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Clásicos de León Trotsky online

Saludos a Franz Mehring y Rosa Luxemburg

Saludos a Franz Mehring y Rosa Luxemburg

Nache Slovo, número 53, 13 de marzo de 1916

El 27 de febrero de 1916 Franz Mehring cumplía 70 años. El publicista más sobresaliente de la socialdemocracia alemana y, al mismo tiempo, el más brillante historiador de su desarrollo histórico y político, entraba en su octava década en la época de la crisis más cruel del socialismo mundial y, sobre todo, de la socialdemocracia alemana. Dejadnos decirlo ya: si Mehring nos resulta tan querido y próximo ahora no lo es en tanto como historiador o publicista emérito del socialismo alemán: el suelo arde demasiado bajo nuestros pies como para mirar hacia atrás y considerar a la gente según sus méritos históricos. Hemos roto inmediatamente con numerosas personalidades respetadas no solamente en tanto que adversarios ideológicos, sino en tanto que enemigos políticos. Si el historiador de las luchas internas de la socialdemocracia alemana nos resulta ahora tan cercano es porque en la presente lucha, hoy en día, ha tomado, valerosamente y sin dudar, la posición que consideramos el deber socialista y el honor revolucionario. Desde el inicio de la guerra, Mehring se pronunció, en numerosos artículos y discursos, contra esa traición, reforzada apresuradamente por los eunucos autoritarios de las instancias del partido bajo el nombre pomposo de “paz civil”.

Franz Mehring

Junto a Rosa Luxemburg publicó un número del periódico La Internacional cuyo nombre era al mismo tiempo un programa y un desafío a la política pasiva del partido del 4 de agosto. En un período de hundimiento amenazador, de las apostasías de unos y la debilidad pasiva de otros, la intervención de Mehring contra la política “de las instancias del partido” ha ofrecido un apoyo inestimable al despertar de la oposición del ala izquierda, que ahora es el verdadero soporte del honor del proletariado alemán.

Rosa Luxemburg

En esa lucha, junto a Mehring estaba Rosa Luxemburg, que ahora, tras un año de encarcelamiento ha recuperado la libertad (para una nueva lucha). A los dos (Mehring y Luxemburg) los han separado de nosotros las trincheras del militarismo excavadas por las clases dirigentes. Pero en esa lucha que llevamos adelante contra el estado de clase manchado con la sangre fresca y perseguido por nuevas maldiciones, en ese combate que entablamos contra sus dueños, contra sus defensores y fervientes esclavos, Mehring y Luxemburg están en el mismo lado de la trinchera pasando por encima de todo el mundo capitalista.
En las personas de Franz Mehring y Rosa Luxemburg saludamos al núcleo espiritual de la oposición revolucionaria alemana a la que nos une una indisoluble fraternidad de armas.