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Boletín Nº 1 (Abril 2003)

Socialismo y barbarie. Abajo la guerra

Socialismo y barbarie. Abajo la guerra

Jorge Altamira, Prensa Obrera 792

"Para intimidar a Bagdad", dice la información oficial, Estados Unidos acaba de experimentar un explosivo que destruye toda vida humana en un radio de diez kilómetros.

En el mismo "espíritu" de lo citado, los funcionarios de Bush han salido a decir que las bombas atómicas lanzadas en 1945 tuvieron la finalidad altamente humanitaria de poner fin a la resistencia japonesa y salvar un número incalculable de vidas.

Consecuente con este credo moral, el gobierno norteamericano falsificó documentos para probar que Saddam posee armas de destrucción masiva, lo que fue desmentido por uno de los jefes de los inspectores internacionales.

Estos tres ejemplos son suficientes para demostrar que el imperialismo es perfectamente consciente de su barbarie. No sólo lo impulsan sus especiales convicciones religiosas sino la necesidad que tiene el capitalismo de salir de la crisis mundial por medio de una guerra.

Pero los trabajadores también somos conscientes. El sábado 15, decenas de millones de nosotros vamos a desfilar en todo el mundo contra la guerra y a emprender acciones directas para boicotear la movilización bélica de nuestros gobiernos capitalistas.

A la cabeza de esta lucha no estarán los Duhalde, los Kirchner, los Rodríguez Saá, ni siquiera los Carrió. Los frenan sus intereses de clase, atados al capital norteamericano y mundial. Están comprometidos al pago de la deuda externa usuraria y a la "recapitalización" de los banqueros confiscadores. El "bulldog" de esos banqueros, López Murphy, se enardece por la urnas que quema Barrionuevo, pero no le mueven un pelo del bigote los hornos crematorios en que quedarán convertidos los hogares en Irak. Menem quiere el ejército para sacar de la calle a los piquetes.

La inscripción de todo el gabinete en las listas del Pj de Buenos Aires es todo un dato: demuestra que las elecciones sirven de aguantadero para quienes la inmunidad parlamentaria es la única valla que podría impedir que vayan a la cárcel.

En este marco, el Partido Obrero llama a la lucha contra la guerra y a la lucha contra los partidos patronales, porque ambas luchas son la misma cosa.

Mientras haya gobiernos capitalistas y exista la explotación del hombre por el hombre, no solamente es inevitable la miseria social sino también la masacre en masa de vidas humanas.