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Cuadernos 15 - Los trotskistas contra Stalin

Panorama de la Oposición en 1930

Panorama de la Oposición en 1930

Fue una Oposición de Izquierda casi renovada la que emergió en 1930 de su crisis de 1929, en condiciones de represión infinitamente agravadas. La mayoría de los “antiguos bolcheviques”, incluidos los de la Oposición de 1923, de los cuales algunos de sus más prestigiosos defensores, la habían abandonado, convirtiéndose, como Radek y Pyatakov, en sus enemigos decididos, o como Iván N. Smirnov o Mratchkovsky, en hombres desgastados que no se sentían con la fuerza suficiente como para continuar una lucha por la cual mostraban, sin embargo, simpatía.
No obstante, sería un error creer que todos los viejos desaparecieron. Quedaban en la Oposición al menos tres figuras históricas de primer orden: Rakovsky, Sosnovsky, Muralov.
Rakovsky tenía entonces 57 años. Nacido en Rumania, había recorrido Europa, había conocido a todos los dirigentes de la II Internacional, había combatido durante la guerra en el núcleo internacionalista. Luego de
1917, cuando se unió a los bolcheviques, fue presidente del Consejo de los Comisarios del Pueblo de Ucrania durante la guerra civil, más tarde “exiliado” como embajador, después de haber sido, desde 1923, uno de los líderes de la Oposición de Izquierda. Dejó en Ucrania numerosos fieles y el recuerdo de su lucha contra la rusi- ficación. Fue el vocero de la Oposición en el XV Congreso -para los oposicionistas, él era el vocero de Trotsky, al que lo ligaba una vieja amistad-. Luego de la declaración de agosto de 1929, fue transferido a Barnaúl, en las condiciones de un frío mortal para su organismo de cardíaco. Se pensaba que nada podía hacerlo retroceder y que Stalin buscaba hacerlo morir sin tener que matarlo.
L. S. Sosnovsky tenía 44 años. Era un viejo bolchevique de 1903 que también había conocido la prisión, la deportación y la emigración. Era un gran periodista, muy popular, campeón, desde la época de Lenin, de la lucha contra la burocracia y los kulaks en la Pravda y en Bednota, especializado en la denuncia de las prácticas de los burócratas del Partido. Fue miembro del núcleo de la Oposición desde 1923 y en 1928 y 1929 se distinguió por la violencia de sus ataques contra los capituladores. Stalin quería callarlo, encadenar su pluma irreductible. Y lo logró: ninguna noticia de Sosnovsky se filtró desde el momento en que huyó vivo de la celda de Tomsk destinada a servirle de féretro.
N. I. Muralov era también, a los 53 años, un héroe de leyenda. Este hijo de campesinos, agrónomo, era también un bolchevique de 1903. Este gigante fue uno de los dirigentes de la insurrección de 1905, donde fue perseguido por el asesinato de un “centuria negro” pogromista. En 1917, fue él quien comandó en Moscú a los Guardias Rojos que tomaron por asalto el Kremlin. Miembro del Estado Mayor de Trotsky durante la guerra civil, fue comandante militar de la región de Moscú, luego inspector general del Ejército Rojo. Él también fue miembro del núcleo de la Oposición de Izquierda desde 1923, uno de los más cercanos a Trotsky.
Estos tres viejos bolcheviques eran muy conocidos. Pero en 1930 había también en las filas de la Oposición otros militantes de su generación que simplemente eran menos conocidos en el extranjero. Estaba primero el núcleo de los comunistas georgianos comprometidos desde 1922 en la lucha contra Stalin. Kote M. Tsintsadzé tenía 43 años. No tenía más de 20 años cuando debió vivir durante meses en Tiflis en el sótano donde los bolcheviques habían instalado su imprenta clandestina. Conoció prisiones y trabajo forzado. Dirigió la Cheka, luego convertida en GPU, en la Georgia reconquistada. Estaba tuberculoso y su salud no dejaba de agravarse. Helena Tsulukidzé, “Lola”, estaba, también ella, tuberculosa. Lado Dumbadzé, otro bolchevique georgiano de la época heroica, antiguo presidente del soviet de Tiflis, gravemente herido durante la guerra civil, apresado en total aislamiento durante casi dos años, estaba en camino de perder el uso de sus dos brazos. Entre los viejos comunistas georgianos -luego de la capitulación de Okudjava y Mdivani- quedaban en prisión Vasso Donadzé, antiguo miembro del CC, Zivzitadzé, antiguo adjunto de Tsintsadzé, los dos hermanos de este último y decenas de otros que no son para nosotros más que nombres. Lado Enukidzé en 1927 era alumno de la Academia Militar, uno de los mejores cuadros del Ejército Rojo: este oficial superior, que aseguró voluntariamente la custodia de Trotsky en su departamento, recibió durante la deportación paquetes de su tío Avelii, secretario del Ejecutivo de los Soviets52. Otto Christianovitch Aussem, hijo de un profesor, miembro del Partido en 1899, responsable durante mucho tiempo de la organización militar clandestina, cónsul en París en 1924, y su hermano Vladimir, antiguo soldado en Ucrania, eran viejos amigos de Rakovsky. Se habla muy poco de ellos.
Por el contrario, dos nombres vuelven seguido en la pluma de Trotsky al principio de los años ’30, los de Grunstein y Kasparova, que conocemos menos pero que parecen haber tenido una aureola de “viejos bolcheviques”. Karl E. Grunstein pertenecía a la vieja generación; fue militante del Partido Socialdemócrata letón, donde era un firme aliado de los bolcheviques, luego bolchevique; pasó años en prisión y en deportación. Durante la guerra civil dirigió una división y gozó de la estima de Trotsky, al que estuvo personalmente ligado desde la época de la batalla de Kazán, donde estuvo a su lado. Luego de la guerra, dirigió la Escuela de Aviación Militar y se desempeñó en el secretariado de la sociedad de los ex presidiarios. Cubierto de condecoraciones, fue con Muralov uno de los pocos militantes políticos que se convirtió en un militar reconocido por sus pares “profesionales”. Estuvo con la Oposición de Izquierda desde 1923, refrendó en 1929 la declaración de Rakovsky. Fue deportado a Cherdyn con su mujer Revecca y un niño. Veronika S. Kasparova también tiene un largo pasado como militante, bolchevique desde 1904, luego en la sección “mujeres” de la Internacional. Fue deportada con su hijo, igualmente miembro de la Oposición desde 1923. Fue cofirmante de la declaración de abril de 1930, luego de haber refrendado la de agosto de 1929.
Boris M. Elzin no tenía más que 55 años, pero era considerado por todos como un “viejo”. Bolchevique en 1903, fue uno de los dirigentes del Partido y de los soviets en el Ural en 1917, miembro del Ejecutivo de los Soviets en octubre. En 1923 fue uno de los firmantes de la famosa “declaración de los cuarenta y seis”, punto de partida de la Oposición y, luego, uno de los dirigentes de la Oposición de Izquierda, uno de los redactores de la plataforma de 1927. En 1928 y durante la primera mitad de 1929 dirigió en Moscú el “centro” clandestino. Detenido, fue enviado a Suzdal, a una prisión insalubre -antiguo monasterio, en un aislamiento total, sufriendo una grave enfermedad, tuberculosis ósea o meningitis cerebro-espinal-. Cuando Stalin le propuso “negociaciones” respondió que él estaba dispuesto con la condición de que Trotsky volviera del exilio y de que los bolcheviques-leninistas fueran autorizados a realizar una conferencia.
Vassili V. Kossior era un “viejo” más joven, de 39 años, obrero metalúrgico, bolchevique desde 1907, antiguo instructor de metales, delegado a los IX, X y XI Congresos del Partido, primero miembro de la tendencia “decista”, luego unido nuevamente a la Oposición de Izquierda con un grupo de militantes. Su hermano Stanislav era en esa época uno de los hombres de confianza de Stalin53.
Algunos hombres pertenecían a la generación intermedia. Fiodor N. Dingelstedt entró en el Partido en 1910. En febrero de 1917, fue miembro del comité bolchevique de Petrogrado y delegado por el mismo para organizar el Partido entre los marineros de la base de Kronstadt. Fue uno de los primeros diplomados del Instituto de los Profesores Rojos, miembro de la Oposición de Izquierda desde su constitución en 1923. Convertido en director del Instituto Forestal de Leningrado, obtuvo una licencia que le permitió viajar a Londres y escribir allí un libro sobre La cuestión agraria en las Indias, publicado en Moscú en 1927. Fue deportado sucesivamente a Kansk, luego a Rubtsovsk54. Era uno de los dirigentes más conocidos en el exilio por su firmeza. Víctor Serge escribió que “su rostro, con su fealdad inspirada y brusca, expresaba una invencible obstinación”55. No conocemos nada de la carrera militante de Andreii Konstantinov, militante bolchevique desde 1916, salvo su admirable retrato trazado, años luego de su muerte, por su compañera de deportación, María M. Joffé56.
El grueso de la Oposición y de sus cuadros de 1930 estaba formado por hombres y mujeres todavía jóvenes, la generación de 1917. En su mayoría estas personas eran obreros, estudiantes secundarios, estudiantes universitarios, cuando adhirieron al Partido en ese año, y combatieron en los años de guerra civil como soldados o como comisarios políticos. Estos jóvenes -la flor y nata del Partido Bolchevique- se reencontraron luego de 1920 en las facultades obreras, las rabfaki, y fueron los cuadros de esta juventud obrero-estudiantil que nutrieron el grueso de la Oposición de 1923. Algunos de ellos estuvieron entre los más brillantes y mejores alumnos del Instituto de Profesores Rojos, cuyo objetivo era reunir a la élite de los jóvenes cuadros bolcheviques a fin de formarlos en todos los dominios de la investigación política y social. Eran, en el fondo, muy representativos de esta capa social original nacida de la Revolución de Octubre, esta “intelligentsia obrera” empapada de la técnica y de la construcción económica al mismo tiempo que apasionadamente abocada a la causa de la revolución mundial.
Muchos de estos jóvenes fueron arrestados y deportados al mismo tiempo que el núcleo de los “viejos”: fueron aquellos que estuvieron ligados a Trotsky, en su secretariado, o que fueron dirigentes de la Oposición de Izquierda. Es el caso de los “secretarios”: Igor M. Poznansky, colaborador de Trotsky desde 1917, organizador de la caballería roja; de N. Palatnikov, un “profesor rojo”; de Nikolai M. Sermuka y de Nikolai Netchaiev, ambos del Estado Mayor del famoso tren blindado. Víctor B. Elzin, que era el hijo de Boris Mijailovich, se unió al Partido en 1917, presidió en 1918 el soviet de Viatsk, luego fue comisario político de una división del Ejército Rojo durante la guerra civil. Diplomado del Instituto de los Profesores Rojos en 1926 como economista, colaboró en la edición de las Obras de Trotsky. Lo mismo para Grigori Stopalov, reclutado en el colegio en 1917, organizador clandestino de los bolcheviques de Ucrania bajo la bota de Denikin, diplomado por el Instituto de los Profesores Rojos en 1923, marido de una educadora de la escuela del Partido, Lembergskaia57.
La biografía de Sokrat Guevorkian es casi idéntica: hijo de un obrero del petróleo de Bakú, organizador de sindicatos durante la guerra, excluido, por su actividad, del secundario, adhirió al Partido en 1917, participó en la guerra civil, luego estudió en Moscú en rabfak, más tarde enseñó teoría de la economía política. “Viejo” oposicionista, parece que fue arrestado en 192858 y que habría seguido a Smirnov durante algunas semanas en el verano de 1929. Vassili F. Pankratov era un antiguo marinero de Kronstadt, miembro de la delegación que llegó, en el momento del intento de golpe de Kornilov, para encontrarse a Trotsky en prisión y a Kerensky en su palacio. Durante la guerra civil, sirvió en la Cheka y luego devino jefe adjunto de la GPU en Transcaucasia. Fue arrestado recién en enero de 193059. Kh. M. Pevzner era también un hombre de Octubre, veterano de la guerra civil, en la que fue oficial y donde perdió el uso de un brazo. Trabajaba en el Comisariado de las Finanzas y estuvo implicado en 1927 en el caso de la imprenta60. Según un manuscrito samizdat recientemente publicado en el extranjero, habría sido el yerno del jefe de la GPU, Yagoda61. De hecho, parecería ser que fue el marido de su nieta. Su joven mujer estaba tuberculosa. Grigori Ia. Yakovin también era diplomado del Instituto de los Profesores Rojos. Era un historiador, especialista en la historia contemporánea de Alemania, donde había vivido y sobre la que había publicado un buen libro. Víctor Serge lo describió: “Treinta años, deportista, inteligente, siempre despierto, lindo muchacho, voluntario ardiente”. Rememora su período de “ilegalidad, ingeniosa, audaz y arriesgada”62 en Moscú. Su rol, en el “centro”, fue importante. Eleazar Solntsev, a los treinta años, era considerado como uno de los hombres mejor dotados de su generación. Economista, funcionario del comercio exterior en Alemania luego en Estados Unidos, fue llamado en 1928 y detenido desde su regreso63. Citemos también a los dos yernos de Trotsky. Man Nevelson, el marido de Nina, era estudiante secundario en 1917, cuando organizó las Juventudes Comunistas y luego los Guardias Rojos. Comisario político del Ejército Rojo, era en 1920 jefe del departamento político del 5º Ejército, y se reconvirtió como economista64. Su primo Platón I. Volkov, marido de Zinaida, era maestro: fue detenido un poco después.
El azar de los mensajes y de los recuerdos no nos ha dejado más que largas listas y a veces indicaciones de orden personal. Las tres hermanas Chumskaia eran militantes de 1917, como Mussia Magid, quien organizó a los soldados detrás de las líneas de Denikin, como el antiguo dirigente de las Juventudes Comunistas de Ucrania Jakov Byk, como los soldados siberianos Aaron, Samuel y Pavel Papermeister, Leonid Guirchek, antiguo representante comercial en Persia, Vassili M. Chernyj, antiguo comisario del Ejército Rojo, antiguo jefe de la Cheka del Ural, Mijail A. Polevoi; para nosotros no son más que nombres que quedaron en la memoria de Serge y que se conservaron en los papeles del exilio65. Hemos encontrado una mención de estudiantes-obreros más jóvenes todavía, de Karlo Patskachvili66, hijo de campesinos pobres de Georgia, estudiante en Moscú; de Karl Melnais, dirigente de las Juventudes Comunistas en 1926 y estudiante de matemática, de Sacha Milechin, de Moscú también, de Faina Upstein, de Odessa, reclutada en 1927, detenida en 1932. Algunos de los corresponsales de Trotsky y Sedov, hasta de Rakovsky, son, sin lugar a dudas, cuadros políticos de los que no sabemos casi nada, comenzando por L. Trigubov, un anciano de Kiev, pero también los jóvenes A. Abramsky y N. I. Mekler, de Jarkov, G. M. Bagratov, Boris N. Viaznikovtsev, Mijail Lebel, Tigran Askendarian, G. Jotimsky, Pavel I. Golubchik, I. Ia. Kievlenko, V. Sidorov. Por otra parte, sería necesario consagrar un estudio especial a los extranjeros, que entre los prisioneros eran a veces grupos enteros de responsables, de refugiados, hasta estudiantes, chinos, yugoslavos, búlgaros, austríacos, italianos.
Ciliga dio elementos estadísticos sobre la población de la “cárcel de aislamiento” de Verjneuralsk67: 15% de obreros solamente, como le gusta destacar, una mayoría de jóvenes intelectuales judíos, originarios sobre todo de Ucrania y de Bielorrusia (47%), muchos georgianos y armenios (27%), entre los cuales una fuerte proporción de campesinos, 30% de rusos donde predominaban, dice, militares y chequistas. No obstante, el número total de los detenidos de la cárcel de aislamiento nos parece pobre para elaborar una estadística y generalizar las conclusiones. Los archivos de Trotsky aportan algunos elementos suplementarios: sobre 378 deportados de los que, para 1928, nos da el nombre y el lugar de origen, 66% fueron arrestados en Moscú y el 10% en Jarkov. Una evaluación da más del 20% de judíos, de 7 a 8% de armenios y otro tanto de georgianos. Igualmente, hemos podido notar que no se puede reducir la intelligentsia obrera a la categoría curiosamente definida por Ciliga como de “intelectuales judíos”. Los elementos dados por los corresponsales de Trotsky mencionan un número elevado de obreros arrestados por actividades oposicionistas. Los datos suministrados en 1936 por Serge, por otra parte, llevan a cuestionar seriamente las afirmaciones de Ciliga sobre la proporción de los obreros entre los oposicionistas en prisión. Mijail Bodrov, el antiguo correo de la Oposición en Alma-Ata, era un obrero metalúrgico de Moscú. En Oremburgo se encontraban, al mismo tiempo que Serge, Alexis A. Santalov, antiguo tornero de Leningrado, combatiente de 1905 y 1917, el armador de Leningrado Trujanov, el sastre de Minsk Boris I. Lajovitsky, el curtidor (de cueros _N. de T.) ucraniano Jakov Byk y muchos otros68. Sabemos por María M. Joffé que el “estudiante” Patskachvili había llegado descalzo a Tiflis para intentar la aventura que lo llevaría en algunos años a la universidad sin haber ido antes a la escuela secundaria69.
Tal es, someramente, la imagen de los miembros de esta Oposición de Izquierda, de los cuales el grueso, a partir de 1930, se concentraba esencialmente en las “cárceles de aislamiento”: estos hombres y mujeres estaban condenados a sobrevivir en las peores condiciones materiales y morales hasta el punto final, la bala en la nuca o la ráfaga de ametralladora.