"Nuestra tarea no es matar a los ministros del zar, sino derrocar al zarismo a través de una revolución. Esta fue la línea de demarcación entre los socialdemócratas y los socialrevolucionarios. La cárcel fue para mí fue un período de formación teórica; la deportación fue la época en que me definí políticamente. Así transcurrieron dos años de mi vida. (...) Por entonces, mi esposa y yo teníamos dos niñas, la menor iba a cumplir 4 meses. La vida en Siberia erea dura. Mi evasión habría de imponerle a Aleksandra Lvovna una doble carga. Pero ella rechazó esta consideración con una sola expresión: ’es necesario’: El deber revolucionario era para ella superior frente a todas las cuestiones, y ante todo en las cuestiones personales. Fue la primera en idear esta evasión cuando nos dimos cuenta de los nuevos e importantes problemas que se nos planteaban". (...) (Mi vida)
"(...) me fugué después de fabricarme un pasaporte falso con el nombre de Trotsky; de allí mi seudónimo, que rápidamente se convirtió en mi verdadero nombre. (...) Crucé clandestinamente la frontera de Austria y en Viena conocí a Victor Adler y su hijoFritz, intrenacionalista heroico de la última guerra.Por Zurich y París llegué a Londres en donde staba instalada la redacción de Iskra (...). ("Nota autobiográfica", 1918)
