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Boletín Especial (Noviembre 2007)

La Juventud Socialista en Petrogrado en 1917

La Juventud Socialista en Petrogrado en 1917

Por I. Velez

 

Publicado en Cahiers León Trotsky Nº 24, diciembre de 1985. Traducción al español para este boletín por Rossana Cortéz. 

En la primavera de 1917, poco después de la conmemoración del 1 de mayo, la juventud obrera de Petrogrado impulsó la organización de los jóvenes en las fábricas y en los barrios del radio de Vyborg. Es entre los jóvenes metalúrgicos que nació la organización de la Juventud Socialista, conocida como Komsomol a partir de 1918. No es una casualidad si ella apareció en el distrito que, dos meses antes, había sido la cuna del movimiento popular que había echado al zarismo y al feudalismo en Rusia. En algunas semanas, los jóvenes obreros de Vyborg llegaron a reunir la mitad del proletariado joven de Petrogrado[1], convirtiéndose en modelo de las otras organizaciones de juventud en el país. Se volvieron también el modelo joven para el partido bolchevique, porque la concepción de partido se forjó en el contacto con el movimiento obrero de la capital.

El movimiento de la juventud surgió del proceso revolucionario y, al mismo tiempo, contribuyó a su radicalización. Sus tres fases principales correspondieron a las fases concretas del proceso revolucionario de 1917. Su nacimiento en abril correspondió a la oleada de organización que surgió de la revolución de febrero. Este era un movimiento proletario en su contenido social y, desde el principio, su identidad política fue socialista en el sentido amplio del término. Sus m pertenecían a los principales partidos socialistas y el movimiento bregaba por la unidad y la conciliación. Era el reflejo de la disposición política de la clase obrera en las semanas que siguieron al derrocamiento del zar. En junio y julio, a medida que la clase obrera perdía sus ilusiones en el Gobierno Provisional, el movimiento de la juventud atravesó su primera crisis de identidad. En agosto, el movimiento redefinió su posición política. Hasta octubre, el movimiento juvenil, como la clase obrera ya radicalizada, rompió con el curso político moderado, terminando por identificar su lucha a la del partido bolchevique.

Para el objetivo de este artículo, la categoría "juventud" comprende los jóvenes de 13 a 20 años. Esto responde a una realidad política y profesional que excluía a los jóvenes de estas edades de la participación en las organizaciones obreras. Los partidos políticos, los sindicatos, los comités de fábrica, los soviets de distritos rechazaban la participación de los jóvenes menores de 21 años. Fue precisamente esto lo que impulsó la oleada de organización en la juventud de Petrogrado.

La radicalización de la juventud estaba ligada a la participación de esta parte de la clase obrera a la fuerza de trabajo durante la guerra. Alrededor del 40% de la fuerza de trabajo de Petrogrado había sido movilizada para el servicio militar. Al mismo tiempo, entre 1914 y 1917, la fuerza de trabajo creció de 242.600 a 392.800 obreros, o sea, un aumento del 62% de la fuerza de trabajo industrial. Los hombres movilizados fueron reemplazados por mujeres, jóvenes y campesinos. De 1914 a 1918, el número de hombres aumentó 52,1%, el de mujeres 110,6% y el de jóvenes 38,8%[2]. De manera que el número de jóvenes en la fuerza de trabajo industrial pasó entre 93.000 y 100.000 -alrededor de un cuarto del total. El historiador soviético Stepanov dio tres categorías: menos de 15 años (3,5%), 16 a 17 (7%), 18 a 20 (11,8%)[3]. Estas evaluaciones difieren de las del especialista obrero Andrei Shojin que había calculado en los años 20 que en Petrogrado había 80.000 jóvenes de menos de 18 años en la fuerza de trabajo industrial[4]. Otro historiador soviético, A.N. Atsarkin, especialista en historia del Komsomol, afirma que los jóvenes que formaron parte de la fuerza de trabajo se elevaron a 101.340, o sea 25,8% del total en 1917[5]. Esta cifra se corresponde con las estimaciones subjetivas de los protagonistas de los acontecimientos de 1917[6].

La mayoría de la juventud en la fuerza industrial se encontraba en la metalurgia, principal rama durante la guerra. En Petrogrado, la industria metalúrgica empleaba el 60,4% de la fuerza de trabajo -237.369 obreros. Otro cuadro destaca el porcentaje de la juventud en las siete industrias principales de Petrogrado para la categoría 18 a 20 años: 6,6 en la metalurgia, 12,7 en la industria textil, 6,5 en la química, 11,8 en la alimentación, 10,9 en la madera, 10,9 en el cuero y 20,4 en los productos minerales. El número de jóvenes metalúrgicos de 18 años se elevaba a 15.666, o sea más que el número de jóvenes empleados en todas las otras ramas industriales tomadas de conjunto. Al utilizar los porcentajes dados por Stepanov, se puede deducir que había alrededor del 11,9% de jóvenes suplementarios. Había al menos 39.000 jóvenes metalúrgicos menores de 21 años en Petrogrado en 1917.

Esta participación fue posible en parte porque el proceso de trabajo en la metalurgia fue simplificado durante la guerra, para integrar los obreros menos calificados, incluidos mujeres y jóvenes. Por ejemplo, en la fundición Novy Parviainen había 300 jóvenes en 1913. En 1915, había 2.876, o sea el 36% del efectivo total de esta empresa[7]. No es casual si el distrito de Vyborg, que tenía una enorme proporción de metalúrgicos (el 84% de los 68.932 obreros de este distrito eran metalúrgicos), suministró de 15.000 a 18.000 miembros al movimiento juvenil, en su mayoría metalúrgicos. Lo que implica que en Vyborg, alrededor del 25% de la fuerza de trabajo empleada en la industria metalúrgica tenía menos de 21 años. Por lo tanto, no es sorprendente que, sobre 41 dirigentes del movimiento juvenil de los que conocemos la profesión, 30 hayan sido metalúrgicos.

Los jóvenes cumplían tareas simples y monótonas como obreros no calificados, maniobras. Eran aprendices, fuerza de trabajo mal remunerada y muy explotada. Trabajaban 9 a 10 horas por día con salarios miserables. Por ejemplo, la aristocracia obrera de la fábrica Putilov recibía de 10 a 15 rublos por día, sin embargo el salario de los jóvenes en esa misma empresa era de 1 rublo por día[8].

Una integración tan importante en la fuerza de trabajo, condiciones de trabajo tan malas, y los bajos salarios no explican sin embargo por sí mismo la radicalización de este sector de la clase obrera en 1917. La historiadora norteamericana Diane Koenker explica el fenómeno de radicalización con el término de "cultura juvenil". Algunos factores sociales y económicos llevaron a la concentración de numerosos jóvenes en sectores industriales. Durante la guerra, recibieron responsabilidades de trabajo de adultos. Mucho de estos jóvenes habían roto los lazos con sus familias y se casaban relativamente tarde[9]. Esto prolongaba su período de independencia y les permitía participar con otros jóvenes en actividades políticas o educativas.

Una gran proporción de los jóvenes obreros habían nacido en la ciudad o eran hijos de obreros. La mayoría de ellos habían ido a la escuela, aunque 2 ó 4 años solamente. Esto es especialmente cierto en los metalúrgicos. El 92% de los obreros y el 70% de las obreras en la metalurgia de Petrogrado sabían leer y escribir. Este porcentaje era más elevado aún en los jóvenes. Se conocen dirigentes jóvenes, como por ejemplo los metalúrgicos de Putilov Vasia Alekseiev y Tsernov que eran famosos por su amor a la lectura.

El historiador japonés Tsuyoshi Hasegawa analiza la realidad de la juventud obrera en estos términos:

"La raíz fundamental de la radicalización de la clase obrera se encuentra en esta juventud nacida en la ciudad. Libre de lazos familiares tradicionales, iniciada en la vida adulta mucho antes que sus camaradas campesinos y ligada por un mismo fondo de educación y una misma sed de conocimiento, la juventud obrera creaba su propia cultura de la juventud"[10].

A medida que la juventud conquistaba más educación y cultura, se sentía más alejada de las clases superiores y medias y buscaba actividades que le aportaban un sentimiento de comunidad. "Para algunos, los cursos de tarde y los clubes culturales satisfacían su necesidad de pertenencia a un grupo más amplio. Para otros, existía la posibilidad de participar en grupos revolucionarios clandestinos"[11]. Después de la revolución de febrero, es el movimiento de la juventud quien vino a satisfacer las aspiraciones culturales, educativas y políticas de la juventud obrera.

 

La fundación de Trabajo y Luz 

Durante la guerra, habían existido en Petrogrado diversos grupos de jóvenes revolucionarios en las fábricas, aunque ninguno se haya definido como grupo de jóvenes con sus rasgos específicos, distintos de la clase obrera en general. Por la represión política durante el zarismo, ninguno tuvo nunca un carácter de masas. La policía zarista, no obstante, había señalado que los elementos más radicales durante los años de guerra, en su mayoría, surgían de la juventud obrera nacida en ese lugar[12]. La juventud obrera desempeñó un papel decisivo en el movimiento huelguístico; en la clandestinidad, eran los jóvenes los que difundían volantes y periódicos a los obreros.

Este extremismo se manifestó abiertamente en el curso de la revolución de Febrero. Por ejemplo, el 23, día internacional de la mujer, las obreras textiles fueron a ver a los metalúrgicos de Novy Lessner y les pidieron que conmemoren con ellas ese día. Esta invitación provocó un vivo debate entre los militantes bolcheviques de esa fábrica. Fueron los jóvenes metalúrgicos quienes presionaron a los trabajadores adultos para la unión con las mujeres[13]. Driazgov, un joven metalúrgico de la fábrica Novy Parviainen, recuerda que ese día, como iba al trabajo, una obrera le pidió que se uniera a la huelga en honor a las mujeres. Iba a su fábrica, y con otros, se unieron a las mujeres que habían empezado a marchar hacia el centro de la capital. Fue el primer día de la Revolución Rusa[14]. 

La participación activa de los jóvenes en la revolución de Febrero los llevó a esperar ciertas concesiones y derechos de esta revolución. Se alcanzó un punto neurálgico de este proceso cuando los jóvenes concluyeron que las estructuras económicas y políticas establecidas por los obreros adultos no podían responder a las necesidades específicas de los jóvenes. Y esta toma de conciencia motivará a los jóvenes de las distintas fábricas para impulsar su propia organización. El proceso comenzará en Vyborg y se extenderá a los otros distritos industriales de la capital.

El impulso inicial a favor de la organización de masas de la juventud vino de la lucha por reivindicaciones económicas. Algunas semanas después de la revolución de Febrero, el resentimiento de la juventud obrera comenzaba a expresarse. El nuevo gobierno había dado aumentos de sueldo para compensar la creciente tasa de inflación. En la fábrica de autos Renault rusa, los obreros habían recibido un aumento del 25%[15]. Pero los jóvenes metalúrgicos de la fábrica sólo habían recibido un 15%. La reacción a esta injusticia los llevó a organizarse y a presentar al comité de fábrica sus propias reivindicaciones. Los jóvenes hicieron presión sobre el comité de fábrica para que los delegados adultos acompañen a los jóvenes delegados en las negociaciones con los patrones. Los patrones dieron un reajuste de salario más equitativo y el comité de fábrica reconoció a los jóvenes Metelkin y Freiburg como representantes en su seno. Esta victoria incitó a la juventud de Renault a dirigir su esfuerzo organizativo hacia otras empresas del radio de Vyborg. El dirigente bolchevique de ese distrito, Chugurin, dio la idea a los jóvenes de que organizaran una protesta para el 1 de mayo que, en Rusia, se celebraba el 18 de abril.

El grupo de Renault primero fue a Novy Parviainen, adonde trabajaba Grigorii Driazgov. Aunque los otros jóvenes constituían al menos 1/8 de la fuerza de trabajo, los jóvenes no tenían representante en el comité de fábrica. La situación era muy tensa y los jóvenes acogieron con mucho entusiasmo a sus camaradas de la fábrica Renault[16]. Algunos días más tarde, se había creado un grupo de militantes jóvenes que recorrían todas las fábricas del radio de Vyborg. Estaba formado por jóvenes de las fábricas Renault, Novy Lessner, Novy Parviainen, Erikson y Baranovsky, todas empresas de mecánica, fundición o equipamiento eléctrico o telefónico. Su campaña tuvo tanto éxito que en menos de una semana, llegaron a organizar cinco fábricas en el radio, con 30.000 jóvenes obreros[17].

El 13 de abril, la Pravda anunció una reunión de jóvenes obreros, que tenía como objetivo la organización de sus propias columnas para el 1 de mayo. Los jóvenes esperaban que sus esfuerzos arribaran a una organización permanente a nivel de ciudad. La manifestación les daría una base y, al mismo tiempo, haría ver a todos el movimiento de jóvenes. En la reunión del 13 de abril convocada por el soviet de la barriada de Vyborg, se formularon las tareas de la nueva organización. Los participantes pusieron en primer plano la reivindicación de la jornada de 6 horas para los menores de 18 años, con pago de jornada completa. Esta reivindicación estaba ligada con la segunda: educación gratuita para todos, que sería organizada en las fábricas con el impulso de los soviets de distrito. Además de estas dos reivindicaciones, también se pedía mejoras en las condiciones de trabajo, calificación profesional, igualdad de salarios, representación en los comités de fábrica[18]. La reunión aprobó la creación de comisiones de jóvenes, en todas las fábricas, que debían elegir representantes a los comités de todas las fábricas. También se decidió enviar agitadores a todas las fábricas en donde no hubiera comité de jóvenes.

Mientras que la ola de organización se encontraba en su apogeo, en muchas fábricas, los jóvenes encontraron mucha resistencia de parte de los obreros adultos, que temían que este esfuerzo de los jóvenes terminara dividiendo a la clase obrera. Este problema, que persistirá durante todo un año después de la revolución de Octubre, ha sido analizado por el historiador inglés S.A. Smith. Según él, la dirección obrera inconscientemente tomaba posiciones paternalistas con respecto a las mujeres, a los jóvenes y a los obreros no calificados. Aunque honestamente convencida de la necesidad de defender los intereses de los sectores más desfavorecidos, se negaba a reconocer las contradicciones existentes realmente en la fuerza de trabajo, entre hombres y mujeres o jóvenes y adultos. Estaba menos dispuesta aún a conceder organizaciones o una representación especial a estos sectores[19].

A pesar de estos obstáculos, la nueva organización logró movilizar 100.000 jóvenes obreros para la manifestación del 1 de mayo[20]. La capacidad de movilizar al conjunto de la juventud obrera reflejaba su carácter masivo. La organización llenaba un vacío político que ninguna otra organización obrera había satisfecho. La juventud que se unió para el 1 de mayo era sensible a los lazos de clase y de edad, pero no a los partidos políticos. Las pancartas y las consignas reflejaban todas las tendencias radicales. Por el momento, lo principal parecía ser mantener la unidad de la clase. Conscientes de la necesidad de organizarse, no veían claramente los objetivos de la organización que acababan de crear. Su futuro les demostrará que no podían depender solamente del sentimiento revolucionario de la juventud para seguir estando a la cabeza de este sector de la clase obrera.

Ya para el 1 de mayo, la organización tenía un nombre (Trabajo y Luz), y un dirigente, Piotr Chevtsov. De 1917 a hoy, la organización y el dirigente Chevtsov fueron severamente criticados por los historiadores soviéticos y algunos dirigentes jóvenes. Chevtsov era de origen campesino y, aunque no pertenecía a ningún partido, simpatizaba con la orientación pro campesina de los socialistas revolucionarios. Según Krupskaia, había sido corresponsal del periódico sensacionalista, de derecha, Malenkaia gazeta. Se ignoran los detalles, pero el joven Driazgov y el poeta proletario Iakov Berdnikov lo habían invitado a las primeras reuniones de los jóvenes. Por el prestigio que tenía Driazgov, Chevtsov fue uno de los dirigentes, desde el principio. Respondió a ciertas necesidades intelectuales, y por eso redactó el manifiesto, los estatutos y una serie de documentos oficiales de la organización. Por su actividad, se convirtió en el portavoz de un sector de la clase obrera, que, dado su bajo nivel cultural, seguía estando desarticulado. Miembro de la dirección, Chevtsov fue presidente a nivel municipal del Consejo Municipal de jóvenes, organismo dirigente. Pero no hay que confundir su habilidad para ofrecer una dirección intelectual e ideológica con su poder dentro del movimiento. La organización nunca fue suya, sino que fue un esfuerzo espontáneo, que seguía funcionando de manera autónoma hasta llegar a apartar al propio Chevtsov.

El rol histórico de Chevtsov es muy complejo y las tergiversaciones históricas que se dieron a partir de los años 20 oscurecieron todavía más a este personaje y su función en el movimiento de jóvenes. El historiador debe reconstruir la ideología del movimiento sobre la base de documentos que dicen expresar a un individuo. Como Chevtsov se inserta en un movimiento que tiene una dirección local, se puede suponer que los dirigentes en las fábricas pudieron proyectar sus necesidades y aspiraciones, al menos parcialmente, e incorporarlas al manifiesto y a los estatutos de la organización.

El Manifiesto y los estatutos de la organización Trabajo y Luz reflejan la autodefinición del movimiento como proletario y, en consecuencia, en oposición a la burguesía rusa e internacional[21]. Afirmaban su apoyo al Soviet de Diputados obreros y soldados y sugerían que la organización de los jóvenes participara en los conflictos armados para defender la revolución. Los documentos presentaban a la juventud obrera como un sector que tenía intereses propios dentro de la clase.

Sin embargo, en esta autodefinición hay contradicciones fundamentales. Mientras que los documentos atribuyen un rol combativo a "la generación de nuestros padres", les proponen a los hijos un rol defensivo: "Que nuestros padres y nuestras madres estén interesados en la victoria final". Aunque los documentos llaman a la vigilancia y a la defensa militante, no le aconsejaban a sus miembros unirse a las Guardias Rojas. Así, negaban una realidad para un gran número de jóvenes que ya constituían alrededor de un 25% de las guardias rojas en las fábricas y los distritos. Los documentos también ignoraban las reivindicaciones económicas anticipadas por el movimiento de jóvenes. No mencionaban la representación en los comités de fábrica, la jornada de 6 horas o los aumentos de salario. Dada la participación de numerosos miembros del movimiento de los jóvenes en los partidos extremistas, había otro aspecto contradictorio en la prohibición hecha a los miembros del organismo dirigente de tener funciones de partido. Los miembros del Consejo Municipal no podían expresar su adhesión a un partido durante las sesiones del consejo o manifestar interés o aprobación con respecto a un partido sin haber obtenido antes el permiso del presidente de este consejo, Chevtsov. Según los estatutos, esta prohibición era necesaria para garantizar la unidad de clase. Esta regla particular llevó a uno de los más severos conflictos cuando Chevtsov lo utilizó para censurar a los dirigentes y a la base de la barriada de Vyborg por su participación en el levantamiento pro bolchevique de principios de julio. Independientemente de la atención que estos documentos le dan a las tareas educativas y culturales, la teoría que se expresa en ellos parece negar aspectos esenciales de la práctica política y económica del movimiento juvenil. Esta contradicción reflejaba la tensión entre la dirección de la ciudad de Trabajo y Luz y las organizaciones de base a nivel de distritos.

Desde sus orígenes en las fábricas de Petrogrado, Trabajo y Luz gozó de un elevado grado de participación de la base. Grupos de representantes de empresas creaban comités de distritos, que conservaban una autonomía impresionante. Esta práctica de organización se reflejaba en los estatutos. Efectivamente, les daba a los distritos el derecho de desarrollar y corregir la política de educación, de protección económica, legal y política de la juventud obrera en sus propios distritos. Los comités de distrito también disponían de jurisdicción sobre los conflictos entre los patrones y los menores. Cada comité de distrito tenía derecho a su propia imprenta, sus pancartas, su propiedad, mobiliaria e inmobiliaria, aunque haya tenido que llamarse rama de Trabajo y Luz.

Paradójicamente, junto a la autonomía que reconocían los estatutos a los comités de distritos, imponían a la organización de los jóvenes una estructura central jerarquizada. Conforme a los estatutos, todo asunto que superara el distrito se volvía asunto del consejo juvenil municipal. Hasta cierto punto, éste reflejaba el peso de los comités de distrito, ya que estaba formado por el ejecutivo de cada comité de distrito y cuatro delegados de cada uno de ellos. La asamblea general de los delegados de la ciudad aprobaba las tareas generales de la organización, pero era el consejo quien tenía la responsabilidad de dirigir las actividades de las organizaciones de distritos y confirmar sus proyectos principales. Finalmente, el consejo ejecutivo ejercía un control sobre sus propios miembros, incluso gozaba del derecho de expulsar a los indeseables, de aprobar todas las declaraciones orales o escritas de sus miembros, y de atenerse a su disciplina todo miembro que expresara posiciones del partido sin permiso del presidente del consejo municipal.

Los miembros del consejo municipal elegían el presidium, quien llevaba a cabo en la práctica las tareas de la organización. El presidium tenía derecho de resolver todos los asuntos administrativos, organizativos o económicos. Su responsabilidad ante la base era mínima: debía publicar un informe de actividades anual y someterlo directamente a la base.

Así, y aunque los comités de distrito fueran en principio autónomos, los estatutos de Trabajo y Luz concentraban el poder de organización en el consejo municipal y más precisamente, en su presidium y sus comisiones. La precisión con la que los estatutos definían los derechos y funciones del presidium y del consejo demuestra el acento puesto en la dirección en detrimento de la base. Aunque los miembros del consejo municipal mantienen sus lazos con los comités de distrito, la relación entre la base y el comité de distrito no estaba claramente definida. La base elegía directamente a los miembros del comité de distrito, pero no el comité ejecutivo del organismo distrital. Así, la base no tenía ningún rol directo y no elegía directamente a los miembros del consejo municipal, y menos aún a los miembros del presidium y de las comisiones.

La tensión entre las organizaciones de base y la dirección central que caracterizaban a Trabajo y Luz coincidía con el modelo general de las organizaciones obreras en 1917. Según S.A. Smith, el centralismo democrático no era exclusivamente el principio organizativo de los bolcheviques, sino el del movimiento obrero en general. Como forma de organización, el centralismo democrático combina la discusión y la toma de decisiones a través de la participación democrática y la ejecución centralizada de dichas decisiones. La relación entre los aspectos democráticos y los aspectos centralizados no estaba definida al comienzo del proceso revolucionario. En el curso de 1917, según Smith, la relación entre la participación democrática y el centralismo se modificó a favor del segundo. Smith analiza primero el proceso en los sindicatos[22], pero este aspecto de su análisis vale para el movimiento y la organización juvenil.

En la primavera y comienzos del verano de 1917, el movimiento joven se caracterizaba por su militancia a nivel de fábrica y de barrio, más que por las actividades de su centro. Durante este período, las organizaciones de barrio de Trabajo y Luz obtuvieron concesiones políticas y económicas a nivel local. De los 8 barrios que enviaban delegados al consejo municipal, el más poderoso era el de Vyborg que tenía el efectivo más importante (de 15.000 a 18.000 miembros)[23]. El comité juvenil de Vyborg estaba dominado desde el principio por elementos radicalizados: bolcheviques, anarquistas y mencheviques internacionalistas[24]. El soviet del distrito de Vyborg (es decir, el gobierno local) era el más avanzado de todo Petrogrado y desde el principio, había reconocido la validez de la lucha de los jóvenes. En la primavera, el soviet de Vyborg reconoció la importancia de la lucha juvenil y le dio dos bancas a los delegados jóvenes, Burmistrov y Levenson. A mediados de junio, Burmistrov le pide al soviet de Vyborg que apruebe la jornada de 6 horas para los jóvenes en las fábricas del distrito. Aunque esto no se aprobó oficialmente, pudo ser aplicado en las fábricas que tenían comités dominados por los bolcheviques y otros radicales (en su mayoría, anarquistas). Estas fábricas eran Erikson, Novy Parviainen y Novy Lessner[25]. Además, el departamento de instrucción de la barriada de Vyborg aceptó un delegado de la juventud, G. Driazgov. Con ayuda del departamento de instrucción, que suministró dos maestros y material de estudio, la organización de la juventud logró establecer una escuela de verano[26].

Las organizaciones locales de jóvenes presentaron sus reivindicaciones a los otros soviets de distrito. Los soviets más avanzados manifestaron su interés por las reivindicaciones de la juventud obrera, como la protección de los menores o la representación de la juventud en los soviets de distrito o en los comités de fábrica. En abril, los soviets de distrito de la isla Vassilievsky, de Vyborg y Peterhof incluyeron las reinvindicaciones juveniles en su orden del día y ofrecieron a las organizaciones de jóvenes en sus respectivos distritos, locales para sus actividades e incluso fondos para pancartas y otros usos[27]. En mayo, el soviet del distrito de Petrogrado le pidió a las fábricas que paguen un salario completo a los organizadores jóvenes por su trabajo de organización (éste era un derecho de todos los representantes a nivel del comité de fábrica o de los delegados al soviet pero, en general, se le negaba a los militantes jóvenes). En junio, el mismo soviet aceptó dos representantes de la juventud con derecho de voto pleno. El consejo del distrito de Peterhof también había aceptado un representante de los jóvenes en mayo, pero no le había dado más que voto consultivo[28].

En contraste, la organización central obtuvo menos que sus comités de distrito. En el consejo municipal, muchos delegados querían plantear el problema de la juventud al soviet central de Petrogrado. Los más radicales proponían la huelga municipal si el soviet central no acordaba las reivindicaciones de la juventud obrera. Estas reivindicaciones serían: la representación en todos los comités de fábrica, la jornada de 6 horas a nivel municipal y la representación en los soviets de barrio y en el soviet central de Petrogrado. Chevtsov, que había sido electo presidente del consejo municipal, se opuso a esta línea, aunque terminó aceptando llamar a una manifestación para presentar las reivindicaciones al ministro de Trabajo Skobelev. La manifestación, que tuvo lugar el 24 de mayo, fue un fracaso desde el punto de vista de los moderados en el consejo municipal joven, ya que los ministros socialistas Cheidze y Aleksinsky rechazaron las reivindicaciones, considerándolas prematuras[29].

Dentro del joven consejo municipal, se formó un grupo de oposición dirigido por bolcheviques y anarquistas. Este grupo había abandonado el consejo por protestar contra las tendencias moderadas de una parte de sus dirigentes. Pero el partido bolchevique le dio instrucciones a sus miembros de reintegrarse en el consejo municipal, con el fin de desacreditar a los moderados. Uno de los jóvenes bolcheviques relata que fue el propio Lenin quien le dijo que la tarea principal era el mantenimiento de la unidad de la juventud al mismo tiempo que la organización se esforzaba por rechazar la línea moderada de la organización[30].

La estructura descentralizada de la organización Trabajo y Luz hizo posible que la minoría llevara adelante controversias precisas para desmembrar la organización central según sus componentes a nivel de distrito. Levenson, un joven bolchevique del distrito de Vyborg piensa que, fue precisamente la ausencia de ideología y de dirección central lo que facilitó el proceso de desmembramiento[31]. Driazgov describió esta dinámica tal como se manifestó a nivel de la fábrica:

"Los consejos de jóvenes aprendices en las fábricas estaban influidos por uno u otro partido, según la composición política del comité de fábrica. Cada vez más seguido, en las reuniones de jóvenes de los distritos estallaban violentas manifestaciones cuando los representantes y los delegados jóvenes presentaban las posiciones de uno u otro partido"[32].

En la primera reunión del consejo municipal luego del fracaso ante los ministros socialistas apareció por primera vez el astuto y hábil representante de la organización del distrito de Peterhof, Vassili Alekseiev. Enseguida lanzó un ataque contra los estatutos de Trabajo y Luz que estaban por ser confirmados por todas las organizaciones de distrito. Alekseiev presentó entonces los estatutos de organización de su distrito como una alternativa mejor. Driazgov se levantó contra este nuevo adversario y defendió los estatutos de Trabajo y Luz. Alekseiev lo invitó a proseguir la discusión en el distrito de Alexandre Nevsky, cuyos miembros estaban discutiendo los méritos de cada estatuto. En el curso del debate, Driazgov descubrió que no estaba a la altura de un adversario como Alekseiev. Alekseiev había militado activamente a favor del partido bolchevique durante varios años y había seguido los cursos de la escuela de cuadros antes de la guerra mundial[33]. Cuando enfrentó a Chevtsov y Driazgov, ya tenía 21 años, es decir que, salvo Chevtsov que tenía 25 o 26 años, Alekseiev era el más viejo de los dirigentes jóvenes. Driazgov no pudo defender los estatutos de Trabajo y Luz en el distrito de Alexandre Nevsky y esta organización fue la primera en rechazar los estatutos, con excepción de Peterhof que nunca había aceptado estos textos[34].

La oposición no pudo derrocar a la dirección moderada a nivel municipal. Pero a nivel distrital, había encontrado apoyo. En junio, muchos colectivos rechazaron los estatutos. Solamente las organizaciones del distrito de Vyborg y de la isla Vassilievsky los ratificaron. Cuando, el 16 de junio, se hizo una reunión del consejo municipal para festejar la conmemoración de la revolución y ratificar el Manifiesto, ya había cambiado la composición de los delegados. En muchos casos, las discusiones a nivel local sobre los estatutos habían arribado a la revocación de los delegados partidarios de los estatutos. Así, la mayoría de los delegados recientemente electos se oponían a los estatutos[35]. La hegemonía que Trabajo y Luz había ejercido sobre el movimiento juvenil estaba debilitándose.

La Liga Socialista de la Juventud Obrera 

Las contradicciones internas de Trabajo y Luz se agravaron con el levantamiento de principios de julio. En Peterhof, Alexander Nevsky y Vyborg, las organizaciones de jóvenes habían organizado manifestaciones por el golpe de fuerzas de la izquierda. En el distrito de Vyborg, varios jóvenes se habían llenado los bolsillos y las botas de explosivos y habían atravesado el río para ayudar a los marinos de Cronstadt asentados en la fortaleza de Pedro y Pablo[36]. Chevtsov, que había ido a inspeccionar el distrito de Vyborg, criticó severamente la participación de los jóvenes en el movimiento[37].

En consecuencia, después de los disturbios, varios delegados comenzaron a solicitar la eliminación de Chevtsov. Poco después, en el propio distrito de Vyborg, en donde Chevtsov gozaba de un masivo apoyo, la mayoría de los delegados le pidió su revocación en el transcurso de una reunión del comité de distrito[38]. Uno de los temas utilizados para desacreditar a Chevtsov se refería al hecho de que había aceptado los fondos del industrial Nobel (300 rublos) para la organización. Esto fue el centro de la discusión en los distritos de Vyborg y Petrogrado aunque las organizaciones de estos distritos, en principio, habían aceptado esta contribución. 

En la reunión del consejo juvenil municipal del 27 de julio, Chevtsov ya estaba aislado. Alekseiev lanzó un ataque contra él en estos términos:

"Señor Chevtsov, usted no está en la misma ruta que la juventud obrera, cuyos intereses exigen una lucha irreconciliable con el gobierno actual y usted la piensa nutriéndola de sueños culturales irrealizables y sin base de clase para el futuro"[39].

Después de esta intervención, la mayoría aprobó la disolución del consejo municipal. Algunos permanecieron indiferentes cuando muchos de sus camaradas dejaron la reunión. Se dieron cuenta entonces que se estaba organizando un grupo inicial para la organización de una conferencia municipal de la juventud obrera[40]. La conferencia se había fijado el 18 de agosto en el distrito de Narva-Peterhof[41]. Allí fue creada la organización de la Liga Socialista de la Juventud Obrera.

¿Cómo perdió su hegemonía en el movimiento juvenil Trabajo y Luz, en provecho de la Liga? Parece que la Liga había emprendido un ataque sobre dos frentes contra Trabajo y Luz: desde fuera y desde dentro de la organización. El ataque dentro de la organización estaba dirigido por Alekseiev, Skorinko, Minaev y Tsernov y tenía como base la organización juvenil de la fábrica Putilov. Esta organización nunca se había integrado totalmente en Trabajo y Luz, había mantenido sus propios estatutos, aunque enviando delegados al consejo municipal. La oposición desde fuera estaba constituida por el grupo interdistrital dirigido por Ekaterina Pylaieva, Oskar Ryvkin y Eduard Leske. El grupo interdistrital se había aliado a la organización del distrito de Peterhof para un ataque común contra Trabajo y Luz. Salvo Tsernov, que era anarquista, los dos grupos de oposición eran de la juventud bolchevique[42].

La Liga ha sido tema de una mitología historiográfica, ya que es la predecesora ideológica del Komsomol actual. Esta mitología también se extiende a la figura de Vassia Alekseiev, que murió en 1919 y es considerado desde entonces como uno de los héroes más populares de la revolución. Se sabe que la organización nació en Putilov y que envió delegados a las primeras reuniones que prepararon la organización del 1 de mayo. Algunos de los jóvenes organizadores dicen que la organización comenzó con el nombre de "Club educativo cultural de la juventud obrera del distrito de Narva" antes de transformarse en Liga, otros aseguran que se llamaba Liga desde el principio[43]. El problema es de definición política ya que Trabajo y Luz se distinguía desde 1917 por su carácter cultural y pedagógico.

Había muchas similitudes entre las organizaciones de Narva-Peterhof y Vyborg en su fase inicial. Las dos organizaciones se nutrían de metalúrgicos en sus respectivos distritos. La composición de ambas, aunque extremista, era diversa, incluyendo bolcheviques, anarquistas, mencheviques internacionalistas y social-revolucionarios de izquierda. Ambas organizaciones se fijaban los mismos objetivos económicos, políticos y culturales. Pero la organización joven de Peterhof se identificó como bolchevique antes de la de Vyborg (es paradójico, ya que los obreros del distrito de Vyborg apoyaban la línea bolchevique desde el inicio de la revolución, mientras que los bolcheviques sólo obtuvieron el apoyo de los obreros de Putilov en julio). La juventud bolchevique en la organización de Narva-Peterhof desempeñó un papel central en el proceso de identificación política, tenía más control y ejercía más autoridad que los jóvenes bolcheviques del comité juvenil de Vyborg. Esto explica en parte que el comité juvenil de Narva-Peterhov se haya identificado antes que el del distrito de Vyborg con los bolcheviques.

Aunque el consejo de dirección del comité juvenil de Narva-Peterhof haya incluido a todas las corrientes radicales, en la práctica, los jóvenes bolcheviques constituían la dirección de este organismo. El cuadro Vassia Alekseiev daba al grupo un sentido de la disciplina y un objetivo que, de otro modo, le hubiera faltado. Todos los informes y presentaciones debían ser aprobados antes por Alekseiev[44]. Vassia consagraba horas a los jóvenes del grupo cuando estos se aprestaban a debatir con sus rivales. Fue Vassia con toda su experiencia política, quien desarrolló un plan de ataque para quebrar la hegemonía de Trabajo y Luz[45].

El 13 de julio, Andrei Afanassiev, el joven diputado al soviet del distrito de Peterhof, anunció que la organización juvenil había elaborado un estatuto con la ayuda del dirigente bolchevique Jaritonov[46]. El nuevo estatuto serviría de alternativa al de Trabajo y Luz que los distritos estaban por discutir en vistas a su ratificación. El estatuto del comité de Narva-Peterhof había incorporado numerosas reivindicaciones económicas y políticas del movimiento de jóvenes que habían sido excluidos del de Trabajo y Luz. Éstas eran: la jornada de 6 horas, la prohibición del trabajo nocturno para los menores, delegados asalariados de la juventud en los comités de fábrica y otros organismos representativos, la educación gratuita y universal y los derechos cívicos para los jóvenes a partir de los 18 años. Según los estatutos, la autoridad del comité de distrito emanaría de la asamblea general, la que elegiría un buró de organización por tres meses. Este último tendría que dirigir el trabajo, realizar objetivos y tareas determinadas por la asamblea general y convocar las reuniones[47].

Cuando la organización de Narva-Peterhof adoptó su reglamento, muchos de sus miembros la abandonaron, porque no estaban de acuerdo con su carácter pro bolchevique. El lazo de la organización con este partido se sentía en gran número de sus miembros, unidos a los bolcheviques, quienes participaban en manifestaciones y actividades políticas. Por ejemplo, muchos de ellos se lanzaban a las calles para hacer agitación a favor del partido. El 2 de agosto, su apoyo a los bolcheviques se manifestó bajo la forma de una resolución publicada en Rabotchii i Soldat, que condenaba la represión desencadenada sobre el partido desde principios de julio[48].

Se tienen menos elementos sobre los jóvenes que crearon la oposición desde fuera contra Trabajo y Luz. El grupo denominado "Interdistritos" (Mejraionnyi) parece haber tenido lazos con el grupo del mismo nombre, de Trotsky, Lunachartsky, Uritsky y otros. Los miembros de este grupo tenían más edad que los de la Liga. El grupo se creó para luchar por el derecho a voto y los derechos cívicos para los jóvenes a partir de los 18 años. Según Evgenia Gerr y Eduard Leske, este grupo se reunió por primera vez el 1 de junio. Sus efectivos eran pocos: a mediados de julio, no eran más de 300 miembros[49].

Los lazos entre el grupo interdistrital y el comité de Narva-Peterhof son muy vagos. Es probable que un acuerdo político se concluyera en julio, entre el grupo y Alekseiev que, según Skorinko, se acercaba entonces a los interdistritales[50]. Este mismo mes, el Interdistritos de Trotsky, Lunachartsky y otros había realizado su fusión histórica con los bolcheviques. Si el grupo interdistrital juvenil tenía lazos con el grupo de Trotsky, se puede esperar un acercamiento a la Liga Socialista. Luego del acuerdo, las dos organizaciones, con representantes de los comités de jóvenes de los distritos que habían roto con Trabajo y Luz (Alexandre Nevsky, Petrograd, Koloma y la isla Vassilievsky) crearon un buró de organización para convocar la conferencia municipal de agosto. Alekseiev y el grupo de oposición esperaban reemplazar el consejo municipal por el comité interdistrital como organismo de dirección para el movimiento juvenil.

Driazgov y los dirigentes "chevtsovistas" de Trabajo y Luz comprendieron la extensión de su derrota después de la bancarrota del 27 de julio. Desde su punto de vista, la oposición constituía una escisión a la que había que poner fin. A fines de julio y principios de agosto comenzó un intenso período de discusión en los distritos. Driazgov y los otros dirigentes decidieron asistir a la conferencia, ya que habían sido invitados. Defendieron en vano a Trabajo y Luz, ya que la conferencia terminó con la creación de la Liga Socialista de la Juventud Obrera a nivel municipal.

La conferencia se reunió en los locales del distrito del partido bolchevique en Narva-Peterhof del 18 al 20 de agosto. Los militantes de Trabajo y Luz del distrito de Vyborg constituían casi la mitad de los 130 a 170 delegados. Se sabe poco sobre la conferencia en sí misma y, aunque muchos historiadores la caracterizan como una conferencia de solidaridad y de unidad, los recuerdos de algunos participantes indican que hubo conflictos y peleas entre los representantes de cada organización. Finalmente, los delegados eligieron un nuevo consejo municipal, llamado comité de Petrogrado. Sus miembros, 9 bolcheviques y 2 anarquistas, eran: E. Leske (presidente), V. Alekseiev, M. Glebov, P. Burmistrov, E. Pylaiev, E. Gerr, O. Ryvkin, P. Smorodin, G. Katzovitch y L. Levenson[51].

Más significativo, los cambios fundamentales en la línea de la organización juvenil se reflejaban en el estatuto y el programa de la nueva organización[52]. Las necesidades y aspiraciones del movimiento de los jóvenes expresadas en los documentos de Trabajo y Luz reaparecían en los documentos de la Liga. Así, la tarea principal de la Liga consistiría en el desarrollo de la conciencia de clase de los miembros, la necesidad de mejorar el nivel cultural de la juventud y la lucha por el socialismo. Como segundo objetivo, la Liga presentaba la protección de los intereses económicos, legales y políticos de la juventud. Sin embargo, las tareas políticas y económicas que se fijaba la Liga eran mucho más precisas que las de su predecesor. Había incorporado en sus estatutos las reivindicaciones del movimiento con una gran precisión que reflejaba un nivel de madurez de organización que no se encontraba en Trabajo y Luz.

Pero la especificidad del estatuto de la Liga Socialista comprendía también elementos de flexibilidad. Aunque Trabajo y Luz había expresado los derechos económicos de la juventud obrera en forma imprecisa, al mismo tiempo, esta organización se había comprometido a ayudar a sus miembros a fabricar las herramientas que le permitieran defender sus propios intereses políticos y económicos. Esta posición reflejaba una visión más dinámica de la responsabilidad de la dirección ante los miembros. En oposición, la visión de la Liga era más legalista. En la definición más específica de las tareas, la Liga parecía concebirlas bajo una forma más estática y permanente y no tomaba ninguna disposición para ajustar estas tareas a las necesidades futuras. Otro ejemplo de la rigidez de la Liga aparecía en su conceptualización de la conciencia de clase. La Liga reducía el desarrollo de la conciencia de clase a la conciencia política y a la educación, las que se obtendrían por conversaciones, discusiones y materiales para leer que suministraría la propia organización. Para los autores del reglamento de Trabajo y Luz, la conciencia de clase englobaba el conocimiento de numerosos terrenos, la capacidad de defender sus propios intereses y la aspiración a la dignidad humana.

Comparados con el Manifiesto y con los estatutos de Trabajo y Luz, el programa y los estatutos de la Liga parecían la cristalización de un proceso anterior, un pasaje de un estado de movilidad y fluidez a una situación más institucionalizada e incluso rígida. La Liga tenía conciencia de su rol como protector y defensor de las aspiraciones de la juventud obrera. Su visión del contexto social también era más formal y estructurada. Por ejemplo, definía sus objetivos en términos de formulación de proyectos que iba a presentar ante las instituciones del Estado. Sería entonces el Estado quien realizaría las sugerencias de la organización.

Para alcanzar sus objetivos, las dos organizaciones habían establecido estructuras piramidales de poder. Pero la estructura de organización de la Liga concentraba todavía más poder en los organismos de dirección que la de Trabajo y Luz. El organismo dirigente de la Liga, la comisión de inspección, tenía funciones más amplias que las de su equivalente, el presidium de Trabajo y Luz. Las nuevas funciones incluían el derecho de organizar reuniones para la ciudad, asegurar propaganda y conferencistas, establecer lazos con otras organizaciones de jóvenes en Rusia y en el extranjero, formar comités de jóvenes en donde no existieran. En Trabajo y Luz, todas esas funciones eran jurisdicción del consejo municipal o de los distritos. La más importante a largo plazo era la introducción de una nueva función, la de inspección de los asuntos de la Liga y de las actividades del comité de Petrogrado por la comisión de inspección.

La Liga precisaba que los comités de distrito eran entidades autónomas pero, en Trabajo y Luz, los comités de distrito tenían más iniciativa y más poder que en la nueva estructura. Por ejemplo, los distritos de Trabajo y Luz realizaban y mejoraban las tareas en su campo, y determinaban con el consejo municipal la fracción de los ingresos que le daría a su centro. En la Liga, los comités de distrito no podían invitar a los conferencistas ni organizar discusiones, lo que correspondía al ámbito del comité de inspección. Había, en las estructuras de Trabajo y Luz, más contacto entre las organizaciones locales y el consejo municipal. De hecho, los lazos entre el distrito y el centro estaban fijados de manera permanente, ya que los miembros de uno eran miembros del otro. Los lazos relativamente débiles entre los distritos y los órganos de dirección de la Liga tuvieron que llegar, en 1918, a una crisis muy grave, cuando los comités de distrito se disgregaron, mientras que el comité de Petrogrado seguía existiendo.

Los aspectos coercitivos de la organización también estaban más elaborados en el estatuto de la Liga. Por ejemplo, Trabajo y Luz definía dos circunstancias para expulsar a un miembro: no cumplir con las cotizaciones y tener un comportamiento político que afecte la unidad política, una prohibición que solo se aplicaba a los miembros del consejo municipal y no a los miembros en general.

En Trabajo y Luz, los lazos entre la base y el consejo juvenil eran indirectos. En la Liga, la conexión entre la base y el centro estaba más debilitada aún. De tal suerte que mientras Trabajo y Luz había exigido la presencia de la mitad de sus miembros para que una asamblea tenga plenos poderes, la Liga reducía estas exigencias a un tercio de los miembros del comité de Petrogrado. Si no estaban presentes, se convocaba a una segunda reunión, válida con el número de presentes que hubiera. Esto respondía a la disminución de la participación de la base en las reuniones y otras actividades del movimiento joven como a las instituciones obreras en general.

El cambio más importante entre las dos organizaciones fue de carácter ideológico. En el punto 2 de los estatutos de la Liga, la organización reconocía, aunque indirectamente, su orientación pro bolchevique al anunciar su intención de pertenecer a la Internacional de la Juventud, una organización europea occidental que fue el antecedente de la Internacional de la Juventud Comunista (KIM). La política era el criterio central en la imagen que la Liga daba de sí misma. La organización tenía proyectos de creación de bibliotecas y salas de lectura en donde los miembros solo accederían a literatura socialista. Pero por "socialismo", la organización no entendía el amplio espectro que era el de Trabajo y Luz, sino solamente a su sector más avanzado, el sector pro bolchevique.

Todos los delegados que asistieron a la conferencia del 18 de agosto en donde fueron adoptados el nuevo programa y los nuevos estatutos no estaban de acuerdo con la línea política. Dirigentes como Driazgov habían deseado mantener intacto Trabajo y Luz, al mismo tiempo que reconocían la necesidad de tener una línea política más radical. Pensaban que la Liga tenía demasiado carácter de "partido" y había relegado a segundo plano las tareas culturales y pedagógicas. Con otros simpatizantes de la antigua línea, Driazgov abandonó la conferencia, rechazando los estatutos de la Liga Socialista. Su grupo regresó al distrito de Vyborg, en donde continuó con sus actividades como movimiento de jóvenes independientes de la nueva organización. Sin embargo, luego de algunas semanas, se unió de nuevo oficialmente a la Liga[53].

La redefinición política del movimiento de juventud tuvo consecuencias negativas sobre sus efectivos. Se estima que en la primavera, Trabajo y Luz tenía 50.000 miembros[54]. Al finalizar la conferencia de agosto, la Liga Socialista contaba con 13.000 miembros[55]. El historiador soviético Atsarkin atribuye esta disminución al hecho de que numerosas organizaciones no enviaron delegados a esta conferencia. Es muy probable que hayan existido muchos grupos, como el de Driazgov, sobre todo en Vyborg, que no aceptaran los nuevos programas y estatutos. Pero también es probable que una parte de ellos se hayan insertado, después de un cierto tiempo, en una nueva estructura. Los historiadores soviéticos calculan que en octubre, la nueva organización tenía entre 20.000 y 30.000 miembros. Pero esta cifra parece rudimentaria, sobre todo se da cuenta que a fines de 1917, la organización contaba con menos de 2.000 miembros en toda la ciudad. Esto no implica que la disminución de efectivos se haya debido exclusivamente a la transformación ideológica de la organización. Muchos jóvenes militantes eligieron expresar su militancia en las Guardias Rojas más que en una organización juvenil. Igualmente, la redefinición del movimiento llevó a alejarse a las fracciones de los efectivos iniciales, aunque sea difícil situar el punto que provocó el fenómeno.

Para los sectores más perspicaces del movimiento juvenil, empujar a la redefinición implicaba un riesgo. Pero era un riesgo calculado a partir de condiciones favorables dentro del movimiento juvenil como del movimiento revolucionario en general. Hasta aquí, se ha discutido sobre la dinámica interna que condujo al movimiento juvenil a eliminar a su dirección inicial. Dos factores externos tuvieron un impacto determinante en el desarrollo del movimiento: el rol del partido bolchevique en la definición ideológica del movimiento de la juventud y la convergencia de este movimiento y del amplio proceso que atravesaba la clase obrera de Petrogrado. Un elemento esencial, es el papel desempeñado por los jóvenes bolcheviques, sobre todo en la Liga Socialista. Para comprender su aporte, hay que analizar la política bolchevique hacia el movimiento juvenil y la interacción entre el partido y la juventud obrera organizada. Finalmente, se discutirá sobre el movimiento de los jóvenes a la luz de los acontecimientos que han conducido a este sector, como a la clase obrera en general, a adoptar la línea bolchevique en el transcurso del año 1917.

 

La dirección bolchevique y el movimiento juvenil en 1917 

En Vyborg, como en los otros distritos, los dirigentes bolcheviques apoyaron al creciente movimiento juvenil. Chugurin, el dirigente bolchevique del distrito de Vyborg, estimuló y alentó la acción de los jóvenes desde el principio. Otros dirigentes, como Jaritonov, Skorojodov, Kuklin, Kaiurov y particularmente Krupskaia, estaban involucrados con la juventud organizada. Sin embargo, el partido bolchevique no tenía una teoría coherente en lo concerniente al movimiento juvenil en la primavera de 1917. La política del partido hacia la juventud se desarrolló a partir del contacto de sus dirigentes con el movimiento y reflejó las diferentes lecturas que los diversos dirigentes hacían de estos contactos. A principios de junio, el comité de Petrogrado del partido bolchevique creó una comisión especial para trabajar con la juventud. Estaba formada por I. Rajia, A. Abramovitch, G. Pylaiev (hermano de E. Pylaieva, de la Liga), M. Jaritonov y N. Krupskaia. Los dos últimos desempeñaron un papel decisivo en la redefinición del movimiento.

Krupskaia se distinguió más que cualquier otro dirigente bolchevique por su atención y su actividad en la juventud. Su aporte principal consistió en la dirección ideológica que sus artículos dieron, en la prensa bolchevique, sobre los obreros menores por edad y los aspectos del joven movimiento obrero. Como reflejo de su presencia en las primeras reuniones de la juventud de Vyborg, los dos primeros artículos de Krupskaia subrayaban la necesidad de organizar a la juventud alrededor de sus intereses económicos y de la lucha por la educación universal ligada a la solidaridad con la clase y la calificación profesional[56]. A partir de mayo, Krupskaia expresaba su preocupación por el carácter moderado del movimiento, temiendo que, bajo la pretensión de "neutralidad", sectores de la burguesía intentasen desviar al joven movimiento obrero, separarlo de sus lazos con el partido bolchevique. En la cima de popularidad de Chevtsov, Krupskaia escribía: "Por el hecho de vuestro trabajo en fábrica, es la vida misma la que lleva y, lo quiera usted o no, la misma lucha de clases del proletariado, y usted no puede romper con ella sin traicionar la solidaridad de clase"[57]. Ante el movimiento juvenil, según ella, se abrían dos caminos: uno en dirección a empresas culturales y educativas con tendencias burguesas, que conduciría a un retroceso temporario, otro a la creación de un órgano para la discusión de luchas políticas y económicas. La juventud elegiría el segundo camino. 

Algunos días después de la adopción del Manifiesto por el consejo municipal de Trabajo y Luz, Krupskaia publicó su último artículo de la serie. Su propuesta: presentar un modelo organizativo para contrarrestar el manifiesto. La joven organización obrera debería luchar por la jornada de 6 horas, el fin del trabajo nocturno, el aumento de salarios, la representación en los sindicatos y en los soviets y la educación universal basada en los intereses de la clase obrera. Krupskaia defendía la creación de una estructura que garantizara el desarrollo de costumbres de organización y de iniciativa a través de la participación libre en instituciones netamente juveniles. Para esto, todas las actividades de los jóvenes como los círculos de discusión, salas de lectura y clubes deberían ser organizadas y dirigidas por la juventud[58].

El análisis de la visión de Krupskaia del movimiento juvenil muestra cuan cerca estaba ella de la de organización de Vyborg. Desde su regreso a Petrogrado, Krupskaia había concentrado sus energías en el distrito de Vyborg. Había sido elegida a la Duma del distrito y trabajaba allí en el departamento de instrucción, en el comité de ayuda a las mujeres de soldados y con la juventud. Su experiencia en las organizaciones obreras la había conducido a tener confianza en la capacidad de las masas en general, y de la juventud en particular, para dirigir sus propias organizaciones[59]. Por lo tanto, ella reivindicaba la autonomía del movimiento de los jóvenes. Krupskaia defendía el carácter de masas, amplio, de la organización juvenil, porque estaba convencida que el instinto de clase de la juventud obrera la conduciría a tomar posiciones correctas en la lucha revolucionaria. En su informe a la segunda conferencia municipal del partido en julio, Krupskaia subrayaba que la falta de cuadros del partido en el movimiento juvenil había permitido que sus miembros tomaran una línea y una dirección moderadas e incluso derechistas. Pero la juventud ya manifestaba su instinto de clase y comenzaba a cuestionar y a protestar. Al mismo tiempo que reclamaba la dirección ideológica del partido, Krupskaia mantenía la necesidad de que el movimiento conservara su autonomía:

"La organización de los jóvenes de Vyborg ha creado ocho secciones científicas y complejas y las discusiones alrededor de su creación demuestran que la juventud se apoya en una base proletaria sana. Podemos influenciar a la juventud, pero no debemos forzar su desarrollo. Hoy mismo, bajo la infuencia de su secretario Chevtsov, ha aceptado un estatuto de organización netamente burgués, pero el instinto proletario de la juventud la forzará a interpretarlo de otra manera"[60].

Todos sus camaradas no compartían el modo de ver de Krupskaia y, dentro del partido, aparecieron tres posiciones en relación al movimiento juvenil: la de Krupskaia, que defendía una organización amplia, autónoma y moralmente afiliada al partido; su opositor, representado por los delegados de Moscú, de Letonia y otros, que preferían organizaciones estrechas compuestas por jóvenes bolcheviques; y la posición intermedia defendida por Jaritonov y Alekseiev que se pronunciaba por una organización de masas, autónoma, pero socialista-internacionalista en su definición. En realidad, la controversia giraba alrededor del control del partido sobre la organización de los jóvenes así como su percepción de la interacción entre partido y organización de masa externos al partido.

La organización juvenil de Moscú fue creada por el comité moscovita del partido y nunca tuvo muchos miembros (en la propia ciudad, nunca más de 2.000). Samojlova, que representaba el punto de vista moscovita, declaró en el VII Congreso del partido en agosto:

"Considero que las organizaciones (de juventud) deben crearse obligatoriamente ligadas al partido. Lograremos así que, bajo nuestra influencia y nuestra dirección directa, se formen los cuadros que llegarán a sucedernos. En Moscú, la juventud ha buscado la cooperación del comité moscovita para crear su organización [...] Me han dicho que en Petrogrado no hay suficientes cuadros para dirigir la organización juvenil, pero que sólo habría cuando la organización se convirtiera en una organización del partido"[61].

Esta posición prefería una organización pequeña, controlada por el partido a la organización de masas de Petrogrado sobre la que el partido no ejercía ningún control de organización[62].

Si la posición de Krupskaia había prevalecido en julio, en agosto, los delegados del VII Congreso rechazaron las posiciones de Krupskaia y de Samojlova y adoptaron la posición intermedia de Jaritonov y Alekseiev. Fundamentalmente, la resolución sobre la juventud adoptada en agosto de 1917 y que siguió siendo válida hasta 1919, constituía un compromiso entre las dos posiciones opuestas formuladas por Krupskaia y Samojlova. Sin embargo, este compromiso era más favorable a la visión de la organización más controlada y definida que a la del movimiento totalmente autónomo.

La resolución sobre las ligas juveniles comienza por un recordatorio de la creación de organizaciones independientes de jóvenes en los primeros días de la revolución. Luego, refiriéndose indirectamente a Trabajo y Luz, declara que la burguesía, comprendiendo la importancia de la juventud en la lucha de clases, trataba de utilizar la organización para su beneficio. Por eso, la resolución lanza un llamado a las organizaciones bolcheviques para que le presten más atención a este movimiento. Mientras afirma la autonomía del movimiento en relación al partido, insiste sobre la necesidad y la urgencia de la adhesión de estas organizaciones a la Internacional de la Juventud. Las organizaciones juveniles tendrían como responsabilidad la lucha contra el chauvinismo y el militarismo como la defensa de los intereses económicos y políticos de la juventud[63].

La resolución fue presentada a los delegados después de haber sido discutida en una subcomisión del congreso. Del informe de Jaritonov, que presentó la posición mayoritaria (y única, porque, por falta de tiempo, la de la minoría no se presentó), parecía que la subcomisión se había dividido entre las posiciones de Krupskaia y Jaritonov, y que una minúscula minoría aprobaba la tercera posición de Moscú y los letones. En la discusión plenaria de la resolución, Krupskaia brilló por su ausencia. En la segunda conferencia municipal, en julio, en la discusión sobre el movimiento de jóvenes, tanto Krupskaia como Jaritonov se habían referido a Trabajo y Luz como a la organización representativa de la juventud obrera de Petrogrado, y habían dado la cifra de 50.000 miembros. Por el contrario, en el VII Congreso, Jaritonov hizo referencia a la Liga como la organización de los jóvenes, a pesar del hecho que, según su propia confesión, ésta contaba nada más que con 1.500 miembros[64].

Si, en la segunda conferencia municipal del partido, Jaritonov había expresado su oposición a la creación de un nuevo centro de organización para el movimiento, es decir, la posición de Krupskaia en julio y agosto, en el VII Congreso, se sobreentendía que era necesario formar un nuevo centro. Efectivamente, después de la victoria de la posición de Jaritonov en el congreso, el apoyo del partido pasó abiertamente a la organización de Narva-Peterhof y no a la de Vyborg. No fue casualidad si, en el curso de la discusión en el congreso, la juventud organizada fue representada por V. Alekseiev y no por un representante de Vyborg ni incluso por Krupskaia.

Dos semanas después del VII Congreso, la Liga Socialisa de la Juventud Obrera fue constituida a nivel de la ciudad. En la víspera, la Pravda había publicado la resolución del congreso sobre la juventud. Se ignora la reacción de Krupskaia frente a estos cambios. Dos días antes de la conferencia que fundó la Liga Socialista, Krupskaia había dado instrucciones para que dirigentes de Trabajo y Luz formen batallones de Guardias Rojas en el distrito de Vyborg[65]. Evidentemente, ni ella, ni los dirigentes juveniles del distrito, preveían su reemplazo por la Liga. A nivel de distrito, es posible que los comités de jóvenes hayan continuado funcionando como antes. Pero el movimiento había adquirido un nuevo organismo de dirección a nivel municipal con el sello de aprobación del partido bolchevique.

En la primavera, el sector predominante en el partido bolchevique se había opuesto a la creación de un nuevo centro de poder en el movimiento juvenil porque quería evitar la posible división y el debilitamiento del movimiento. Evidentemente, los sectores más radicales de la juventud organizada, dirigidos por Alekseiev, tuvieron influencia sobre la posición oficial del partido. El proceso de redefinición del movimiento de jóvenes se hizo en una dinámica doble en la que sectores del partido coincidieron con los sectores jóvenes mayoritariamente agrupados en Narva-Peterhof que impulsaban una línea más clara dentro del movimiento.

Trabajo y Luz había sido una organización auténticamente proletaria. Desde el punto de vista de la perspectiva leninista de los bolcheviques, en el movimiento de los jóvenes como el partido, esta organización, sin embargo, representaba el impulso instintivo y espontáneo de las masas para organizarse, al que Lenin había opuesto su visión de la conciencia de clase en obras como ¿Qué hacer? Conforme con la perspectiva bolchevique, Trabajo y Luz reflejaba por sus prioridades tan ambiguas, un bajo nivel de conciencia de clase. Krupskaia, que había visto su espíritu revolucionario, también había destacado el bajo nivel de conciencia de clase en la juventud de la organización Trabajo y Luz. Por eso, ella se refería a su instinto, no a su conciencia de clase. Por eso, la redefinición ideológica del movimiento de los jóvenes representaba para los bolcheviques la transformación de un esfuerzo espontáneo y políticamente indefinido en una organización con una línea y un proyecto claros. Este paso era esencial para que la Liga pueda desempeñar un papel ideológico en la nueva configuración de clase. A corto plazo, era esencial para que la Liga Socialista tenga el potencial de transformarse en un instrumento poderoso de lucha contra el Gobierno Provisional. A largo plazo, tendría la responsabilidad de dar una formación política e ideológica a la juventud rusa en general.

Las primeras etapas del movimiento socialista joven se hicieron lejos de las estructuras del partido. Aún cuando su redefinición política fue dirigida por jóvenes que se identificaban con el partido bolchevique, el proceso había conservado su autonomía. Diferentes dirigentes bolcheviques manifestaron su interés por el movimiento y llegaron a influir en su curso. No obstante, los dirigentes bolcheviques no controlaban directamente a la Liga. Asimismo, ninguno de los dirigentes de la oposición contra Trabajo y Luz podría ser considerado como una luminaria bolchevique. Militantes como Alekseiev y Skorinko eran trabajadores que representaban a jóvenes trabajadores como ellos.

La radicalización del movimiento juvenil y la clase obrera 

La trayectoria del movimiento de los jóvenes, como la de la revolución en general, es muy compleja y contradictoria. Sus líneas generales se han desarrollado paralelamente en el curso que la clase obrera ha tomado entre febrero y octubre. Todo comenzó por un llamado a la unidad por parte de todas las fuerzas progresistas. Se pudo reunir casi la mitad de la juventud obrera de la capital en la primera fase, porque se había comenzado una campaña por los derechos de un sector de la clase obrera olvidado por la revolución. Tuvo sus primeras desilusiones a fines de la primavera. Hacia fin del verano, se desembarazó de los dirigentes moderados y se unió al partido bolchevique. A través de sus nuevos dirigentes, el movimiento tomó un curso muy diferente al que había tomado el antiguo sector. Fue la incapacidad de la antigua dirección en proyectar la radicalización de un importante sector del movimiento lo que contribuyó al rechazo de la dirección central, por parte de la mayoría de los distritos. La consecuencia de ello fue alimentar el proceso de radicalización. 

Los jóvenes metalúrgicos del distrito de Vyborg impulsaron el movimiento de jóvenes menos de un mes antes de que las fábricas del distrito hayan comenzado a girar después de la revolución de febrero. El rol de los metalúrgicos en Petrogrado en el proceso revolucionario ruso ha sevido de base a un considerable número de estudios[66]. Muchos de los caracteres atribuidos a los trabajadores de la metalurgia en general se aplican también a sus jóvenes camaradas. Estudios recientes subrayan que, por la prórroga para el servicio militar, los trabajadores de la metalurgia fueron relativamente poco afectados por la movilización militar durante la guerra mundial[67]. La juventud en la industria metalúrgica, a pesar de que no había empezado a trabajar recientemente, se transformó, desde el principio del movimiento huelguístico, en uno de los sectores más combativos de la clase obrera. No nos sorprende que las mismas fábricas que habían sido la espina dorsal del movimiento de huelgas durante la guerra (Baranovsky, Parviainen, Putilov, Novy Lessner y Erikson) más tarde suministraran los dirigentes al movimiento de jóvenes[68]. Muchos de estos jóvenes venían de un ambiente metalúrgico como Ivan Skorinko y Vassili Alekseiev, ambos por segunda generación en Putilov. El hecho de que la gran mayoría tuviese una educación de base, unido a la experiencia política adquirida en el movimiento de huelgas y su base metalúrgica-obrera definieron el carácter militante de estos jóvenes. La importancia de la demanda económica en trabajadores calificados se traducía a nivel de seguridad del empleo para este grupo de trabajadores. Así, cuando Grigori Driazgov perdió su trabajo en la fábrica Novy Lessner luego de una huelga, encontró en breve plazo trabajo en Novy Parviainen.

Los distritos más radicales en Petrogrado eran aquellos en los que los metalúrgicos constituían la mayoría de la fuerza de trabajo: Vyborg, Peterhof, Petrogrado y las zonas industriales de la isla Vassilievsky. Es precisamente en estos distritos en donde nació el movimiento juvenil. El hecho de que este movimiento haya nacido en distrito de Vyborg refleja el rol de vanguardia revolucionaria jugado por ese distrito. Fueron los obreros de Vyborg los que impulsaron la revolución de febrero y se mantuvieron durante varios meses a la cabeza del proceso revolucionario.

Desde el inicio, el movimiento de los jóvenes habría tenido el apoyo de Chugurin, el dirigente del comité bolchevique del distrito de Vyborg. Es el propio Chugurin quien, en febrero, había percibido el estado de ánimo militante de su distrito y su disposición revolucionaria, aunque el buró ruso del comité central de su partido no haya visto, en los acontecimientos del 23 y 24, más que revueltas por el pan. En abril, una vez más, Chugurin percibió el radicalismo de la juventud obrera en su distrito y le propuso su apoyo sin reservas. Así, la primera reunión general del movimiento juvenil en abril fue convocada por el soviet del distrito de Vyborg, que ya tenía mayoría bolchevique, el primer distrito de la ciudad que se había identificado con el partido. Así, antes de su manifestación de masas del 1 de mayo, el movimiento de jóvenes tenía ya el reconocimiento oficial del soviet y del comité bolchevique del distrito de Vyborg.

Cada etapa importante del movimiento de jóvenes -su nacimiento, su definición y su redefinición- correspondieron a una etapa fundamental del desarrollo de la revolución. El movimiento joven organizado nació en las vísperas de una ola de protestas populares que culminó en abril con la dimisión de Gutchov y Miliukov. La feliz y triunfante participación de la juventud obrera en la manifestación del 1 de mayo (el 18 de abril) precedió dos días a las protestas de abril. A comienzos de abril, Lenin regresó y había atacado a su partido por su estancamiento respecto a la clase obrera. Dos semanas después de las tesis de abril, el naciente movimiento juvenil logró movilizar 100.000 jóvenes para la manifestación del 1 de mayo. Sin embargo, ya sea a nivel local o nacional, el partido bolchevique no había previsto el potencial revolucionario de este sector proletario y no había planteado las bases de una organización municipal de la juventud obrera. Hay que reconocer que a nivel local el partido había sido sensible a ese potencial y que había apoyado al movimiento en sus inicios. Este hecho reconforta a Lenin ya que, mientras que los organismos centrales del partido se habían alejado del movimiento popular, las organizaciones locales habían permanecido sensibles a la disposición revolucionaria de las masas.

Las multitudes que se lanzaron a la calle con pancartas condenando a Miliukov y la guerra el 19 y 20 de abril, lo habían hecho "espontáneamente". Asimismo, el movimiento de jóvenes había hecho un esfuerzo espontáneo -es decir, que en ninguno de los dos casos, las masas habían respondido a iniciativas de los partidos políticos[69]. La atmósfera durante el aniversario del 1 de mayo, a pesar de la tensión causada por la guerra y la inflación, era de alegría y esperanza. Los trabajadores, desde la primavera, desafiaban a la patronal.

A nivel popular, este estado de alerta se traducía en el creciente poder y prestigio de los soviets de distrito y de los comités de fábrica. Los patrones habían empezado a atacar al movimiento obrero cerrando las empresas. Los obreros reaccionaron frecuentemente ocupando la dirección o al menos, examinando los libros de contabilidad para discutir los cierres[70]. Mientras que al inicio de la revolución el Soviet central tenía la exclusividad en términos de poder y prestigio, ya en junio comenzaba a perder terreno en relación a los soviets de distrito y a los comités de fábrica. A medida que el proceso revolucionario iba polarizándose, la derecha, ya al final de la primavera, hablaba de la necesidad de la "mano dura", y por otra parte, la clase obrera rechazaba a los dirigentes que seguían buscando un compromiso con la burguesía. La corriente popular cambiaba imperceptiblemente su curso, dejando atrás de ella a los conciliadores. Los bolcheviques respondían mejor que cualquier otro partido a las aspiraciones de la clase obrera radicalizada[71].

Un indicador de la radicalización de la clase obrera se manifiesta el 7 y 8 de junio cuando los trabajadores del distrito de Vyborg comenzaron la huelga una vez más para manifestar su decepción por el gobierno de coalición. El 18 se escuchaban las consignas bolcheviques en una demostración de masas: "¡Abajo los ministros capitalistas!" "¡Todo el poder a los soviets!". De manera contradictoria, el 3 de junio, el Soviet había adoptado una resolución apoyando a Kerensky y la ofensiva. La clase obrera experimentaba una gran lealtad e identificaba al Soviet como una institución de poder suya, aunque en ese momento no era un instrumento tan cercano a sus aspiraciones como lo había sido al inicio de la revolución[72]. La separación entre la dirección y la base se manifestó también en el movimiento juvenil. Chevtsov había prohibido participar a la juventud en la manifestación del 18 de junio. Entonces gozaba de la confianza de la juventud, y aunque esta directiva iba contra la corriente popular, fue obedecido.

De hecho, las masas de la juventud obrera estaba a la izquierda de sus dirigentes locales. A nivel de las fábricas y del soviet de distrito, la juventud organizaba presionaba por un poder político y económico más grande, mientras que su dirección reclamaba vagas mejoras en la situación material, política y cultural, y el acceso a facilidades de educación. La falta de experiencia política de la dirección y sus concepciones erróneas en lo que concierne al grado de radicalización de la juventud culminó en julio con el hundimiento de la organización Trabajo y Luz.

Las contradicciones en la vida política de Petrogrado que provenían del retraso de la dirección socialista sobre la clase obrera, se agudizaron en el movimiento juvenil. A mediados de junio, los debates en los comités de distrito sobre los estatutos de Trabajo y Luz minaron la posición de Chevtsov como dirigente clave de la organización de jóvenes. No obstante, su popularidad era evidente en el consejo de organización, lo que provocó la adopción del manifiesto por unanimidad de los delegados. Dos semanas más tarde, todos los miembros participaron en las manifestaciones pro bolcheviques de comienzos de julio. En el distrito de Vyborg, cuna de Trabajo y Luz, los obreros jóvenes y adultos, de las fábricas Erikson, Renault y Novy Lessner fueron los primeros en hacer huelga[73]. Después de un breve retroceso, consecuencia de la persecución de los bolcheviques por el gobierno, las masas de Petrogrado comenzaron a rechazar abiertamente a los dirigentes moderados. El proceso comenzó en la base, en los comités de fábrica y los soviets de distrito. La radicalización del movimiento juvenil no fue más que una de las múltiples manifestaciones de este proceso.

Mientras que los mencheviques y los SR habían concentrado sus energías en el Soviet central de Petrogrado, los bolcheviques habían dado mucho más peso al trabajo local y habían llegado a controlar los soviets de distrito y la conferencia interdistrital. Las organizaciones más radicales tendían precisamente a ser las más cercanas y las más sensibles a las reivindicaciones de los trabajadores. Se volvieron la base sobre la que se apoyaban los bolcheviques. Después del levantamiento de julio, los bolcheviques fueron acusados de ser agentes alemanes y de haber provocado los disturbios. Aunque inicialmente, el aumento de los miembros del partido se haya detenido, el golpe fue superficial y desde fines de julio el partido nuevamente comenzó a ganar popularidad a nivel de distrito[74]. El hecho de que a fines de julio el movimiento joven se reorganizó como Liga Socialista de la Juventud Obrera reflejaba la tendencia general.

El proceso de radicalización tanto para el proletariado en general, como para la juventud en particular no fue unilineal sino que también tuvo sus contradicciones profundas. Irónicamente, Trabajo y Luz se creó en el distrito más radical de Petrogrado, entre los jóvenes metalúrgicos de Vyborg. Como más tarde dirá Krupskaia, esta juventud fue claramente revolucionaria y nunca aceptó las ideas de derecha[75]. Las conquistas obtenidas por la juventud de Vyborg que fueron arrancadas gracias a su organización y no por su falta de pasión revolucionaria, explican su lealtad con respecto a Trabajo y Luz. En este distrito extremista, los jóvenes obtuvieron la representación en los comités de fábrica y en los soviets de distrito, lograron facilidades para la educación y la jornada de 6 horas en varias fábricas. Efectivamente, habían comenzado con éxito las mismas luchas económicas y políticas que la Liga levantaba en agosto como parte de su programa. Los Estatutos y el Manifiesto de Trabajo y Luz no reflejaban ni las conquistas concretas ni las reivindicaciones políticas de la juventud de Vyborg. Sin embargo, para esta última, estas insuficiencias parecían secundarias con relación a la capacidad de esta organización de unificar al joven proletariado[76]. El militante del distrito de Vyborg, Nikolai Fokin sugiere que la escisión provino en parte de la rivalidad que existía entre su distrito y el de Narva-Peterhof. Según su opinión, la base de la organización de Vyborg era consciente del nuevo estatuto y lo combatía vivamente porque lo identificaba con el otro distrito. La organización de Narva-Peterhof nunca se integró completamente a Trabajo y Luz. Los jóvenes de Vyborg probablemente consideraron los esfuerzos de la otra organización como una injerencia nefasta e inútil[77].

Los éxitos obtenidos por la juventud de Vyborg se debían a su capacidad de reunir un número de miembros bastante impresionante, así como al apoyo que le dieron los comités de fábrica y el soviet de distrito, los que, controlados por los bolcheviques, hacían valer sus reivindicaciones. Con excepción del distrito de Peterhof y Petrogrado, la juventud no arrancó las mismas reivindicaciones en los otros distritos de la ciudad. Parece evidente que, para alcanzar sus objetivos, la organización debía tomar posiciones más agresivas a nivel local municipal. Pero la dirección inicial era incapaz de impulsar una campaña de esas dimensiones. Esto pareció más evidente durante el curso de la primavera. La transición que culminó con la creación de la Liga Socialista como organización municipal, fue muy difícil para la organización de Vyborg. Sin embargo, después, sectores importantes de la vieja organización, como los jóvenes agrupados alrededor de Driazgov, se unieron a la Liga. De hecho, la organización del distrito de Vyborg se volvió uno de los comités de distrito más fuerte de la Liga Socialista. Los militantes del distrito de Vyborg, como Driazgov, apoyaron la revolución de Octubre y suministraron cuadros para el Ejército Rojo y para la burocracia del nuevo Estado.

En la misma época en que se fundó la Liga Socialista, se hicieron las elecciones a la Duma de Petrogrado, el 22 de agosto. Los bolcheviques llegaron en segundo lugar con el 35% de los votos, contra el 39% a los SR[78]. Es decir, que en el momento en que el movimiento de los jóvenes se identificaba con los bolcheviques, este partido demostraba su popularidad creciente en el seno de la clase obrera en las elecciones municipales. A fin de ese mes, la ofensiva de extrema derecha de Kornilov radicalizó más aún a la clase obrera. La juventud obrera jugó un rol determinante en las filas de las Guardias Rojas que combatieron a Kornilov. Asimismo, su participación en las luchas de octubre fue irremplazable.

Aunque los bolcheviques no obtuvieron la mayoría en el Soviet central antes de septiembre, el movimiento juvenil se había identificado como pro bolchevique a fines de agosto. La diferencia de algunas semanas puede atribuirse al hecho de que los bolcheviques llegaron más rápido a consolidar sus posiciones en las bases. Esto se explica también por la tendencia natural a la radicalización de la juventud obrera que había demostrado su combatividad en el comienzo de la revolución en febrero, en el levantamiento de julio y en la lucha contra Kornilov en agosto. La "bolchevización" del movimiento joven se ubica evidentemente en el proceso general que vivía la juventud obrera en Petrogrado durante los seis primeros meses de la Revolución Rusa. Para Octubre, los bolcheviques contaban con el decisivo apoyo de la juventud socialista obrera.

Conclusión 

Aunque sea evidente que la juventud constituyó una de las fuentes de apoyo principales de los bolcheviques en la revolución de Octubre y después, este apoyo no se expresó a través de la organización de la juventud. En efecto, el movimiento obrero joven pasó por un período de desmovilización a partir de fines de verano de 1917, del que no salió antes del final de la guerra civil. De 50.000 miembros en la primavera de 1917, la organización joven pasó a menos de 2.000 a fines de año. 

Diferentes factores contribuyeron a esta caída. Uno de los más importantes fue que la juventud revolucionaria fue canalizada hacia las Guardias Rojas. Se puede analizar el movimiento de los jóvenes en el marco de la tendencia del proceso revolucionario que inspiró la creación de nuevas organizaciones obreras que respondían mejor a las necesidades del momento histórico. Así, los obreros adultos prefirieron los comités de fábrica a los sindicatos, porque los primeros estaban más cerca de sus luchas y ofrecían un marco más propicio a la militancia que caracterizó al período revolucionario. La juventud obrera construyó también sus comités, primero en las fábricas, luego a nivel de distrito para promover sus luchas a través de ellos. Si no, su causa no habría obtenido la prioridad por parte de las instituciones obreras más tradicionales. Con la amenaza de la contrarrevolución en agosto y la urgencia de la toma del poder en octubre, la institución de las Guardias Rojas revistió una importancia primordial para el sector más revolucionario de la clase obrera, incluida la juventud. Probablemente, la mayoría de la juventud socialista consideró su participación en las Guardias Rojas a partir de la primavera de 1917 como más urgente que su participación en la organización de los jóvenes.

Se puede suponer que, al mismo tiempo que una parte de sus miembros era canalizada hacia las otras instituciones obreras, el movimiento perdió miembros que dejaron la ciudad en búsqueda de condiciones menos precarias o que habían perdido su empleo. La crisis económica se hacía sentir más severamente en las industrias que producían para la rama militar, como era el caso de la metalurgia. Esto afectó particularmente a la juventud metalúrgica, porque los jóvenes, menos calificados, eran despedidos en proporciones más importantes que los demás.

Finalmente, la decadencia de efectivos de los miembros de la organización juvenil respondía también al letargo general que el movimiento obrero atravesó a partir de febrero. Aunque diferentes historiadores hayan abordado este tema, el fenómeno de desmovilización no ha sido analizado a fondo[79]. Sin consulta de los archivos de los sindicatos, de los comités de fábrica y de otras instituciones, sería imposible llegar a conclusiones definitivas. Sin embargo, se pueden destacar algunos puntos en relación con la organización juvenil que podría aplicarse también a las otras organizaciones. Krupskaia, que mantenía lazos con el movimiento juvenil, se oponía a la creación de un nuevo centro organizador en el verano de 1917. Temía que un nuevo centro socavara el carácter de masas del movimiento. Es indiscutible que numerosos jóvenes que se habían identificado con el movimiento en su origen, se decepcionaron por la redefinición del movimiento en agosto. Aunque una fracción de ellos volvió al movimiento, mucho más probable es que hayan entrado en las Guardias Rojas u otras instituciones o simplemente, se hayan alejado de las organizaciones obreras. Es posible que Krupskaia haya estado en lo correcto cuando se opuso a la redefinición del movimiento juvenil como socialista, porque esto iba a expulsar a una parte de la juventud. Con su perspicacia política, Krupskaia comprendía que, aunque en la práctica, la juventud apoyó la línea bolchevique, al mismo tiempo, no era todo el sector radical joven el que estaba dispuesto a concluir un acuerdo político con el partido. El carácter de masas del apoyo a los bolcheviques en general, se debía a que la línea del partido en ese momento reflejaba los intereses de la clase obrera más que cualquier otro partido. La identificación de la organización joven como una organización pro bolchevique en teoría y en práctica satisfacía al sector más radicalizado de la juventud obrera. Pero para poder reflejar a ese sector de la juventud, la Liga Socialista debía sacrificar el carácter masivo que había tenido la organización que la precedió.

Para regresar al análisis de S.A. Smith sobre las instituciones obreras en 1917 y 1918, la garantía de la fuerza del aspecto democrático en las organizaciones obreras era la participación masiva en la toma de decisiones y en su puesta a punto. A medida que declinaba esta participación, estas instituciones pasaban a un funcionamiento bajo una forma más centralizada, con su dirección que adquiría más peso en todos los aspectos del funcionamiento organizativo. La organización de los jóvenes no escapó a este proceso.

Un gran número de las principales corrientes que han definido el proceso revolucionario ruso se han reflejado en el movimiento juvenil. La juventud demostró la capacidad de las masas para crear organizaciones que respondían al momento histórico, para la toma de conciencia por las masas, para la astucia para distinguir entre corrientes políticas opuestas, para la capacidad de preparar un programa y la combatividad sobre los objetivos de clase. Al mismo tiempo, en el terreno de la organización, se encontraban elementos de centralismo que, aunque no predeterminantes, tuvieron un impacto sobre el carácter ulterior de la organización.

En enero de 1918, la organización juvenil había desaparecido de casi todos los distritos de Petrogrado. Solamente en el distrito de Vyborg subsistía la sombra de lo que había sido la organización local. Pero el centro municipal continuaba su existencia casi ficticia. De Vyborg se lanzó un ataque contra este centro moribundo. El centro, el denominado comité de Petrogrado de la Liga Socialista, pudo vencer la oposición, pero fue una victoria pírrica porque dejaron de funcionar más grupos locales aún, en la desbandada. Una de las ironías de la historia del movimiento se manifestó en el otoño de 1919, cuando, a pesar de las condiciones desastrosas con las que se chocaba la organización juvenil, la Liga Socialista de Petrogrado se unió a la organización juvenil de Moscú para crear la organización juvenil nacional, el Komsomol. A nivel nacional, la organización representaba a menos de 25.000 miembros - menos de la mitad de Trabajo y Luz en la primavera de 1917.

 


[1] La estimación comúnmente utilizada por los historiadores soviéticos es de 40% de la fuerza de trabajo. Cf. Akademiia Nauk, Institut Istorii SSSR, Istoriia rabochij Petrograda, ed. A.R. Dzemiskevich, t.2, Leningrad, 1972, p. 16. Leiberov y Chkaratan utilizan porcentajes inferiores: 17% de la fuerza de trabajo industrial fue movilizada. Cf. Leiberov y Chkaratan, "K voprosu o sostave petrogradskii promyshlenny rabochij v1917g. Voprosy Istorii, 1961, 1, p. 42-51; O.I. Chkaratan, "Izmeniia v sotsialnom sostave fabrichno-zavodskij rabochij Leningrada (1917-1928)", Istoriia SSSR, 1959, 5, p. 21-38; Z.V.Stepanov, Rabochie Petrograda v period podgotovki i provedeniia oktiabrskogo v rushennongo vostaniia, Leningrad, 1965, p. 25-26.

[2] Stepanov, op.cit, p. 36 y 49. 

[3] Ibidem, p. 38.

[4] Andrei Shojin, Kratkaia istoriia VLKSM, Moscú, 1928, p. 3.

[5] A.N. Atsarkin, Pod bolshevitskoe znamiia. Soiuzy rabochei molodiozhi v Petrograde v 1917 g, Leningrad, 1958, p. 43.

[6] Cf. Grigorii Driazgov, Zapiski komsomoltsa, M.L. 1930, p. 105; Ivan Skorinko, "Iz vospominanii" en Leninskoe pokolenie, ed. P.F. Kudelli, Leningrad, 1926, p. 27; Sojin, op.cit. p. 41; Pavel Burmistrov, "Vospominaniia" en Za piat liet, ed. M. Udalov y O. Ryvkin, Petrograd, 1922, p. 54; Evgenia Gerr, Na puti k millionam. Ocherki po istorii iunosheskogo dvizheniia v Rossii, Molodaia gvardiia, 1925, p. 12.

[7] Grigorii Driazgov, Na puti k komsomolu, L. 1924, p. 11; Atkarsin, op.cit, p. 43.

[8] Atkarsin, op.cit. p. 43; Stepanov, op.cit. p. 52. 

[9] Diane Koenker, "Urban Families, Working Class Youth Groups and the 1917 Revolution in Moscow" en The Family in Imperial Russia, ed. D. Ransell, Chicago, 1976; Stepanov, op.cit, p. 38.

[10] Stepanov, op.cit., p. 38. [11] Driazgov, Na puti...; Tsuyoshi Hasegawa, The February Revolution: Petrograd 1917, Seattle, 1981, p. 83. [12] Kudelli, op.cit., p.4. [13] Hasegawa, op.cit., p. 219. [14] Driazgov, Zapiski..., op.cit., p. 61-63. [15] Driazgov, Na puti..., op.cit., p. 34-36. [16] Driazgov, Zapiski..., op.cit., p. 72-73. [17] Burmistrov, "Vospominaniia", p. 52. [18] Skorinko, "Iz vospominanii", p. 15. [19] S.A. Smith, Red Petrograd: Revolution in the Factories 1917-1918, Cambridge, p. 199. [20] Driazgov, Zapiski..., p. 105; Skorinko "Iz vospominanii"... p. 54; E. Gerr, "Na puti"..., p. 12. [21] La discusión se basa en documentos publicados en folletos: Piotr Chevtsov, Petrogradskaia Proletarskaia Iunosheskaia Organizatsiia "Trud i Svet", Petrogrado, 1917; Ryvkin, "Iz vosominanii" en Kudelli, op.cit., p. 176, Leopold Levenson, "Trud i Svet", ibidem, p. 96-100. [22] Smith, op.cit., p. 200. [23] Chevtsov, op.cit., p. 4; Nikolai Fokin, "Kak eto bylo i kak stalo", Za piat liet, p. 64; Driazgov, Na puti..., p. 42; P. Tolmazov "Pervye dni", Smena 31 VIII, 1921, Nº 19, p. 2. 

[24] En Na puti..., Driazgov evalúa en 16.000 el número de adherentes. Burmistrov, loc.cit, p. 55, de 15.000 a 18.000; Evgenia Gerr, que no estaba en "Trabajo y Luz" estima que había en agosto 7.000 miembros, después de muchas partidas (op.cit., p. 10).

[25] Mijail Kuznetzov, "Pervye organizatsionnye shagi v 1917-1918 g" en Kudelli, op.cit.

[26] Driazgov, Na puti..., p. 59.

[27] B.D. Galperina, Raionnye soviety Petrograda v 1917 godu, documentos: t. I, doc. 72, p. 97; doc. 429, t. II, p. 133, t.II, doc. 440, p. 149.

[28] Ibid, t.III, doc. 548, p. 17; doc. 559, p. 34; doc. 561, p. 35, doc. 567, p. 48; t.II, doc.441, p. 151.

[29] Driazgov, Zapiski, p. 114-118; Atsarkin, op.cit., p. 143. [30] Atsarkin, Zapiski, p. 143; Skorinko, op. cit. p. 29-30. [31] Levenson, "Trud i Svet", p. 101-104. [32] Driazgov, "Po proidennomu puit", en Kudelli, op.cit. 

[33] V.G. Zajarov, ed. Ocherki istorii Leningradskoi organizatsii KPSS, Leningrado, t. I. p. 261.

[34] Driazgov, Na puti..., p. 46; Driazgov y Shidlovskii, ed. Odin iz osnovatelei Komsomola: Vasia Alekseev, Leningrado, 1926, p. 81.

[35] Driazgov, Na puti..., p. 49-50.

[36] Metelev, "Iulskoe vosstanie v Petrograde" en Proletarskaia Revoliutsiia, 1922, n* 6, p. 165-166.

[37] Ibidem, p. 166. [38] Driazgov, Na puti..., p. 67. [39] Ibidem, p. 50-51. [40] Ibidem, p. 52. [41] Kuznetzov, loc.cit., p. 94. [42] Cf. nota 44. [43] Ivan Tiutikov, "Vospominaniia" en Odin iz..., p. 29; Ivan Skorinko, Komsomoltsy oktiabria, Leningrado, 1925, p. 28; Skorinko "Iz vospominanii", p. 20-22. [44] Skorinko, op.cit., p. 21; loc.cit., p. 59. 

[45] Tiutikov, op.cit., p. 30.

[46] Galperina, op.cit., t. II, doc. 470, p. 200-201.

[47] "Estatutos de la Liga Socialista de la Juventud Obrera del distrito de Narva-Peterhof", en Kudelli, op.cit., p. 66-69. En sentido técnico, la Liga Socialista fue organizada en el distrito municipal de Peterhof. Pero, antes de la revolución, Peterhof había formado parte de Narva. Los partidos políticos trataban a los dos distritos como una unidad político-administrativa. A menudo se hace referencia a las organizaciones políticas de Peterhof como formando parte de Narva. El ejemplo clásico es la fábrica Putilov que se encontraba en Peterhof pero que estaba integrada a Narva por el trabajo político. Cf. Galperina, t. II, p. 91-92 para más detalles.

[48] Skorinko, Molodiozh v borbe za oktiabr, Moscú, 1926, p. 33-35; Rabochii i Soldat, 2 VIII 1917, p. 4

[49] Eduard Leske, "Kak my organizovali SSRM", Kudelli, op.cit. p. 107; E. Gerr, op.cit., p. 10. [50] Tiutikov, op.cit., p. 30. 

[51] La composición es muy controvertida y existen diferentes versiones: Kuznetzov, loc.cit., p. 94; Atsarkin, loc.cit, p. 236; Driazgov, "O sostave 1-go Petrogradskogo Komiteta SSRM", en Kudelli, op.cit., p. 71; O. Ryvkin, Ocherki po istorii VLKSM, Moscú, 1933, p. 109. En sus memorias, Driazgov indica dos presidentes diferentes para el primer comité, Leske y Kuznetzov (en Zapiski).

[52] Estatutos y programa de la Liga Socialista, en Kudelli, op.cit., p. 66-69.

[53] Driazgov, Zapiski, p. 144-150.

[54] Sojin, op.cit., p. 42; Krupskaia, "Soiuz molodiozhi" en Pravda, 27de mayo de 1917, p. 2; Atkarsin, op.cit., p. 237; informes de Krupskaia y Jaritonov a la 2ª conferencia municipal del partido bolchevique de julio de 1917 en S´ezdy RKP o molodiozhi, p. 9-11; Driazgov, Na puti..., p. 48 y Trotsky, Historia de la Revolución Rusa.

[55] P. Smorodin propone una cifra más alta -16.000- en "Vospominaniia", loc.cit., p. 48. Para la cifra de 13.000, ver Atsarkin, op. cit., p. 237; E. Tiazhelnikov, Slavnyi put leninskogo komsomola, Moscú, 1974, p. 84; Zajarov, op.cit., t.I, p. 742; Novaia Zhizn, 3 de octubre de 1917, p. 4.

[56] N. Krupskaia, "Neotloznaia zadacha rabochij-okhrana truda detiei i podrostkov", Pravda, 16 de abril de 1917, p. 3-4.

[57] N. Krupskaia, "Borba za rabochuiu molodiozh", Pravda, 20 de mayo de 1917, p. 2.

[58] N. Krupskaia, Reminiscences of Lenin, New York, 1960, p. 360-362. 

[59] N. Krupskaia, "Kak organizovat rabochuiu molodiozh", Pravda, 20 de junio de 1917, p. 2.

[60] Istomol Ts ELKSM, S´ezdy RKP o molodiozhi, M. L. 1924, p. 10-11. [61] Ibidem, p. 18. [62] Ibidem, p. 19-22. [63] Ibidem, p. 22-23. 

[64] Ibidem, p. 9 y 21.

[65] La afirmación del comité ejecutivo de la juventud de Vyborg permite a Burmistrov y S. Egorov reclutar Guardias Rojas en cuatro fábricas del distrito conforme a una orden de Krupskaia: Kudelli, op.cit., p. 77.

[66] Leiberov y Chkaratan, "K voprosu o sostave petrogradaskikh promyshlenykh rabochikh v 1917 g", Voprossy Istorii, 1961, nº 1, p. 42-51. Stepanov, loc. cit. p. 21-38; Sobol´ev, Revoliutsionnoe soznanie rabochij i soldat Petrograda v 1917 g (period dvoevlastiia) Leningrado, 1973, p. 13-25.

[67] Hasegawa, op. cit. p. 101.

[68] Istoriia rabochij Petrograda (cf. Nº 1), p. 16.

[69] Trotsky, Historia de la Revolución Rusa.

[70] Marc Ferro, October 1917: A Social History of the Russian Revolution, Londres, 1967, p. 274-275. [71] Ibidem, p. 182. [72] Alexander Rabinowitch, The Bolsheviks came to Power: The Revolution of 1917 in Petrograd, New York, 1976, p. XXXI. [73] Ibidem, p. 8 [74] Ibidem, p. 63; Trotsky, op. cit. [75] Krupskaia, Vospominanii, p. 363. [76] Levenson, "Trud i Svet", p. 98. [77] Fokin, "Kak..." p. 65. [78] Rabinowitch, op. cit., p. 159. [79] Smith, op. cit., p. 198-202; Koenker, Moscow Workers and the 1917 Revolution, Princeton, 1981, p. 175-183; Ferro, op. cit., p. 194-197.