranjera en México (por medio de Almazán), Trotsky y sus agentes de información y provocación se han colocado, como es lógico, al servicio de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos.

“Hace apenas un mes, la ciudad de México fue sor­prendida por una cantidad de afiches de diversos tama­ños, colores y textos, en los cuales León Osorio, presi­dente del denominado Partido de Salvación Pública, declaraba rotas sus relaciones con los trotskistas […]

“Los afiches, escritos en el típico estilo de la Gestapo, como todos los que aparecen firmados por León Osorio, originados en la oficina del agregado de prensa de la embajada alemana en México […]

“Simultáneamente, la Gestapo expulsó de su propio seno a los espías de Trotsky, lo que corrobora una vez más los irrefutables resultados del célebre juicio de Moscú (1938, contra los elementos antisoviéticos), en lo que hace a la directa conexión del trotskismo con la Gestapo.

“La ruptura de Trotsky con la Gestapo tiene su origen en el acuerdo establecido por los agentes trotskistas, principalmente por Diego Rivera,[3] con la ‘judería internacional’, un insulto político que el nazismo aplica con notoria frecuencia a los imperialistas de Wall Street, especialmente desde el levantamiento del embargo de armamentos.

“La reconciliación entre Trotsky y el FBI de Estados Unidos ocurrió en el mismo momento en que se estrechan las relaciones entre el almazanismo y las compañías petroleras yanquis.

“Trotsky había previsto claramente las cosas desde el comienzo de la guerra europea. El pacto de no agresión entre Alemania y la Unión Soviética y el consiguiente acuerdo de Moscú del 29 de setiembre habían demostra­do que los servicios del trotskismo ya no eran indispensa­bles para la Gestapo. Trotsky tenía que buscar un nuevo amo. Esta operación no era del todo nueva para Trotsky, si tenemos en cuenta que desde 1924 el trotskismo estuvo simultáneamente al servicio de diferentes agencias de espionaje, como el Servicio de Inteligencia británico.”

Luego se refería a un “[…] comando central integrado por Trotsky y el FBI [...]” y finalmente expresaba:

“Hoy resulta totalmente evidente que el trotskismo en América Latina no es más que una agencia de penetra­ción, confusión, provocación y espionaje al servicio de los imperialistas de Wall Street.”

Nadie en el mundo, excepto los inquisidores de la GPU, se han atrevido a acusarme de conexiones con la Gestapo o con la policía secreta de Estados Unidos. A pesar del monstruoso disparate que encierra la acusación, que la desacredita por sí misma, insistí hace tres años en un examen de los juicios de Moscú a cargo de una comisión compuesta de once personas de elevada autori­dad, en su gran mayoría irreconciliables adversarios polí­ticos míos, dirigida por el internacionalmente famoso filósofo y educador John Dewey. Fueron invitados a participar en esta comisión, que trabajó en sesiones públi­cas, representantes de los partidos comunistas de Estados Unidos y México, el apoderado del partido norteame­ricano, doctor Brodsky, y el señor Lombardo Toledano. Naturalmente, éstos se negaron, siguiendo instrucciones de Moscú. Los juicios de Moscú fueron exhibidos por la comisión Dewey como el más colosal fraude judicial de la historia. Tengo el honor de adjuntar dos volúmenes del Trabajo de la comisión que contienen más de mil páginas. En la prensa de todo el mundo el fraude judicial de Moscú es apoyado sólo por los órganos que dependen directamente de la GPU.

Con respecto al significado político de las acusaciones incluidas en el artículo de Abelenda, sólo tengo pocas palabras que decir, y ellas con el objeto de identificar a la fuente oculta que inspira a Futuro. Durante toda mi vida política he sido un adversario irreconciliable del imperia­lismo, bajo cualquier máscara política que pudiera utili­zar. Nadie puede demostrar que mis actos o cualquiera de mis escritos contradice esta posición. Cuando el Krem­lin estaba preparando una alianza con las “democracias”, y la Comintern se humillaba ante ellas, olvidándose de las colonias, advertí a los obreros que tales democracias eran imperialistas. En respuesta, la GPU me acusó de ser un agente de Hitler y Futuro me exhibió en numerosas caricaturas con una svástica. Cuando Stalin, inesperada­mente, concluyó un pacto con Hitler, y yo denuncié la partición de Polonia y la invasión a Finlandia, la GPU me presentó como un agente de los imperialismos inglés y norteamericano. El artículo de Abelenda, como muchos otros de Futuro, es sólo una interpretación de las calum­nias de la GPU.

¿Quién es el señor Oscar Abelenda, autor del artículo en cuestión? “Un profesor paraguayo de la Universidad Obrera”, como él mismo se presenta. Al mismo tiempo, es colaborador de La Voz de México, y un colaborador prominente. Abelenda informó en La Voz de México acerca de la discusión secreta en el comité nacional del Partido Comunista, aunque él mismo no sea miembro de dicho comité. Considero justificado suponer que se trata de un supermiembro. Su artículo “El significado del trots­kismo” es suficiente para reconocer a un agente de la GPU.

Los editores de Futuro son gente suficientemente entendida en política y leyes como para comprender el verdadero significado del artículo del señor Abelenda. Naturalmente, el señor Lombardo Toledano y el señor Villaseñor no creen una sola palabra de dicho artículo. ¿Por qué se comprometen imprimiendo dicho libelo? Sólo puede haber una respuesta: sus relaciones con el Kremlin los obligan a imprimir contra mí cualquier canallada que provenga de la GPU. ¡Y estos hombres me acusan de calumnia cuando declaro que su función política es ser agentes de la GPU!

El artículo del señor Abelenda es ilustrado en la página 35 con un dibujo en contra de mi persona. El autor del dibujo escondió su nombre tras un jeroglífico. No obstante, una comparación con otros dibujos de la misma revista me permite llegar a la conclusión de que es obra de Luis Arenal, asesino de Robert Sheldon Harte.

La fecha del artículo de Abelenda reviste la mayor gravedad: marzo de 1940; es decir, el momento en que el Partido Comunista anunciaba en su congreso una nueva campaña “antitrotskista”, y cuando se realizaban a todo vapor los preparativos para el atentado.

Es imposible cerrar los ojos cuando uno se encuentra ante la siguiente evidencia: el artículo de Abelenda en Futuro; la purga en el Partido Comunista con la participación de Abelenda; los preparativos técnicos del atentado contra mi vida, con la participación de miembros del Partido Comunista; todo tiene una raíz común, y esta raíz es la GPU, poderosa agencia internacional del Kremlin.

Las pequeñas mentiras asombran por su ubicuidad. En casi todas las ediciones de Futuro se puede encontrar una nueva calumnia contra mí. Daré una idea acerca de ellas. El Popular y La Voz de México informaron acerca de mis “secretos contactos contrarrevolucionarios con el general Cedillo, el doctor Atl, el general E. Acosta y otros. Negué en la prensa esas fantásticas informaciones. Con respecto a eso, Futuro escribe:

“Trotsky […] tiene el honor de conocer a don Emilio N. Acosta, pues aunque en una reciente declaración confesó que ‘no tenía el honor de conocer al general Acosta’, para esta época debe haberlo conocido, a juzgar por la diligencia de Don Emilio en buscar prosélitos” (enero de 1940).

Aquí tenemos la mentira químicamente pura. A primera vista, la mentira puede parecer sin importancia. No obstante, se trata de una pequeña mentira que sirve a un gran objetivo. Futuro quiere sugerir la idea de que estoy participando en la campaña electoral de parte del bando reaccionario. La fecha de esta mentira merece atención: enero de 1940, es decir, la fecha en que comenzaron los preparativos técnicos del atentado contra mi vida.

 

La colaboración de los terroristas de la GPU en las páginas de Futuro

 

La lista de artículos y dibujos que se agregan a este artículo atestigua que los futuros participantes en el atentado, o sus íntimos amigos, de quienes sospechaba la policía o que estaban expuestos a ser arrestados o interrogados en relación con el atentado del 24 de mayo, jugaron un papel importante en las páginas de la prensa “académica” (¡Revista de la Universidad Obrera!). Encontramos los siguientes nombres en carácter de colaboradores: David Serrano Andonegui; D. A. Siqueiros; Luis Arenal; Angélica Arenal, hermana de Luis y esposa de Siqueiros; Néstor Sánchez Hernández y Félix Guerrero Mejía. Algunos de ellos, como Luis Arenal y Néstor Sánchez Hernández, me atacaron directamente con la lapicera o con la pluma, antes de atacarme con la ametralladora o el revólver; otros, más cautos, prefieren no nombrarme o esconderse tras seudónimos. Aparte de los agentes terroristas de la GPU antes mencionados, encontramos entre los colaboradores permanentes los nombres de personas repetidamente mencionadas durante la investigación: Leopoldo Méndez, Enrique Ramírez y Ramírez (uno de los autores de la teoría del “autoatentado”), Andrés García Salgado y otros. La lista de colaboradores de Futuro demuestra, incontrovertiblemente, que los “pistoleros” de la GPU no eran ajenos a ese circulo. Por el contrario, estaban hechos con la misma sangre y la misma carne.

Esto se ve claramente en la personalidad de Siqueiros, no sólo en su personalidad artística sino también en la política. Ahora tras el fracaso, sus amigos y colaboradores de ayer tratan de descargar sobre él todas sus culpas, describiéndolo como un “pedante” (¡“pedante” con ametralladora!), “irresponsable” e incluso “loco”. Pero ayer era diferente. En la edición de Futuro de mayo de 1939, en la sección “Perfil del mes”, se puede leer, después de uno de los habituales ataques contra mi persona, lo siguiente:

“David Alfaro Siqueiros es un artista de gran prestigio y de calidad universalmente conocida. En toda América, desde Nueva York a Buenos Aires, es estimado su trabajo como pintor. Es un hombre que honra a México. En cualquier país del mundo, una persona de esta clase es objeto de respeto, al margen de su filiación política. Este no es el caso de México. Recientemente ha sido objeto de un arbitrario atropello por parte de la policía de la ciudad.”

D. A. Siqueiros es presentado a través de estas líneas no sólo como un artista, sino también como una persona­lidad política no suficientemente apreciada por la policía mexicana. Esta patética apología de Siqueiros partió, según parece, de la pluma de Alejandro Carrillo, editor de El Popular, que me amenaza con mandarme a prisión por calumnia.

La edición especial de mayo de 1939 es muy importante en sí misma. En la sección “Perfil del mes”, uno de los artistas anónimos (¿Luis Arenal?), describe cómo Diego Rivera desaloja a Trotsky por no pagar el alquiler. (Aquí tienen el nivel “educativo” de esta revista.) En la misma sección, una oda en honor a Siqueiros. Un artícu­lo de Víctor Manuel Villachez Hernández describe la alianza del trotskismo con los “nazis”. Un dibujo de Luis Arenal. Un artículo de Alejandro Carrillo. Esta lista habla por sí misma.

Aquí nadie maneja hipótesis o suposiciones, sino he­chos incontrovertibles, publicados en las propias páginas de Futuro.

Los editores de esta revista están estrechamente asocia­dos con los autores más visibles del atentado del 24 de mayo. El consejo de redacción de Futuro tomó parte en la preparación moral del atentado, antes de que cualquie­ra de sus colaboradores hubiera efectuado el ataque con­tra mi casa, secuestrado y matado a Robert Harte y tratado de matarnos a mí, a mi esposa y a mi nieto.

 

Futuro después del atentado del 24 de mayo

 

En la edición de julio de este año se puede leer, en la página 24, sección editorial, “El perfil del mes”: “No deja de sorprender que trescientos tiros de ametralladora fueran disparados contra una persona desde la puerta de su dormitorio y que la misma haya escapado sin siquiera un rasguño.

“Pero para el señor Trotsky la única explicación es que se arrojó debajo de la cama al oír los disparos; o para decirlo más claramente, no es la única explicación, porque después afirmó que había estado en otra parte, y enseguida declaró que aquella noche había dormido en otro lugar; y esta serie de contradicciones es otra de las extrañas cosas que aparecen en este asunto.

“Lo único claro es que se trató de un acto para provocar una reacción contra México con el fin de desa­tar, no sólo dentro de México sino también en Estados Unidos, un movimiento desfavorable de opinión hacia nuestro país, con un objetivo que tal vez alguno de los miem­bros del comité Dies podría explicar, ya que están tan inte­resados en inventar fabulosas historias antimexicanas.”

No hay un gramo de verdad en los hechos que señala este artículo. Además, es estúpido suponer que un hom­bre capaz de preparar un gigantesco “autoatentado” ante los propios ojos de la policía, sea incapaz de aclarar dónde durmió la noche del ataque. En la Unión Soviética cualquiera que se animara a mostrar tal contradicción en un fraude de la GPU sería inmediatamente fusilado. Afortunadamente, en México ese peligro no existe. Los editores de Futuro deberían ser más prudentes. Pero, aun siendo estúpida, su acusación es extremadamente seria: organicé -de acuerdo a sus declaraciones- el ataque contra mí mismo con el propósito de provocar la inter­vención de Estados Unidos en México. ¡Nada más ni nada menos! ¿Por qué querría un ataque contra México, de cuya hospitalidad disfruto? ¿Por qué, además, inter­vendrían los Estados Unidos como consecuencia del aten­tado contra un extranjero, un exiliado ruso, a quien Estados Unidos no le ha abierto las puertas? Nada de esto tiene sentido. En este caso las mentiras se desvane­cen por sí mismas. Pero la mala fe permanece. Si las autoridades toman seriamente las mentiras de Futuro, el hecho podría tener muy trágicas consecuencias para mi y mi familia.

Con respecto al atentado del 24 de mayo, Futuro está llevando a cabo la misma pérfida política que El Popular y La Voz de México. Debería agregarse que en un semanario neoyorquino, The Nation del 8 de junio, Harry Block, que vive en México y está estrechamente ligado al grupo de Futuro, publicó un artículo acerca del “autoatentado”. Aunque el mismo es muy cauto, es imposible dejar de advertir que existe una comunicación directa entre los editores de Futuro, El Popular y La Voz de México, con el propósito de descargar sobre mí la responsabilidad por el delito llevado a cabo por los colabo­radores de esas publicaciones. Esa es la conclusión final que surge de los hechos. ¡Y después de todo esto, dejen que los directores de Futuro, El Popular y La Voz de México me acusen de “calumnia”!

 

 

Apéndice - La preparación moral de un atentado

La persecución de Trotsky y la participación de los futuros asesinos

Número Mes-Año Página Artículo
22 dic. 1937
Portada de Luis Arenal.
24

Artículo de Enrique Ramírez y Ramírez: “Problemas actuales de la revolución”

23  enero 1938

Portada de Leopoldo Méndez.

 

17
Ilustración de Luis Arenal.
24 feb. 1938

Portada de Luis Arenal.

18
Ilustración de Leopoldo Méndez.
30 
Ilustración de Luis Arenal.
25  marzo 1938 
17 

“Perfil del mes”; “Un trotskista se saca la careta. Mr. Stolberg, limpiándose el polvo y el rouge de payaso revolucionario, ha revelado su verdadera personalidad, la de traidor, espía y agente fascista; en suma, la personalidad de un trotskista.”

33 
Artículo de Joshua Kunitz, traducido de New Masses: “¡Culpable!”, en apoyo de los juicios de Moscú.
39
Ilustración de Luis Arenal.
26 abril 1938
Portada de Luis Arenal
23
Ilustración de Luis Arenal.
31 
Artículo de Angélica Arenal: "El congreso de la CTM".
27 mayo 1938
15
Ilustración de Leopoldo Méndez.
52
(Contratapa): ilustración de Luis Arenal.

30

ag. 1938
20-21
Ilustración de Luis Audirac: "El actualpanorama de México" (contra Trotsky).
40 
Ilustración de Xavier Guerrero: ``Los trabajadores organizados acabarán con el trotskismo´´.
31 sept. 1938
38
Artículo sobre "Trotsky en México": "Por eso León Trotsky es un enemigo del pueblo mexicano" (con tres fotos de Trotsky).``Trotsky responde deliberadamente y calumnia al gobierno español, difama al pueblo chino, acusa al proletariado mexicano de venderse al oro de Moscú, ataca indirectamente al gobierno de Cárdenas al atacar la teoría del frente popular y está de acuerdo en un todo con las ideas y los actos del fascismo.´´
33 nov. 1938 
21
``Perfil del mes´´: Contra el trotskismo.
23
``Perfil del mes´´: Contra Abelardo L. Rodríguez y el trotskismo.
32 octubre 1938
19

(Suplemento especial).Ilustración de Leopoldo Méndez.

34 dic. 1938
9
Ilustración de Luis Audirac contra Trotsky.
12 
Ilustración de Luis Audirac contra Trotsky: ``La reacción se prepara´´.
15
Artículo de Luis Fernández del Campo: ``Lo que significa Trotsky´´: ``Y en México, en este mismo momento en que se lanza una nueva lucha política, Trotsky se ha prestado a servir de instrumento de los sectores contrarrevolucionarios. [...]´´
16
Ilustración de Santos Balmori: ``León Trotsky como realmente es´´.
32
Artículo de Víctor Manuel Villaseñor: ``La URSS y Abelardo´´, con ilustraciones contra Trotsky.
35 enero 1939
21
Ilustración de Leopoldo Méndez.
35
Ilustración contra Trotsky.
36 febrero 1939
19
Ilustración de Luis Arenal.
30
Ilustraciónde Luis Audirac: “Ratonera para fascistas y ex revolucionarios mexicanos”, contra Trotsky.
37 marzo 1939
16

Artículo de Andrés García Salgado: ``Qué encontramos en España´´

16
Artículo de Félix Guerrero Mejía: ``El ejército popular´´.
17
Artículo de A. D. Serrano: ``El ejército invasor´´.
17
Artículo de David Alfaro Siqueiros: ``Nuestra visión de México´´.
15
Editorial: ``El retorno de nuestros voluntarios´´.
27
Ilustración de Luis Arenal.
14
Editorial: ``[...] En torno a alguno de los nombrados revolotean los agentes de León Trotsky [...]´´
38 abril 1939
28
Artículo de Andrés García Salgado: ``Paz sin honor en España´´.
39 mayo 1939
17
``Perfil del mes´´: párrafo contra Trotsky.
18
``Perfil del mes´´: ``David Alfaro Siqueiros es un artista de gran prestigio y de calidad universalmente reconocida. En toda América, desde Nueva York a Buenos Aires, es estimado su trabajo como pintor. Es un hombre que honra a México. En cualquier país del mundo, una persona de esta clase es objeto de respeto, al margen de su filiación política. Este no es el caso de México. Recientemente, ha sido objeto de un arbitrario atropello por parte de la policía de la ciudad.´´
28
Ilustración de Luis Arenal.
29
Artículo de Néstor Sánchez Hernández: ``El pueblo español no ha sido derrotado´´, contra Trotsky: ``Pero el pueblo español y el mundo han aprendido, además muchas otras cosas interesantes; han aprendido a medir el verdadero papel de los trotskistas como agentes fascistas [...]´´
40 junio 1939
24
Artículo de Angélica Arenal: ``Las mujeres en la actual sociedad´´
43 sept. 1939
15
``La URSS en la lucha interimperialista´´: ``La actitud de la URSS no significa de ninguna manera una componenda entre Moscú y  Berlín, como afirman los trotskistas con malévola imbecilidad´´.
47 enero 1940
24
``El honor de Trotsky´´. Acusa a Trotsky de conocer al general Acosta.
32
``La política internacional de Estados Unidos´´, por Carlos Enrique Rivas. Un párrafo contra Trotsky en relación con el comité Dies.
48 febrero 1940
32
Enrique; la han saboteado y combatido abiertamente”. Ramírez y Ramírez: “Juventud y Tragedia:”[...] los discípulos de Blum y Trotsky se han opuesto a la unidad de las jóvenes generación.
49
marzo 1940
34

Oscar Creydt Abelenda: “El significado del trotskismo”: “[...] Trotsky y sus agentes de información y provocación se han colocado, como es lógico, al servicio del Federal Bureau of Investigation (FBI) de los Estados Unidos [...] La Gestapo ha expulsado de su propio seno a los espías de Trotsky [...] La ruptura entre Trotsky y Rivera es transparentemente obvia [...]” “Hoy resulta totalmente evidente que el trotskismo en Latinoamérica no es más que una agencia de penetración y provocación, de confusión y espionaje al servicio de los imperialistas de Wall Street.”

[1] “Explicaciones complementarias e indispensables a mis declaraciones del 2 de julio”. De Los gángsters de Stalin. Traducido para este libro por Judy White.

[2] Barón Carl von Mannerheim (1867-1951): fue responsable del aplastamiento de la República Obrera Finesa en 1918. Planeó y supervisó la construcción de la “línea Mannerheim”, una línea defensiva contra Rusia. En 1939 comandaba el ejército finés contra Rusia y lo mismo ocurrió en 1941. Fue presidente de Finlandia (1944-1946).

[3] Diego Rivera (1886-1957): fue un famoso pintor mexicano cuyos murales fueron eliminados del Rockefeller Center de Nueva York a causa de sus ideas comunistas. Fue anfitrión de Trotsky en México al principio, pero luego Trotsky se vio obligado a romper con él públicamente en 1939 por lo que ocurrió en la campaña presidencial para 1940, en la que Rivera apoyó la candidatura del general derechista Juan Andrés Almazán.



Libro 6