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Boletín Nº 12 (julio/agosto 2009)

Después de los acontecimientos de Toulon

Después de los acontecimientos de Toulon

León Trotsky

11 de agosto de 1935

Traducción por Rossana Cortez especialmente para este boletín de “Après les événements de Toulon”, Œuvres N.º 6, junio-septiembre de 1935, París, Publication de L’Institut León Trotsky, 1979, p. 118-121. Las notas fueron preparadas para esta edición, salvo las que tengan aclaración en contrario.

 

 

Los acontecimientos revolucionarios de Toulon, Le Havre y Brest, de los que hemos recibido detalles aquí después de un inevitable retraso de dos o tres días, son de capital importancia –y pueden ser de una importancia decisiva.

 

La situación objetiva en Francia es revolucionaria. Los reformistas lo niegan, y particularmente los stalinistas, que han tratado de disimular su miserable política detrás de una supuesta falta de espíritu de lucha entre las masas. Siempre hemos afirmado que la rebelión está creciendo entre las masas trabajadoras, y que son precisamente las organizaciones obreras –los partidos y los sindicatos- los que les impiden encontrar una salida a su voluntad de lucha. Ahora, esto ha quedado demostrado. Los marineros, quizás son más explosivos que otros, pero forman parte de la población trabajadora y su valiente acción es totalmente sintomática del estado de ánimo de las masas.

 

Una fuerte organización revolucionaria llamaría inmediatamente a la clase obrera de todo el país a apoyar la revuelta de los marineros. No hay ninguna duda de que las masas responderían con una poderosa huelga general. El resto depende de la estrategia de ambos lados y de la relación de fuerzas que se despliegue en el curso de la lucha.

 

L´Humanité acusa a Laval de haber provocado el conflicto para dividir el Frente Popular. Ve en esta explosión de la lucha de clases una maniobra divisionista. El Frente Popular se basa en la negación de la lucha de clases, a la que sustituye por la ficción de una “república antifascista, democrática”, etc. La explosión de Toulon es una negación espectacular del Frente Popular, y una magnífica confirmación de nuestros análisis y nuestras perspectivas.

 

La elección en Clermont-Ferrand es un paso importante en el camino de la descomposición del Partido Radical. Los sucesos de Toulon deberían acelerar enormemente la descomposición del radicalismo, del parlamentarismo y de la “democracia”. Los fascistas inevitablemente sacarán provecho de esto. Por otro lado, la rebelión de los marineros es un signo del ritmo acelerado del movimiento revolucionario.

 

Ahora, sobre esta base, debemos dirigir nuestra campaña contra los reformistas y los stalinistas, y también contra las vacilaciones de nuestros aliados centristas y semicentristas. Todas las consideraciones de forma, disciplina interna, etc. deben dejar lugar a la acción directa y a la cabeza de las masas. Nuestra participación en la SFIO ha dado resultados que son evidentes, salvo para los ciegos. Pero ninguno de nosotros ha considerado jamás que nuestras oportunidades dentro de la SFIO eran ilimitadas y que permaneceríamos ligados a ese partido indefinidamente. Las declaraciones de la juventud a favor de la disciplina, etc. son útiles para demostrar a los vacilantes y a los inexpertos la mala fe de los reformistas y stalinistas y para desenmascarar las intrigas de los sapistas, quienes, en este momento, también están tratando de sabotear la acción. Pero todas las maniobras con relación a los estatutos a partir de ahora, bajo los primeros destellos de la revolución, deben estar subordinadas a una ofensiva implacable sobre la base de nuestra estrategia revolucionaria. Es necesario denunciar a Blum, Cachin, Monmousseau, por traicionar a las masas insumisas, porque ellos quieren conservar el favor de los radicales, es decir, de la burguesía contra el que se están rebelando los obreros.

 

Debemos decirnos a nosotros mismos: el período transitorio de adaptación al régimen de la SFIO está llegando a su fin natural. En la práctica, debemos orientarnos hacia el partido revolucionario en el más breve plazo, iniciando el período de actividad independiente en las masas.

 

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La Oposición de Izquierda en Francia