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Escritos de León Trotsky (1929-1940)

Saludo a The Militant

Saludo a The Militant

Saludo a The Militant[1]

 

 

1 de noviembre de 1932

 

 

 

Al Consejo de Redacción de The Militant

 

Estimados amigos:

 

Temo que mi saludo por el cuarto aniversario de The Militant llegue un poco tarde, lo que no lo hará menos sincero. Todos nuestros amigos de este lado del océano aprecian mucho la tarea que ustedes llevaron a cabo durante este prolongado y sin embargo breve período.

¿Podemos considerarnos satisfechos con los resultados de nuestro trabajo? Por supuesto, este problema no se plantea sólo para Estados Unidos sino para todos los países donde viven y luchan nuestros militantes. No es tan simple responder esta pregunta. Para empezar, la Oposición de Izquierda no es todavía, en ninguna parte, un movimiento de masas; pero unificó al núcleo revolucionario que sabe qué quiere. Precisamente en este terreno es donde más avanzó The Militant. No ha­ce mucho que en varios países la Oposición de Derecha parecía mucho más fuerte y digna de atención que la de Izquierda. Desde un comienzo opinamos que el grupo de derecha evolucionaría hacia la socialdemocracia, y que en el camino algunos de sus elementos quedarían con nosotros y otros con el centrismo oficial. Los acon­tecimientos del año pasado confirmaron totalmente este pronóstico. En Alemania los brandleristas se dividie­ron; una minoría considerable quedó en el Partido de los Trabajadores Socialistas, es decir, en la izquierda de la socialdemocracia. En Checoslovaquia la Oposición de Derecha se pasó a la socialdemocracia; la minoría revo­lucionaria, dirigida por el camarada Neurath, se unió a nosotros. En Suiza la Oposición de Derecha se acerca a la socialdemocracia mientras que los mejores elemen­tos obreros nos ven cada vez con mayor simpatía. Por lo que se puede juzgar desde aquí, el grupo de Lovestone en Norteamérica no se puede acreditar ningún éxito. En primer lugar, su publicación oficial se caracteriza por su confusión. Esta gente no sabe qué quiere y es incapaz de prever a qué orilla los arrojará la primera marea fuerte que sobrevenga.

En lo que hace al comunismo oficial, la confusión no es menor; las resoluciones del Duodécimo Plenario del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista son un testimonio terrible de la pobreza en que cayó la direc­ción de la Comintern. Pese a las excepcionales condicio­nes de la crisis económica y la crisis total del imperialis­mo a nivel mundial, el comunismo apenas avanza. En algunos países (Alemania, Austria) logra éxitos pura­mente parlamentarios, que de ninguna manera corres­ponden a las perspectivas que abre la crisis social. En otros países, el comunismo retrocede ante la socialde­mocracia en todos los sectores del movimiento obrero (Francia, Checoslovaquia). En todas partes, sin excep­ción, los cuadros del comunismo oficial están descon­tentos, desorientados, separados en grupos enemigos.

En la URSS, la situación del aparato del partido se vuelve amenazante. Allí nadie confía realmente en la dirección y ésta perdió la confianza en sí misma. Todos los elementos revolucionarios y reflexivos del partido se vuelven hacia la Oposición de Izquierda. Las fuerzas en las que se apoyó Stalin para luchar contra nosotros tienden cada vez más hacia el termidor. La situación de la Unión Soviética es extremadamente difícil. Dentro del caos político en el que la burocracia centrista sumió al partido, sólo la Oposición de Izquierda sabe lo que quiere.

Evidentemente, la vida política de Estados Unidos se aproxima a un punto crítico. En un futuro próximo resultará claro que cuando Heráclito el Oscuro dijo "todo fluye, todo cambia", también pensaba en la repúbli­ca de Hoover-Roosevelt.[2] Las viejas tradiciones, con­ceptos y prejuicios serán arrojados por la borda. Luego de atravesar una etapa de caos y confusión ideológica, las clases de la sociedad norteamericana crearán una nueva ideología moderna. Entonces jugará un gran rol el núcleo revolucionario fuerte, unificado por la homo­geneidad de su doctrina y de su metodología política. El objetivo de The Militant es la creación de ese nú­cleo. Eso hace tan sincero mi saludo.

 

L. Trotsky



[1] Saludo a The Militant. The Militant, 26 de noviembre de 1932.

[2] Herbert Hoover (1874-1964): presidente republicano que pronto iba a ser derrotado, en las elecciones de noviembre de 1932, por el demócrata Franklin Roosevelt (1882-1945).



Libro 2