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Cuadernos del CEIP N°3 (Agosto 2002)

Los revolucionarios vietnamitas y el poder colonial en Indochina

Los revolucionarios vietnamitas y el poder colonial en Indochina

Por Daniel Hémery[1]

La Lutte y los trotskistas vietnamitas

[La] implantación campesina de una organización obrera no era sólo patrimonio del grupo La Lutte, sino que era una característica histórica del comunismo vietnamita. Desde este período tenía un perfil sociológico diferente comparado con los grandes partidos comunistas del período de entre-guerras, los franceses o alemanes, por ejemplo. Esta difusión de las ideas de la clase obrera en círculos campesinos o semi-campesinos ciertamente tiene reminiscencias de la experiencia china (...)

 

En lo que concierne a La Lutte, debemos apreciar con más precisión la verdadera influencia del movimiento legal en el medio rural. No sería, quizás, exagerar demasiado decir que, por su carácter urbano más que obvio, fue capaz de construir una organización comunista clandestina.
Su influencia era débil entre los campesinos de Transbassac, pero estaba establecida bastante sólidamente en las provincias de Cochinchina central, en aquel semicírculo que abarcaba la planicie de Jonc y su paisaje como un campo lunar. Fue allí que gente de La Lutte encontraba su audiencia, así como también información sobre el campo. (...)
La campaña de La Lutte para las elecciones coloniales2 del 3 y 17 de marzo tuvo sólo objetivos propagandísticos. El grupo apenas tenía alguna esperanza seria de tener éxito, y sólo presentó 6 candidatos, tres comunistas y tres trotskistas, en las provincias del este y las centrales.(...)
En contraste con la monótona campaña de la aristocracia rural, la gente de La Lutte había mostrado una inigualable cohesión y vigor, y habían impuesto un tipo muy diferente de competencia electoral.
Como puede leerse en un informe confidencial acerca de la elección, el líder trotskista Ta Thu Thau demostró una vez más que él era la cabeza real de las organizaciones revolucionarias. Después de llegar a conocer a fondo la legislación electoral, ellos movilizaron todos los recursos del partido legal y sus simpatizantes, e hicieron contacto con organizaciones clandestinas.
Después de explicar cuidadosamente su manera de trabajo al borde de la legalidad sin llegar nunca a infringir la ley abiertamente, les asignaron a todos diferentes tareas.
Algunos tuvieron que hacer colectas entre los trabajadores que no eran electores, para recaudar los «recursos para la guerra», mientras que otros tenían la tarea de editar periódicos y volantes, de hacer propaganda y divulgar información.3
Al grupo le fue denegado el derecho a organizar mítines, pero supo cómo hacer conocido su programa entre la pequeño burguesía y los pequeños campesinos del centro y del este. En cada pueblo de provincia La Lutte tenía sus propagandistas, quienes iban en bicicleta a través del campo llevando carteles consigo, visitando personalmente a cada elector, distribuyendo miles de volantes, y organizando reuniones y grupos de apoyo locales.4 Los tres principales eslóganes de los candidatos, las «tres ballenas» del movimiento revolucionario, fueron en primer lugar la amnistía5, segundo, el alza del salario, la división de las grandes propiedades, y libertad para el movimiento sindical, y tercero, el advenimiento del poder del pueblo. Tuvieron un impacto real. Por primera vez en Indochina tuvo lugar una elección con un desafío radical al orden político establecido, y reclamando un parlamento elegido por sufragio universal. La Lutte había puesto los problemas de la gente común en el centro de su campaña, y levantaba un minucioso programa de reivindicaciones inmediatas.6 Le oponía a las relaciones amistosas de los políticos constitucionalistas con la administración francesa una concepción muy diferente de la actividad parlamentaria, y desgarró en pedazos la imagen del Consejo Colonial, diciendo:
«¿Puede decirse que el Consejo Colonial representa al pueblo, si no tiene poder? Aún si éste tuviera alguno de los poderes de cualquier parlamento europeo, sería impotente sin un movimiento organizado por el pueblo. Debemos enviar al consejo colonial representantes que puedan hablar en voz alta a todo el pueblo desde la tribuna parlamentaria y que ayudarán a organizar la conquista del Poder Popular»7. (...)
Las elecciones municipales en Saigón del 6 al 12 de mayo aceleraron el proceso. Las tácticas y los temas de la campaña general del grupo no fueron cambiados. La Lutte planteó la cuestión del caos de la ciudad colonial, el desequilibrio creciente entre el desabastecimiento generalizado del área urbana y el crecimiento de su población obrera, la ausencia de una política de vivienda barata, y la miseria de los habitantes de las villas miserias. El gobierno advirtió la recepción dada por las masas urbanas a este nuevo lenguaje político. «Por primera vez», escribieron en un informe, «estaban hablándoles en un lenguaje dirigido a ellos.»8
Después de 21 meses de existencia, La Lutte emergía como un movimiento político vigoroso el cual había ido más allá de la etapa de ser un simple grupo de propaganda. Los informes confidenciales de entonces usaban expresiones que reflejaban este crecimiento: «Partido Comunista legal» o «movimiento legal». Su tono era alarmista. Todos subrayaban la influencia dominante que tenía el grupo sobre la audiencia que se estaba conquistando en la vida política del sur.
¿Cuál era, entonces, el carácter de La Lutte? Numéricamente estaba creciendo. Sin embargo, uno no debe verlo como un organismo político del tipo europeo, altamente organizado y con un despliegue abierto de sus fuerzas. La Lutte apenas puede ser entendida con la ayuda de las categorías usadas hoy por la sociología política francesa.
El partido, que era en realidad parte del movimiento legal, estaba limitado a un mínimo estricto -representantes elegidos y periodistas-, pero muchos militantes trabajaban secretamente bajo su dirección; una gran cantidad de amigos y simpatizantes más o menos anónimos, trabajadores, empleados, estudiantes, directores de escuela de aldeas, y pequeños granjeros, le prestaban una ayuda descentralizada y benévola. Por otro lado, ésta ofrecía una organización acogedora para los ex prisioneros políticos, quienes eran vigilados muy cuidadosamente cuando volvían desde Francia o la Unión Soviética como para poder tomar parte en organizaciones clandestinas. Ellos llevaban adelante 3 actividades: el oficio de corresponsales y la recolección de información, la circulación del periódico y la interpretación oral del mismo, y la actividad de propaganda durante las elecciones o las huelgas.
Esta estructura laxa y abierta representó los comienzos de los movimientos semilegales que se desarrollaron en Indochina durante el período del Frente Popular, y cuyo futuro el grupo anticipaba. Esto permitía una gran flexibilidad y la iniciativa popular, que compensaban la debilidad del grupo oficial. La Lutte funcionaba como un semi-movimiento que carecía de una organización interna. Después que emergió de su aislamiento inicial, la circulación del periódico creció un poco. Su venta fue de más de 1.500 copias al principio del otoño de 1935, una cantidad que sólo se aprecia al tomar en cuenta el carácter extremadamente limitado de la prensa pública indochina. En realidad, una circulación tan pequeña representaba varios miles de lectores y «oyentes», y un número indeterminado de simples simpatizantes. (...)
La Lutte ejercía una fuerte atracción sobre la sociedad urbana. Reestableció las bases para realizar una actividad comunista continua en Saigón. ¿Quiénes eran ellos? Sobre todo, eran la clase trabajadora y la juventud. El grupo había logrado atraer la atención de los trabajadores y los peones de campo que estaban asfixiados por la crisis y por los efectos acumulativos de los métodos capitalistas y precapitalistas de explotación. Era parte real del movimiento obrero en el momento en que éste estaba retomando la ofensiva. La administración veía en sus militantes a los «asesores reconocidos de la clase necesitada».9
Su actividad en la clase trabajadora se difundió más en mayo de 1936 con la creación de círculos de estudio de trabajadores10, de los cuales el primero, para los trabajadores en el Arsenal, se reunió el 16 de junio en la casa de Nguyen Van Nguyen.
Es verdad que tuvieron que suspender las reuniones en julio, ya que sus miembros tenían miedo de ser despedidos. Por otro lado, La Lutte había publicado una serie de folletos llamados La biblioteca social en Quoc Ngu 11, de los cuales el primero, editado por Nguyen Van Tao, se agotó en pocos días.
La fusión entre los intelectuales y los elementos avanzados del proletariado estaba avanzando a paso firme. La Lutte estaba también haciendo trabajo entre los jóvenes en las escuelas. El grupo, que sabía cómo manejar su trabajo político a través de la red de las estructuras socio-económicas precapitalistas (la feria, los cobertizos en los cruces de caminos, los talleres de los artesanos) se hacía ahora presente dentro del sistema cultural nacional, notablemente en el interior de las escuelas privadas.12 Los trotskistas de La Lutte enseñaban en estos lugares, y tenían una gran autoridad allí, sobre todo Ta Thu Thau, un profesor bien conocido, de quien la gente joven y sus padres deseaban recibir enseñanza.13 En varias ocasiones el periódico había defendido a los alumnos.14 Esto fue propagado en las escuelas vocacionales, en las escuelas industriales y mecánicas, y en el Lycée Petrus Ky donde Nguyen Van Nguyen lideraba un grupo de estudio marxista en abril de 1936. En el curso de los siguientes años un gran número de estos estudiantes vendrían a fortalecer las organizaciones legales.
Las operaciones legales e ilegales constituyeron dos aspectos dialécticos relacionados al mismo fenómeno político, es decir, el arraigo del comunismo en el seno del cuerpo de la sociedad en Vietnam. Los activistas clandestinos ayudaban a los legales15, y estos prolongaban y ampliaban las batallas parciales que los anteriores organizaban, tal como aquella de los cultivadores de tabaco.(...)
Al mismo tiempo, el movimiento comunista había sufrido otra mutación. Hasta entonces, su base de masas había existido sobre todo en el campo, siendo los pueblos los baluartes del sistema colonial. Después de 1932 el movimiento legal le permitió transferir el centro de gravedad del comunismo a los alrededores urbanos, y así re-balancear los vínculos entre las luchas urbanas y las campesinas. La acción urbana le permitió a los revolucionarios difundir las formas modernas de combate político a lo largo y a lo ancho del interior rural, y darles a ellas inspiración y continuidad. En el período de la preguerra, y con el nacimiento de la crisis del colonialismo, el centro urbano había adquirido por un tiempo un rol clave; una nueva dialéctica entre la ciudad y el campo que tendría un efecto completo en la revolución de agosto de 1945, la cual sucedió simultáneamente tanto en las ciudades como en las aldeas. Fue solo en 1946, con una estructura histórica nueva -la de la larga guerra- cuando se revirtió el equilibrio entre el campo y la ciudad.
Estas transformaciones favorecieron la reorganización de las organizaciones comunistas clandestinas después de la represión de abril-mayo de 1935 en el sur y en Anam, y de agosto-septiembre de 1935 en el norte. Fue precisamente en la Cochinchina que su reconstrucción había sido más rápida. Desde julio la propaganda clandestina fue renovada en Saigón, Giandinh, Rachgia, Baclieu y Travinh, y en al menos 8 provincias en julio de 1936.16 El comunismo clandestino era débil, pero su capacidad para resistir sobrepasaba los esfuerzos de la policía para arrancarlos de raíz, y alarmaba a los altos círculos de Hanoi. Por su parte, los trotskistas habían sido capaces de reconstruir una organización clandestina embrionaria, la Liga de los Comunistas Internacionales (LCI), fundada en julio de1934.17 Ellos criticaban la estrategia de los Frentes Populares, y exigían la formación de un partido obrero de masas y de un frente antiimperialista que unificara a las distintas tendencias del movimiento obrero. En la época del arresto de sus líderes más activos, los más famosos entre ellos, como Lu Sanh Hanh, Ho Huu Tong y Ngo Van Xuyet, habían ganado militantes en alrededor de 40 lugares de trabajo.18 (...)

Los comités de acción

Su formación se dio como el único medio de dar a las clases populares la organización política elemental que los nuevos responsables del poder colonial no se avenían a acordarles.
En los últimos días de agosto [de 1936], el Comité de Convocatoria se puso a trabajar en el contexto de la estrecha legalidad existente y de la alianza de todas las clases. En su tercera reunión, decide, a propuesta de La Lutte, pedirle audiencia al gobernador interino Rivoal para exponerle a grandes líneas su acción, instalar su sede en un cuarto de la calle Lagrandière y abrir una suscripción pública. En La Lutte, Nguyen An Ninh multiplica las invitaciones a los constitucionalistas para que colaboren enteramente en los trabajos preparatorios del Congreso19. El Comité de Convocatoria fue recibido el 2 de septiembre por el jefe de la colonia20. Sus comisiones comienzan a elaborar los documentos de trabajo del Congreso. El 7, su comisión de organización y de propaganda decide reunir un primer mitin el 16 de septiembre en Saigón. Impulsado por los militantes de La Lutte, éste es el instrumento de trabajo central de la campaña. La comisión adoptó el 27 de agosto un informe de Ta Thu Thau sobre los métodos de acción a utilizar para que la consulta sea verdaderamente popular. Este importante documento21 analiza el atraso político que pesa sobre la Indochina colonial. Únicamente la burguesía vietnamita dispone de una representación política. Los millones de campesinos incluso no se dieron cuenta del cambio de gobierno ocurrido en Francia. Es a ellos a quien es necesario despertar para «darle al Congreso un carácter popular». La propaganda es, entonces, la mayor tarea del Comité, que deberá utilizar la prensa, editar sus propios folletos, volantes, afiches, hacer mítines, editar su periódico, impulsar la formación de comités de acción provisorios. Este primer tipo de acción constituye lo que Ta Thu Thau denomina «el método de la difusión». Pero, destaca, es necesario dejar libre curso a todas las iniciativas.
Dejar a las masas la preocupación de organizarse por ellas mismas, y limitar nuestro rol a agrupar a los comités de acción así formados alrededor de un órgano central que es el Comité Provisorio.
Esto es crear una corriente en sentido inverso, por el «método de reunión». Los comités provisorios, compuestos de cinco a siete miembros, se organizarán en las aldeas y los caseríos o por profesiones, o incluso en los lugares de trabajo, harán discutir y redactar votos por escrito y elegir delegados a comités de delegación y de provincias que mandarán diputados al futuro congreso. La segunda misión del Comité de Convocatoria consiste en romper el aislamiento de las regiones del protectorado, en generalizar a toda Indochina el ejemplo de los comités de acción del sur, siempre por la combinación de los dos procesos de «difusión» y de «reunión» ¿Cómo? Utilizando en principio la mediación lateral del Frente Popular y de los intelectuales anticolonialistas de Francia. Estos deben reclamar la libertad de propaganda en el conjunto de Indochina a favor del movimiento congresista. Por otra parte, pasando por la mediación directa de la prensa indochina que desmultiplicará la información sobre el congreso, hará campaña alrededor del gobierno general. Finalmente, ayudando concretamente a la formación de comités de convocatoria similares en las otras cuatro regiones, los que impulsarán a su vez, la creación de comités de acción. En resumen, Ta Thu Thau prevé que luego del cierre del congreso, los comités de acción proseguirán con sus actividades:
Los comités de acción actuales, dice, serán más tarde organismos populares permanentes que tendrán como tarea defender a las masas cada vez que una de sus demandas sean rechazadas.
Del movimiento a favor del Congreso nacerán las estructuras de un democratismo popular instituidas por el mismo campesino o el mismo culi, auto-multiplicándose por una suerte de progresión madrepórica.
La dialéctica de lo ilegal y lo legal - «la coordinación de la acción abierta y de la acción de nuestro partido», según los términos de un documento del PCI22 - aseguró un crecimiento rápido al movimiento de los comités de acción provisorios. El grupo La Lutte lo impulsa casi centralmente. Imprime numerosos volantes, sobre todo el Manifiesto del Congreso Indochino, a cuenta de los comités de acción o en su nombre23, sus militantes saben utilizar las formas de propaganda oral más variadas (obtienen, por ejemplo que las troupes teatrales inserten en el texto de sus obras pasajes que recuerdan los objetivos del congreso), organizan numerosas reuniones en provincia y ponen en pie una parte de los comités de la región Saigón-Cholón24. La Lutte también hace aparecer el folleto del militante trotskista Dao Hung Long, recientemente liberado y miembro del Comité de Convocatoria, Método de trabajo de un comité de acción, interesante guía de actividades para los comités de acción en instancias de formación25. Para no tener que solicitar autorización legal, los comités no deben agrupar a más de diecinueve miembros. Esta obligación facilita las discusiones y la descentralización de la iniciativa política, en la que Ta Thu Thau veía una de las condiciones del éxito. Está previsto emplazar miles de comités de acción. No tienen estatutos y deben ser legalmente provisorios, pero no por eso no están destinados a convertirse en los «organismos permanentes de las masas». El folleto aconseja limitar a cinco el número de sus «organizadores» y reservar los otros lugares a los «representantes de las masas». La extensión de los comités de acción debe obedecer a la regla de la fisión. Cuando un comité alcanza a veinte miembros, debe escindirse en un nuevo comité. Cada comité goza de la más amplia libertad de acción. Según este folleto -que quizás expone solamente la visión trotskista del movimiento- no habrá ni dirigentes, ni comité central26, sino conferencias inter comités que permitirán la coordinación y los intercambios políticos: se aconseja a cada aldea poseer un comité. Cada uno de estos organismos elige un secretariado, se reúne al menos una vez por semana, organiza la expresión de las reivindicaciones populares, edita un boletín de discusión, determina la lista de demandas y hace elegir los delegados al congreso. Finalmente, La Lutte asegura las relaciones exteriores del movimiento con la izquierda francesa de la metrópoli y de Saigón27, y con la prensa vietnamita del resto de Indochina. Aporta una ayuda preciosa a la fundación en Hanoi del grupo comunista legal Travail (Trabajo) en septiembre de 1936, que resulta de la extensión al norte de la fórmula «luchista» (pero con una dosis política diferente) y del movimiento congresista28.
Las organizaciones clandestinas cumplen un papel igual, sino más considerable. Ejercen, desde el exterior, una verificación crítica de la acción llevada por el grupo. Verificación de doble entrada, porque hay dos líneas congresistas. Le Militant, periódico legal de los trotskistas, advierte contra toda ilusión con respecto a la burguesía del sur29. Los trotskistas, que aún están en los inicios de su reorganización clandestina, empujan activamente a la preparación del Congreso Indochino y a la formación de comités de acción30, en los que ven las estructuras embrionarias de una situación de doble poder. La acción del Partido Comunista indochino es esencial. Aunque no haya tomado la iniciativa del movimiento, adhiere a él. En agosto su comité central, instalado o en vísperas de instalarse en la región de Hoc Mon, dirige una carta abierta al Comité de Convocatoria para sugerirle reclamar al gobierno general la apertura de un período de «tolerancia» para todos los partidos y asociaciones durante el período de preparación del congreso31(...)

 

Este triple soporte legal, clandestino, semilegal, le ha dado al movimiento un irresistible dinamismo en el sur. Nuevamente, la Sureté ha podido constatar el alto grado de inflamación del medio social vietnamita. En un mes y medio, hay una extraordinaria campaña de masas que remueve ciudades y campañas de las provincias del centro y del este. La prensa vietnamita en su inmensa mayoría apoya el Congreso. Entre el 27 de agosto y el 30 de septiembre, se difunden miles de volantes: más de 400.000 ejemplares de 200 volantes diferentes, según la estimación de la Sureté32, quien da cuenta, por otra parte, de 150 reuniones en provincia, agrupando hasta doscientos o trescientos participantes, como en Hoc Mon. En una aldea, los informantes de la policía destacan hasta cuatro reuniones en la misma jornada, con 150 a 200 participantes33. El hecho destacado es la penetración del movimiento congresista en el mundo campesino. Volantes, propaganda oral, representaciones teatrales popularizan las consignas del Congreso.
En la provincia de Giadinh, señalan los informadores de la administración, las troupes ambulantes reclutadas entre los miembros de los comités de acción dan en las aldeas espectáculos musicales en el transcurso de los cuales los artistas improvisan, dentro de repertorios clásicos, cantos tendenciosos y a menudo subversivos. Estas veladas tienen un gran éxito entre los campesinos34.
La discusión popular, tal como se refleja en los volantes recogidos por los servicios de policía35, se organiza alrededor de temas simples y de inmediata resonancia: descripción de la miseria de los humildes culis, de los ta dien [campesinos pobres] y de los boys, llamados a aprovechar la investigación parlamentaria para tomar la palabra, desgarrar la envoltura de silencio protector de la explotación y hacer oír en Francia la voz de los miserables. No hay desórdenes, el movimiento se disciplina a sí mismo. Los comités de acción actúan a menudo a plena luz, se instalan permanentemente, enarbolan banderines y pancartas anunciando la convocatoria al Congreso, organizan la redacción de cuadernos de reivindicaciones, difunden volantes y folletos. Se multiplican. Al 30 de Septiembre, la policía estima su número en 600: 285 son legales y están abiertos públicamente, los otros son clandestinos36. Es demasiado pronto, por ausencia de documentos suficientes para dibujar un mapa exhaustivo y para analizar su composición sociológica. A lo más, en este momento, podríamos esclarecer sumariamente la dinámica y la implantación, sobre la base de un informe incompleto suministrado por la Sureté a fines de octubre de 1936 para quince provincias (...)
Primero es necesario insistir sobre la extrema rapidez de la constitución de los comités de acción. Apenas bastaron dos meses para que surjan en las ciudades importantes y quizás en un tercio de las aldeas37. La aglomeración de Saigón-Cholón es el centro motor de la campaña. Según la misma fuente, cuenta con 31 comités de acción. Pero es en la zona rural en donde encuentran su terreno predilecto y alcanzan su más fuerte densidad. La campaña congresista lo demuestra, la ciudad y la aldea ejercen funciones políticas diferentes pero complementarias e indisociables. De su juego sincrónico nacen los grandes movimientos.
Los primeros comités parecen ser creados en Saigón entre el 5 y el 20 de agosto, tales como los de los obreros sombrereros, de los escolares de Dakao, de los mercaderes de Cau ong Lanh, así como en la provincia de Thudaumot en donde los diez comités censados se formaron en agosto. De allí el movimiento se difundió a las provincias de Giadinh y de Bienhoa, en donde los comités se crean a fines de agosto y a principios de septiembre. En las otras provincias aparecían como racimos en septiembre, la provincia de Longxuyen estaba a la vanguardia de las otras. La preponderancia de los comités campesinos, 147 sobre un total de 211, es aplastante: el movimiento congresista está sólidamente arraigado en el campesinado. Los pequeños oficios tradicionales están bastante bien representados en esta lista, y por otra parte, existen comités en las empresas modernas como las imprentas, los ferrocarriles, la Compañía de tranvías, la COFAT (tabaco), las destilerías de Binh Tay, en el centro petrolero de Nha Bé y entre los estibadores. Pero, está claro que las capas obreras más comprometidas en los circuitos de la producción y de los intercambios capitalistas están retrasadas aún sobre los trabajadores de la pequeña producción y del sector semi capitalista, así como sobre el campesinado. No hay en este inventario comités de acción en las plantaciones de caucho. Hay que destacar el número de los comités emplazados en las profesiones semi itinerantes: cocheros, carros con tracción humana; los choferes de autobús tienen los suyos en Saigón-Cholón, pero también en Ca Mau y en Baclieu. Considerando solamente esta fuente policial incompleta, el movimiento congresista parece haber apenas mordido sobre las provincias alejadas del centro, las del Este-Baria38, Tay Ninh - y sobre todo las del extremo oeste - Hatien, Rachgia, Chaudoc - a excepción de Baclieu. Está bastante bien representado en las provincias centrales estudiadas (Longxuyen, Sadec, Catho, Vinhlong, Travinh) en donde los cuarenta y dos comités localizados por la Sureté esconden sin duda otras creaciones más discretas. La densidad máxima se alcanzó en la zona de Saigón-Cholón en donde se entrelazan desde hace mucho tiempo todos los tipos de movimientos sociopolíticos y las influencias internacionales, en confluencia con las corrientes políticas vietnamitas y de la vida revolucionaria mundial. En las provincias de Giadinh, Cholón, Bienhoa y Thudaumot y de la región de los alfareros de Laithieu. En la parte central de la provincia de Giadinh, entre Saigón y Hoc Mon, casi todas las aldeas y caseríos tienen su comité. Estas son desde hace mucho tiempo las regiones políticas más activas, en las que no hay más que una breve solución de continuidad entre los movimientos de 1930 - 1932, las huelgas obreras y los boicots campesinos de 1935. También existen varios comités de acción de los cocheros de «cajas de fósforos» [cohes de alquiler tirados por caballos, N del T] en Tan Son Nhi y Tan Son Nhut, de los obreros alfareros de los alrededores de Laithieu, de los plantadores de tabaco en Ba Diem, Ba Queo, Tan Hiep, etc. Es en esta región en donde los lazos populares de La Lutte son los más sólidos. Sobre las ciento veinticinco localidades que, entre octubre de 1934 y junio de 1936, han enviado informaciones de primera fuente al periódico, treinta y cinco están localizadas en esta zona restringida. No sorprende entonces que este sea el hogar principal del movimiento congresista, ya que allí se adicionan los efectos de las luchas anteriores en la conciencia popular.

La represión

El gobierno colonial, ya seguro del apoyo del gobierno local, atacó inmediatamente los centros vitales del movimiento del Congreso. El 21 de septiembre la sede central de La Lutte y las casas de Ta Thu Thau y Nguyen An Ninh fueron confiscadas y registradas. Ambos fueron detenidos. El 3 de octubre fue el turno de Nguyen Van Tao. Tres días después su petición de libertad bajo fianza fue rechazada.
La relación entre los comunistas y los trotskistas empezó a tensionarse luego de la aparición en Le Militant39 de críticas despiadadas hacia la política exterior soviética y hacia el Frente Popular francés, y se agrió todavía más en octubre. El 8 de octubre el semanario trotskista hizo pública su decisión de suspender la publicación con el objeto de no poner obstáculos a la de La Lutte.40 El Comité Central del PCI agregó a su circular del 3 de noviembre este prefacio conciliatorio:
«Si los trotskistas entran sinceramente al Frente Popular, les daremos la bienvenida con todo placer, pero siempre tendremos cuidado, porque sólo creemos en las acciones de las personas, y no en sus palabras». (...)
El arresto de los militantes de La Lutte, y la huelga de hambre que ellos emprendieron durante 11 días desde el 24 de octubre, causó enorme indignación en la opinión vietnamita, tanto en Saigón como en el campo. En las aldeas cerca de Saigón, los comerciantes y los conductores de taxis tirados por caballos, se declararon en huelga el 5 de noviembre. En Saigón se realizaban movilizaciones, y la popularidad de La Lutte nunca había sido tan grande41. El aislamiento de las autoridades francesas había llegado a su punto culminante.
El movimiento por la convocatoria a un Congreso Indochino era eficazmente resistido por la política neo-colonial del Frente Popular (...).

Las Huelgas

La liberación de los 3 líderes de La Lutte el 5 de noviembre abrió la segunda fase del período del Frente Popular en Indochina. Marcó una pausa en la permanente lucha política desde agosto entre el movimiento nacional y la política neo-colonial del Frente Popular.
Este respiro en sí mismo reflejaba la extensión de la lucha al terreno de la lucha de clases. Desde fines de octubre de 1936 hasta fines de agosto de 1937, Vietnam fue sacudida por una oleada de huelgas sin precedentes, sin parangón en ninguna otra colonia francesa. El ministro de las colonias había sido forzado a retirar los cargos contra La Lutte precisamente porque temía que la crisis política se desarrollaría hasta transformarse en una explosión social.
De la misma manera, las huelgas imponían presiones sobre el movimiento revolucionario legal. La tarea de la hora era ayudar a los huelguistas y organizar la solidaridad para con ellos. De aquí surgieron las dos tareas claves que parecían inminentes hacia el final del verano: la legalización de la Campaña del Congreso y la proclamación de la democracia política.
En el curso de las huelgas estaba claro que la influencia del trotskismo y el comunismo en la clase trabajadora estaba progresando a pasos agigantados. La ofensiva huelguística en sí misma consistía en un gran impulso espontáneo. A menudo la iniciativa provenía de las entrañas del proletariado, y emanaba de la conciencia colectiva, pero esta «espontaneidad» se había unido con la actividad de las organizaciones, y habría sido en vano oponerse a ellas. La doble estructura del movimiento comunista, incluyendo el trotskismo, había jugado un profundo rol, y había dado coherencia al impulso de la clase trabajadora. Aunque la documentación es casi totalmente inexistente, uno no puede dudar que mucho antes de octubre de 1936 los núcleos secretos de los sindicatos reconstituidos por el PCI desde 1934 habían dirigido un gran número de huelgas, como la de los hacheros. La publicación de noviembre de 1936 de Giai Phong, el periódico clandestino del Comité del Interior del PCI, reconocía que los militantes comunistas eran quienes dirigían las huelgas en las destilerías, la industria textil, los aserraderos, las alfarerías y jabonerías, pero reconocían que: «A pesar de que el movimiento de masas está en ebullición, muchas huelgas y luchas de la clase trabajadora se han escapado del control del partido comunista.»42
En otros casos fueron los militantes trotskistas quienes habían organizado las huelgas.43 Lo que surge a partir de la evidencia, es que todas las organizaciones clandestinas, de cualquier tendencia, habían abandonado el reclutamiento molecular y estaban a favor de sumarse a la ofensiva enérgica de los trabajadores.
La actividad de La Lutte era comprendida sólo un poco más. Los documentos oficiales la culpaban, con maliciosa exageración, de ser responsable de la mayoría de las huelgas en Saigón. El informe político de diciembre de 1936 sostenía lo siguiente: «...el doble juego de La Lutte, la doble textura de su trabajo: por un lado llevando adelante actividades abiertamente en nombre de ciertos oficios y reemplazando ella misma a la CGT, que no existe aquí, justificada por la necesidad de modernizar la legislación en los lugares de trabajo, y la necesidad de aplicar esto a la población trabajadora de Cochinchina, la cual está retrasada a escala mundial, y por otro lado conduciendo un trabajo clandestino secreto y una profunda oposición anti-francesa.»44
A la larga, uno de los resultados del movimiento huelguístico fue la formación de sindicatos clandestinos importantes, de los cuales la policía tuvo noticias hacia finales de diciembre de 1936. Los comunistas habían creado el Tong Cong Hoi (Unión General de Trabajadores), y estaban representados en al menos 11 empresas importantes, como el Arsenal, FACI y Shell, y habían publicado hacia finales de enero el primer número de Hop Nhut (El sindicato). Para el 1° de marzo de 1937 contaba con 800 miembros en Saigón y otros 700 en muchos grupos simpatizantes45. Además los militantes trotskistas clandestinos estaban por ganar un auditorio importante en la clase trabajadora de Saigón. Estaban activos en las fábricas, particularmente en el Arsenal -donde eran más influyentes que los comunistas46-, en las compañías de ferrocarriles, de agua y electricidad, y habían formado otro sindicato general embrionario, el Lien Hiep Uy Tho Thuyen (la Federación General de Trabajadores), la cual después de noviembre de 1936, publicaba regularmente el Lien Hiep (El sindicato) mensualmente, un órgano de propaganda sindical47(..)
Claramente numerosos documentos muestran que los militantes obreros trotskistas y sus simpatizantes jugaron un papel dirigente en la organización de las huelgas en 1936-37 en el sur. En ausencia de elementos de evidencia suficientemente concluyentes es difícil ser más definitivos, pero es probable que sus roles en las grandes huelgas de mayo a julio de 1937 fueran importantes. El movimiento trotskista vietnamita -la expresión ya se corresponde con la realidad- tuvo desde el comienzo una implantación exitosa en la región de Saigón, cuya importancia además puede ser medida por las frecuentes advertencias contra el trotskismo en la prensa comunista clandestina.(...)

* Los siguientes son extractos del libro de Daniel Hémery, Los revolucionarios vietnamitas y el poder colonial en Indochina, publicado en 1975. Tomado de fragmentos publicados en Revolutionary History volumen 3, N° 2, agosto de 1990 y Les Cahiers du CERMTRI N° 100, marzo del 2001. Las siguientes notas, que pertenecen al autor, han sido re-enumeradas, y algunas cortadas o reducidas.
1 Daniel Hémery es miembro de la Liga Comunista Internacionalista, sección francesa del Secretariado Unificado de la Cuarta Internacional. La investigación sobre la cual su libro está basado formó parte de su tesis doctoral presentada en la Universidad de París en 1973. Es profesor en la Universidad Jussier, y ha escrito un ensayo sobre el pensamiento de Ta Thu Thau antes de que éste se sumara al trotskismo: «Ta Thu Thau: el itinerario político de un revolucionario vietnamita», incluido en Historia del sudeste asiático, Pierre Brocheux (editor), Lille.
2 De febrero a marzo de 1935.
3 Informe del gobernador Pagès, 11 de marzo de 1935.
4 En Cai Bé el domicilio electoral de La Lutte fue escrito a mano y llevado a la casa de los electores por estudiantes. El 1° de marzo la policía incautó 8.000 volantes en vietnamita de la imprenta, pero La Lutte pudo producir varias docenas de miles de volantes.
5 Una reivindicación personificada en la candidatura de Nguyen Van Nguyen en Giandinh, quien recién había sido liberado de la isla Poulo Condore.
6 Permítasenos referirnos a la cuestión que interesaba al campesinado: el perdón de las rentas y deudas hasta el final de la crisis, la división del cong dien y el cong tho entre los trabajadores agrícolas, la distribución a los pobres de 300.000 hectáreas de tierras arroceras descuidadas y los stocks de arroz pertenecientes a dien chu, la abolición del impuesto personal, y la exención del impuesto a la tierra para aquellos con menos de 5 hectáreas.
7 La Lutte, 19 de febrero de 1935.
8 Informe sobre el colegio electoral de Saigón enviado por Pagès, 9 de julio de 1935.
9 Archivos de la policía, noviembre de 1935. «Relacionándose estrechamente con la vida de los trabajadores, denunciando todos los abusos de los cuales los humildes son víctimas, dirigiendo los movimientos de huelga, los jóvenes de La Lutte han llegado a ser los ídolos de la población anamita». (L ‘Oeuvre Indochinoise, Hanoi, 9 de diciembre de 1935)
10 «Ta Thu Thau tenía grandes expectativas en este tipo de propaganda. El creía que sería un paso para extenderla a todas las clases de la población anamita» (Archivos de la policía, marzo de 1937).
11 El Frente Popular y las aspiraciones del pueblo indochino, publicado el 8 julio de 1936. Otros títulos fueron El fascismo y la guerra civil en España y Estudio sumario de la lucha de clases que apareció en 1937.
12 Establecidas en gran número después de la primera guerra mundial, a menudo a iniciativa de los constitucionalistas, que probablemente habían visto en ellas, en aquel entonces, una forma de establecer un centro de resistencia cultural.
13 Phan Van Hum enseñaba el idioma y la literatura vietnamita en el Liceo P. Doumer, del cual fue despedido en 1935 después de una huelga de profesores. Ta Thu Thau enseñaba francés, ética e historia en el Instituto de Huynh Khuong Ninh, Chau Thanh y en la escuela Nguyen Trong Hy en Giadinh. Anh Van, que era su alumno, tiene un retrato conmovedor de su viejo maestro. La policía acusó a Ta Thu Thau de haber llevado a los alumnos de Chan Thanh a una huelga de hambre a finales de 1934. (Informe policial, cuarto trimestre de 1934) pero esto apenas concuerda con los recuerdos de Anh Van (Hoang Don Tri).
14 En particular contra el director tiránico de la Escuela de Mecánica. Ver la carta de los alumnos en La Lutte, 10 de enero de 1935.
15 En ese momento la policía arrestó en Song Phuoc (Mytho), a dos militantes que habían escapado de Poulo Condore que estaban convenciendo a un granjero de que vote al candidato de La Lutte (informe policial de diciembre de 1935) De acuerdo a los informes policiales de diciembre de 1935, la dirección del PCI en el sur aún dudaba en febrero de 1935 sobre si apoyar o no a la lista de La Lutte, pero el Buró en el exilio le dio a Tran Van Giau la tarea de organizar la participación de las organizaciones ilegales en la campaña de La Lutte.
16 Para esta fecha (junio-julio de 1936) la policía calculaba que los miembros efectivos del Partido Comunista indochino rondaban los 70, y los miembros de los sindicatos de obreros y campesinos los 7.000.
17 Fundada por Lu Sanh Hanh, liberado de la prisión en Cabo Saint Jacques y por un periodista del Duoc Nha Nam. Los miembros principales del grupo fueron el empleado de cuello blanco Ngo Van Xuyet, los estudiantes Trinh Van Lau y Ngo Chinh Phen, el retornado desde Francia, Nguyen Van Nam, el trabajador gráfico Ky y el culi Don. Con la ayuda de Ho Huu Tuong a partir de octubre la Liga publicó la revista Cach Mang Truong Truc (La revolución permanente) y el periódico Tien dao (La Vanguardia).
18 El Arsenal, los tranvías, las gasolineras de Nha Bé, el aeródromo en Cat Lay, etc. Sus juicios tuvieron lugar el 31 de agosto de 1936 (siete fueron hallados culpables y enviados a prisión con penas que iban desde 6 a 18 meses)
19 Ver por ejemplo el artículo La doble tarea del comité de organización», La Lutte, 2 de septiembre de 1936.
20 El cual, según Agir del 27 de septiembre de 1936, habría aceptado tolerar la existencia de los comités de acción.
21 Publicado en el folleto de Nguyen van Tao, Para realizar el Congreso Indochino.
22 Se trata del texto Con respecto a la burguesía (Ban Chi Uy O Ngoai), Anexo al NPM, enero 1937, SLOTFOM III, c 59.
23 O más bien el del comité de acción de La Lutte, que habría difundido, según la policía, más de 20.000 volantes, y que es la antena militante del Comité de Organización del Congreso.
24 Nguyen Van So es miembro con Dao Hung Long del CA provisorio de los barrios de Cho Dui, Cau ong Lien, Cau Mui, Cau Kho y Choquan. Ganofsky y muchos otros luchadores pertenecen al del suburbio de Dakao. Tran Van Thach, Ho Huu Tuong, Ninh y Hum impulsan el CA del grupo La Lutte, Nguyen Thi Luu el de las mujeres de Saigón, Le Van Thu un CA en Choquan, Truong Thi Sau, esposa de Nguyen An Ninh, el de la aldea de My Hoa, Duong Thi Lai, esposa de Phan Van Hum, el CA de An Thanh (Thudaumot), etc. Ver lista de los comités de acción, SLOTFOM, III, C.45. «El grupo de La Lutte controla según nuestro conocimiento, alrededor de 200 comités de acción en la región de Saigón-Cholón y sus suburbios», señala el jefe de la Sureté (carta del 15 de septiembre de 1936, SLOTFOM, III, C. 101).
25 Traducción sumaria en SLOTFOM, III, C. 45.
26 No sería más que para evitar la disolución de los comités que, más rígidamente estructurados, podrían ser asimilados a los partidos.
27 Ver la amigable polémica entre Ta Thu Thau y C. Metter quien, en Agir del 3 de agosto de 1936, le reprocha a los luchadores el aliarse con la burguesía vietnamita («el matrimonio de la carpa y el conejo»). Los elementos progresistas de la burguesía, le responde Ta Thu Thau, reclaman las libertades democráticas como la clase obrera, el Comité de Convocatoria ha previsto la admisión de la izquierda francesa, al igual que de las otras minorías étnicas; lo invita a participar en el CA del grupo La Lutte. Ver La Lutte, 26 de agosto, 2 y 9 de septiembre de 1936.
28 Según Ho Huu Tuong, en el curso del verano de 1936 los militantes comunistas legales del grupo de Tran Huy Lieu enviaron a Saigón a Dang Thai Mai y a Vo Nguyen Giap (salido de prisión el 18 de noviembre de 1931) para encarar con los militantes de La Lutte la creación de un periódico legal en el norte. Dang Thai Mai fue expulsado a la frontera pero Vo Nguyen Giap llegó a Saigón. Se habría reunido con Ta Thu Thau, Nguyen Van Tao, Ho Huu Tuong, etc. Siendo Hanoi una concesión francesa, era posible publicar allí un periódico en idioma francés. Los militantes de La Lutte le habían recomendado a Vo Nguyen Giap al antiguo militante trotskista Huynh Van Phuong que terminaba sus estudios de derecho en Hanoi desde 1935, y a otros dos simpatizantes trotskistas Tran Kim Bang y Le Cu. Si bien la participación de estos últimos en la redacción de Travail era incierta, la de Huynh Van Phuong será efectiva. El grupo Travail comprende entonces a algunos trotskistas y a una mayoría de militantes comunistas o de simpatizantes (Los regresos de Francia de Trinh Van Phu, Nguyen Van Tien, Phan Tu Nghia), Vo Nguyen Giap, etc., sin contar con los redactores clandestinos; está en correspondencia regular con La Lutte. Le Travail apareció del 1° de noviembre de 1936 al 16 de abril de 1937. Tran Van Thach escribió numerosos artículos. A partir del verano de 1937 y hasta 1945, existirá un pequeño grupo trotskista en el norte.
29 Ver por ejemplo Balance y perspectivas, 15 de septiembre de 1936. El diario, redactado por Ho Huu Tuong, contiene esencialmente los textos escritos en esa época por Trotsky. (Ver pág. 71 de este dossier).
30 Entre los comités de acción animados por los trotskistas, la Sureté enumera el CA de alumnos de Saigón animado por el joven Nguyen Van Cu, el de Giarai (Baclieu) organizado por Nguyen Van Dinh, regresado de Francia, el CA provincial de Camau con Tran Hai Thoai, el CA provincial de Cantho en el que milita Tran Van Hao llamado Tu Thai Mau, el de Thoi Thanh (o Mon, provincia de Cantho) con Tran Van Mao.
31 Carta del PCI al Comité de Convocatoria y a la prensa, SLOTFOM, III, C. 45.
32 Nota de la Sureté, 17 de diciembre de 1936, SLOTFOM, III, C. 101.
33 NPM, agosto de 1936.
34 Nota de la Sureté, 17 de diciembre de 1936, SLOTFOM, III, C. 101.
35 Anexos a la nota del 3 de octubre de 1936, SLOTFOM, III, C. 45.
36 Según el balance del 3 de octubre de 1936, op. cit.
37 Existen en esa época alrededor de 1880 aldeas en el sur (sin embargo la Guía de Indochina de 1931 no indica más que 1490 aldeas agrupadas en 229 cantones, lo que deja perplejo...).
38 Pero La Lutte señala la existencia de un CA muy activo en Long Dien (Baria).
39 El Militante fue el primer semanario trotskista en lengua francesa, publicado por la LCI.
40 La Lutte, 1° de octubre de 1936. [Esta argumentación citada por Hémery es diferente a la esgrimida por militantes de la LCI como Ngo Van, ver artículo en el presente dossier. N de E.]
41 «Ta Thu Thau, Nguyen An Ninh y Nguyen Van Tao han llegado a ser héroes legendarios por la huelga de hambre que emprendieron durante su encarcelamiento» escribió la policía (diciembre de 1936). Cuando fueron liberados, los periodistas vietnamitas organizaron una fiesta en su honor y los declararon «los inspiradores de Vietnam».
42 Giai Phong, 7 de noviembre de 1936.
43 De acuerdo con Tan Con (La ofensiva), periódico clandestino simpatizante, 1° de febrero de 1937 (en los archivos policiales), la lista de reivindicaciones obreras de la COFAT había sido redactada por los trotskistas.
44 Informe enviado por Pagès.
45 Archivos policiales, de enero de 1937. Otras empresas que participaban eran Garage Scama, la empresa gráfica Ardin, Le Bucheron (madera), Garages Chamer, la compañía de transporte marítimo Puerto de Comercio, Stacindo (fabricantes de cañerías y materiales para la construcción) y la compañía de transporte marítimo Orsini.
46 Una nota realizada por la policía afirma (aunque esto es dudoso), que el grupo trotskista clandestino, Lien doan Cong San Quo te Chu Nghia (Liga de los Comunistas Internacionalistas) se había convertido en rival del Partido Comunista clandestino.
47 Archivos policiales, febrero y marzo de 1937.