Perspectivas para Norteamérica[1]
24 de octubre de 1938
Querido amigo:
Muchas gracias por sus cartas, especialmente por el importante informe sobre el congreso. Hasta ahora lo único que recibí es su informe; nadie más me envió ni una carta, ni un documento.
Le envío un largo artículo sobre la situación internacional, etcétera, también la grabación de un discurso de quince minutos.[2] Como estoy muy ocupado compuse el discurso apresuradamente. Prometo hacerlo mejor en la próxima ocasión.
Otra vez me estoy dedicando absolutamente al libro,[3] al menos durante seis semanas. Luego, probablemente dedique una semana más a los problemas partidarios.
En lo que respecta a los documentos, por favor guárdelos en un lugar absolutamente seguro. Cuando lleguen los archivos completos le pediré a Glenner que los ordene,[4] pero ahora no hace falta que pierda tiempo en este trabajo parcial.
Me alegra que sea optimista respecto a la situación del partido y espero con usted que todo siga satisfactoriamente. Parece que la coyuntura mejora. Durante los últimos dos meses no seguir de cerca la evolución económica de Estados Unidos y no puedo caracterizar si esta mejora será o no duradera. De todos modos, hasta una breve mejora económica será una ventaja para el partido. Estamos demasiado débiles para afrontar inmediatamente una situación critica. Podemos utilizar, y asilo haremos, cualquier postergación de la catástrofe. Por otra parte, si la crisis amengua el partido se favorecerá económicamente y podrán tener su propia imprenta, requisito elemental para cualquier trabajo serio.
Los más cariñosos saludos de Natalia y míos a usted y a Rosa.
Fraternalmente,
L. Trotsky
[1] Perspectivas para Norteamérica. De los archivos personales de James P. Cannon.
[2] El artículo al que se refiere es "Una lección reciente"; la grabación es "Sobra la fundación de la Cuarta Internacional.
[3] En esta época Trotsky escribía una biografía de Stalin; murió antes de completarla pero fue editada en una edición póstuma, muy mala, por Harper and Brothers, pese a las protestas de su viuda Natalia Sedova.
[4] Cuando Trotsky se fue a México en 1937 parte de sus papeles quedó en Europa. En esta época se estaban ordenando y fueron transferidos a la Universidad de Harvard poco antes de su asesinato en 1940. John Glenner: seudónimo de Jan Frankel, uno de los secretarios de Trotsky. Era checo y actuó como testigo ante la comisión Dewey.