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Escritos de León Trotsky (1929-1940)

Stalin, Skoblin y Cía

Stalin, Skoblin y Cía

Stalin, Skoblin y Cía[1]

 

 

30 de enero de 1939

 

 

 

El 31 de octubre de 1931 el periódico alemán Rote Fahne [Bandera Roja], órgano central del desapa­recido Partido Comunista, inesperadamente publicó la noticia de que Turkul,[2] general de la Guardia Blanca que en ese entonces operaba en los Balcanes, preparaba un atentado terrorista contra Trotsky, Gorki y Litvinov. El contenido, "’el tono y finalmente el carácter anónimo de la noticia evidenciaban que la información provenía de las fuentes más profundas de la GPU. La prensa soviética no, dijo una palabra sobre la advertencia, lo que acentuó aun más el carácter oficial de la información aparecida en el periódico de la Comintern alemana. En ese entonces Trotsky estaba exiliado en Constantinopla; Blumkin ya había sido fusilado por sus conexiones con Trotsky.[3] Naturalmente, surgió el interrogante de qué objetivo perseguía la GPU con esa advertencia. Gorki y Litvinov estaban bajo la protección de la GPU y no necesitaban ningún consejo. Ya entonces resultó evidente a cualquier persona que piensa que se había agregado sus nombres sólo como cobertura.

Los bolcheviques leninistas franceses y alemanes dirigieron a las embajadas de la URSS en sus países una declaración escrita más o menos de este estilo: "Si ustedes informan que se planifica un atentado contra Trotsky, eso significa que saben quién lo está haciendo, dónde y cómo. Exigimos a ustedes un frente único contra los terroristas de la Guardia Blanca. Les sugerimos colaborar en la defensa." No hubo res­puesta, ni nuestros camaradas franceses y alemanes la esperaban. Sólo necesitaban la confirmación de que al hacer su advertencia la GPU sólo quería precaverse de antemano, no evitar un acto terrorista. Entonces los camaradas tomaron sus propias medidas; se reforzó considerablemente la custodia en Prinkipo.

No hace mucho, durante el juicio de Plevitskaia,[4] este asunto salió a la luz de nuevo. Según los relatos periodísticos, Roche, comisionado de la policía judicial, declaró lo siguiente: "Turkul fue un valiente general [...] Los documentos muestran indicios de que alguna vez planeó un atentado contra Trotsky [...] Al general Turkul no le desagradaba solamente León Trotsky. Tampoco le gustaba el general Miller.”[5] Roche no mencionó a Gorki ni a Litvinov. Pigue, otro comisionado de la policía judicial, declaró: "A Lavrionov se encargó atentar contra Trotsky. Pero el general Turkul vacilaba. Y no había dinero. Abandonaron el proyecto. [Exclamaciones de asombro.]" Ni una palabra sobre Gorki y Litvinov. Ambos comisionados, masones y "amigos de la URSS", son un testimonio de los inte­reses de la GPU. Tratan de alejar la atención del Kremlin. De aquí la ilógica declaración de Roche de que a Turkul le desagradaba Miller (es decir, que podría haberlo eliminado). Hay que agregar que la policía francesa, informada a tiempo de la conspiración, no le advirtió a Trotsky; prefirió mantener una benevo­lente neutralidad hacia la GPU y el principio de no intervención en los asuntos internos del "valiente general" Turkul.

Sin embargo, ahora quedó indiscretamente al descubierto el verdadero carácter de estos "asuntos internos". Skoblin hacía espionaje dentro de la organi­zación militar de la Guardia Blanca. Así se relacionó con Turkul, dada su condición de terrorista blanco. Skoblin estaba al servicio de la GPU; su conexión con el Kremlin era Iagoda.[6] Stalin estaba enterado de que se planeaba el atentado porque... él mismo lo preparó, por intermedio de Skoblin. Fue un trabajo sucio. En esa época Stalin todavía no había llevado tan a fondo su reputación de Caín, que ahora lo absuelve de la nece­sidad de tomar precauciones. Todavía tenia trazas de "prejuicios" revolucionarios. Comprendió que inevitablemente se le atribuiría el asesinato de Trotsky. Por eso en Role Fahne se dijo directamente que Turkul tenía la intención de llevar a cabo el asesinato y de que "se hiciera recaer la culpa sobre el gobierno soviético". Por eso, al mismo tiempo que apoyaba al "valiente general" Turkul a través de Skoblin, Stalin se preparó una coartada. Ese fue el objetivo de la advertencia (que en realidad no advertía nada). Ya entonces teníamos clara la mecánica de todo el asunto. En el número 27 del Biulleten (marzo de 1932) se publicó la declaración de todas las secciones de la Oposición de Izquierda Internacional, que entre otras cosas decía: "Stalin actúa en un verdadero frente único con el general Turkul, el organizador de un acto terrorista contra Trotsky. Ninguna coartada consistente en la publicación de noticias en un perió­dico alemán, ocultándolas al pueblo de la URSS [...] refutará o debilitará nuestra acusación [...]"[7]

¿Por qué no se concretó el atentado de Turkul? Lo más probable es que los guardias blancos no hayan querido ponerse al alcance de los máusers de los bolcheviques leninistas. De todos modos, fue precisamente a partir de entonces que Stalin llegó a la con­clusión de que era imposible reconciliar a la "opinión pública" con el asesinato de Trotsky y otros bolchevi­ques leninistas sin recurrir a un fraude bien elaborado. Comenzó a preparar los juicios de Moscú. Este espécimen, obtuso pese a toda su astucia, se creyó seria­mente que era posible engañar al mundo entero. De hecho, engañó sólo a aquéllos a quienes les con­venía ser engañados... El juicio de Plevitskaia levantó otra esquina del velo que oculta la prehistoria de los juicios de Moscú. Los próximos años, o tal vez los próximos meses, revelarán todos los misterios restantes. Caín-Yugasvili aparecerá ante la opinión pública y ante la historia tal como lo hicieron la naturaleza y la reacción termidoriana. Su nombre se transformará en el símbolo de los limites a los que puede llegar la vileza humana.



[1] Stalin, Skoblin y Cía. Biulleten Opozitsi, Nº 74, febrero de 1939. Sin firma. Traducido [al inglés] para este volumen [de la edición norteamericana] por Iain Fraser. General Eugene Skoblin: agente de la GPU que trabajaba en los círculos de emigrados blancos en Francia.

[2] Anton W. Turkul (m. 1958): ex general zarista.

[3] En febrero de 1929 Trotsky se vio obligado a exiliarse con su familia de la Unión Soviética por orden de Stalin. Vivieron en Turquía hasta julio de 1933. Jakob Blumkin (1899-1929): terrorista socialrevolucionario de izquierda que se volvió comunista y oficial de la GPU. Fue el primer partidario ruso de la Oposición de Izquierda que visitó a Trotsky en su exilio en Turquía. A su regreso llevaba consigo una Carta de Trotsky a la Oposición: lo delataron a la GPU y lo fusilaron en diciembre de 1929. Fue el primer oposicionista directamente ejecutado por los stalinistas.

[4] El juicio a Nadia Plevitskaia, la esposa de Skoblin, se realizó en París en diciembre de 1938. Se la hizo culpable de complicidad con su esposo en el secuestro del dirigente de las Guardias Blancas general Eugene Miller, y se la condenó a veinte años de prisión.

[5] General Eugene Miller: en enero de 1930 fue nombrado presidente de la Unión de Veteranos del Ejército Zarista -una organización de las Guardias Blancas-, cuando el hasta entonces presidente desapareció en París, presu­miblemente secuestrado por la policía secreta soviética. Miller fue a su vez secuestrado por Skoblin el 22 de setiembre de 1937. Dejó una nota impli­cando a Skoblin en el secuestro, pero éste escapo y dejó a su esposa para que enfrente el juicio. A Miller lo embarcaron en un barco soviético que zarpó inmediatamente de El Havre sin ninguna otra carga.

[6] Henry lagoda (1891-1938): jefe de la policía secreta soviética. Pese a que había sido el supervisor del juicio de Moscú de 1936, en 1938 se lo acusó y fue ejecutado.

[7] Véase el texto completo del artículo escrito por Trotsky "La preparación por las Guardias Blancas de un atentado terrorista contra el camarada Trotsky", de diciembre de 1931, en Escritos 1930-1931.



Libro 6