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Boletín Nº 2 (Mayo 2003)

Lecciones del movimiento contra la guerra de Vietnam

Lecciones del movimiento contra la guerra de Vietnam

Carole Seligman, Traducción inédita al español realizada por el CEIP LT de Socialist Viewpoint, Enero de 2002 volumen 2, número 1

Esta inmortal declaración fue realizada en la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América en 1776. En sentido amplio, esto significa: todos los pueblos en la tierra son iguales desde su nacimiento; todas los pueblos tienen el derecho a vivir y a ser felices y libres.

La Declaración de la Revolución Francesa realizada en 1791 acerca de los Derechos del Hombre y el Ciudadano declara también:

“Todos los hombres nacen libres y con igual derechos, y deben siempre permanecer libres y tienen iguales derechos”

Estas son verdades innegables. Sin embargo, por más de ochenta años, los imperialistas franceses, han violado las normas de Libertad, Igualdad, y Fraternidad, han violado nuestra patria y oprimido ha nuestros conciudadanos. Ellos han actuado contrariamente a los ideales de la humanidad y la justicia.

En el campo de la política, ellos han despojado a nuestra gente de todas las libertades democráticas.Ellos han impuesto inhumanas leyes; han establecido tres regímenes políticos distintos en el Norte, Centro y Sur de Vietnam en función de destruir nuestra unidad nacional e impedir la unidad de nuestro pueblo.

Ellos han construido más prisiones que escuelas. Han cruelmente asesinado a nuestros patriotas; han ahogado nuestros levantamientos en ríos de sangre.

Ellos han censurado a la opinión pública; ellos han practicado el oscurantismo contra nuestro pueblo.

Para debilitar nuestra raza nos han forzado a usar opio y alcohol.

En el campo económico, nos han esquilmado hasta los huesos, empobrecido a nuestro pueblo, y han devastado nuestras tierras.

Se han robado nuestros campos de arroz, nuestras minas, nuestros bosques y nuestra materia prima. Ellos han monopolizado la emisión de dinero y el comercio exterior.

Ellos han inventado un número injustificable de impuestos y han reducido a nuestra gente, especialmente a nuestro campesinado, a permanecer en la extrema indigencia1.

Mucho por lo cual los vietnamitas se han rebelado, como puede verse, constituyen valores por los cuales el pueblo americano también se rebelará, en el futuro.
Las cosas que la gente quiere para ellos y sus hijos, son en todo el mundo similares y universales, pero para obtenerlas los vietnamitas fueron forzados a realizar una revolución. Y su revolución no podía ser como la revolución norteamericana, a la cual ellos esperaban seguir como modelo, porque el capitalismo ha agotado todo sus carácter progresivo, su capacidad para desarrollar las capacidades productivas que podrían mejorar las condiciones de vida del pueblo laborioso. Se vieron obligados a luchar contra los países capitalistas más poderosos del mundo, especialmente Estados Unidos. Se vieron obligados a ir más allá del capitalismo.

La revolución vietnamita y la respuesta internacional a los esfuerzos del gobierno de los Estados Unidos por aplastarla, son eventos ricos en lecciones para los pueblos que quieren aprender de la historia, con el objetivo de cambiar el mundo, especialmente quienes aspiran a librar al mundo de sus brutales guerras.

 

Antecedentes de la revolución

Vietnam alcanzó la independencia de China en el siglo diez de la era cristiana y obtuvo su actual configuración geográfica en los inicios del siglo XIX. Los vietnamitas pelearon contra China en seis diferentes momentos en el curso de sus primeros ochocientos años y adquirieron una fuerte identidad nacional como pueblo. La revolución y la guerra vietnamita del siglo XX tuvieron lugar durante un siglo de guerras y revoluciones, todas resultado de la incapacidad absoluta del sistema capitalista mundial para resolver los problemas de la humanidad.

El dominio colonial francés, y luego imperialista (consolidado en 1913) trató a Vietnam y al resto de los países antiguamente integrantes de la Indochina francesa, como una colonia servil, extrayendo minerales y caucho, desarrollando e invirtiendo más tarde capitales en la industria del caucho y la industria manufacturera. La Revolución Rusa, que tuvo lugar durante la Primera Guerra Mundial, es un antecedente muy importante para la revolución vietnamita, cuyos líderes se inspiraron en la Revolución Rusa y China, y posteriormente lo hicieron bajo la influencia negativa de los líderes estalinistas tanto de la Unión soviética como de China.

La Segunda Guerra Mundial, y su reparto del mercado mundial entre las grandes potencias imperialistas vieron al régimen colonial francés en Vietnam, cuando Francia fue derrotada y ocupada por Alemania, declarar su fidelidad al régimen de Vichy, el gobierno de ocupación nazi. Japón ocupó Indochina en 1940 y dominó Vietnam a través de la antigua administración colonial francesa, pero cuando las fuerzas alemanas fueron expulsadas de Francia, Japón echó el régimen colonial francés y declaró la “independencia” de Vietnam, bajo el emperador Bao Dai, quien cooperaba con los japoneses.

 

El comienzo de la revolución

El año 1940, marcó el comienzo de la resistencia de la guerrilla nativa en Vietnam, al régimen colonialista francés de Vichy y a los invasores japoneses. Irónicamente los aliados anglo-norteamericanos ayudaron con suministros al Vietminh, un frente de las fuerzas nacionalistas vietnamitas y el Partido Comunista liderado por Ho Chi Minh, líder del clandestino Partido Comunista Indochino. El Vietminh era un frente popular de varias clases: trabajadores, campesinos y fuerzas capitalistas. Durante la lucha anticolonial, el Vietminh logró aumentar su influencia en todo el campo y luego, con la rendición de los japoneses frente a los aliados, la revolución popular abarcó y se extendió a las ciudades vietnamitas el 19 de agosto de 1945, y condujo al Vietminh al poder. Ho Chi Minh proclamó la independencia (ver cita al comienzo), según el modelo de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de 1776, y estableció la República Democrática de Vietnam.

Al final de la Segunda Guerra Mundial, los acuerdos de Postdam dispusieron la ocupación de Vietnam por las tropas británicas. El gobierno del Vietminh, bajo la influencia del gobierno stalinista de la Unión Soviética dio la bienvenida a las tropas británicas en Saigón. Esta fue la mayor traición de los stalinistas a la revolución vietnamita. Las fuerzas revolucionarias, los trotskistas, con influencia en sectores importantes del movimiento de masas, en los trabajadores y campesinos mayormente en el sur de Vietnam, se opusieron al ingreso de las tropas británicas y advirtieron que éstos lo hacían como conquistadores y no como aliados. El programa revolucionario que levantaban era: “La oposición al imperialismo y el apoyo a la revolución mundial; el frente único obrero-campesino; la creación de comités populares (soviets); el establecimiento de una Asamblea Constituyente; el armamento del pueblo; la confiscación de la tierra por los campesinos; la nacionalización de la industria bajo control de los trabajadores y la creación de un gobierno obrero-campesino”.

 

Las traiciones

El Partido Comunista ordenó el desarme y arrestó a los revolucionarios, mucho de los cuales fueron asesinados sin juicios. Las predicciones de los revolucionarios acerca de las intenciones de los británicos demostraron ser verdaderas. El ejército británico atacó a las fuerzas independentistas y le devolvió el poder en el sur de Vietnam a los colonialistas franceses (que entonces estaban bajo el gobierno de De Gaulle en Francia). Francia y el Vietminh firmaron un acuerdo por el cual Francia reconocía al gobierno de la República Democrática de Vietnam como una parte semiautónoma de la Unión Francesa, exclusivamente en la zona norte del país y por un breve período. Esto constituyó la segunda gran traición a la revolución ya que por el mismo acuerdo se permitía a Francia apostar tropas de tierra en Hanoi desde donde arrojaron el masivo bombardeo del puerto de Haiphon y empujaron al Vietminh al interior del país, quienes emprendieron una prolongada guerra de guerrillas contra Francia.

Los Estados Unidos se involucraron contra la revolución vietnamita bajo el gobierno de la administración de Truman cuando los Estados Unidos comenzaron a proveer asistencia militar a Francia en la guerra colonial de agresión para reconquistar Vietnam para su colonia. Con el triunfo de la Revolución China en 1949, los Estados Unidos aumentaron su ayuda a Francia, sin embargo los vietnamitas vencieron a Francia durante esta guerra de ocho años, que culminó en la decisiva batalla de Dien Bien Phu en 1954.Los Acuerdos de Ginebra de 1954 fueron los acuerdos formales que pusieron fin a la guerra con Francia, y constituyeron otra traición enorme a la revolución vietnamita. Los acuerdos, a pesar de que planteaban elecciones libres para la reunificación del país en 1956, también establecían una línea de demarcación, el paralelo 17th, ambos lados del cual Francia (al sur) y los nacionalistas vietnamitas y los comunistas (al norte) debían retirar las tropas. Esta demarcación era, supuestamente, una medida temporaria, con un llamado a elecciones en el plazo de dos años para la reunificación del país. Por qué, podríamos preguntarnos, los victoriosos vietnamitas deberían conceder nuevamente territorios a la influencia extranjera. Documentos del Pentágono revelaron que esta desastrosa concesión fue “el resultado de una gran presión sobre la delegación vietnamita en la Conferencia de Ginebra, ejercida por Molotov y Cho En-lai, los dos representantes de la Unión Soviética y China, respectivamente.” 2.

 

Estados Unidos comienza a participar en la guerra

Francia se retiró de Vietnam, pero Estados Unidos violando los acuerdos de Ginebra, la ocuparon y establecieron brutalmente un gobierno títere dictatorial, represivo y asesino encabezado por Ngo Dinh Diem al sur del paralelo 17th. Diem, bajo el tutelaje de Estados Unidos, se negó a otorgar elecciones como establecían los Acuerdos de Ginebra para 1956. El representante del gobierno títere sudvietnamita comenzó a revertir los logros obtenidos producto de la guerra contra Francia, durante la cual los campesinos habían tomado parte de las tierras que los terratenientes, apoyados por los franceses, habían abandonado. Nuevamente la lucha de guerrillas tomó lugar y se expandió.

La guerra desatada por los Estados Unidos contra el pueblo vietnamita movilizó tal cantidad de hombres, de suministros y pertrechos y fuerzas militares como nunca antes por parte del estado más rico y poderoso militarmente del mundo contra una pequeña nación, empobrecida y desgarrada por la guerra. (¿Esto no suena familiar?). La seguidilla de representantes títeres en el gobierno establecido por los Estados Unidos en el sur estaba tan aislada del pueblo vietnamita, que fueron elegidos entre la casta de mandarines vietnamitas que habían tomado parte del régimen colonial francés como Diem, o incluso habían combatido del lado francés durante la guerra anticolonial. Estados Unidos y sus títeres sudvietnamitas (el primero de los cuales fue Diem) violaron la letra y el espíritu de los acuerdos de Ginebra, los cuales se suponían que unirían a Vietnam bajo el gobierno del Vietminh.

El Vietminh contaba con el apoyo de la población de todo el país. Los documentos de los primeros años del gobierno norteamericano (como lo prueban Documentos del Pentágono) demuestran que los líderes políticos y militares norteamericanos sabían que Ho Chi Minh podía ganar el liderazgo por la unidad vietnamita, si se convocaban elecciones libres en 1956 como se suponía debía ocurrir.

Los Acuerdos de Ginebra, con las maniobras de los Estados Unidos, transformaron el completo triunfo de los vietnamitas sobre Francia en una derrota para los vietnamitas. Esto le permitió a los Estados Unidos ganar tiempo y territorio en su provecho, para obtener apoyo en el sur del país, e ir constituyendo sobre el pequeño sector de católicos vietnamitas una base social para un gobierno títere, a través de la concesión de tierras e incentivos económicos especiales.

Por el año 1959, los soldados norteamericanos considerados “asesores” del ejército sudvietnamita, fueron enviados a Vietnam, y en respuesta la República Democrática de Vietnam, establecida en el norte, comenzó a otorgar ayuda al movimiento de resistencia en el sur. En 1960, se formó el Frente de Liberación Nacional.

La guerra de los Estados Unidos contra el pueblo vietnamita se extendió por quince años. Hacia el final, en 1975, los vietnamitas habían triunfado y derrotado al estado más poderoso de todos los tiempos, a un costo de más de cuatro millones de muertos, millones de heridos, dejando un país envenenado, y económicamente destruido. Los Estados Unidos perdieron cerca de 58 mil vidas, centenares de miles de heridos, y como mínimo medio millón de veteranos de Vietnam quienes padecen los efectos del trauma psicológico de la posguerra, intoxicación química, cientos de miles drogadictos y encarcelados y una economía que por última vez brindara “armas y pan”. En 1971, antes de que la guerra en Vietnam concluyera, las tendencias que durante la segunda posguerra mundial habían mejorado los niveles de vida a los trabajadores norteamericanos se acabaron para siempre.

 

La brutalidad de Estados Unidos

Unos pocos datos estadísticos sobre la guerra aérea brindan un pequeño indicio de la brutalidad desatada por el gobierno norteamericano contra el pueblo de Vietnam. Durante la Segunda Guerra Mundial los Estados Unidos arrojaron un total combinado de dos millones de toneladas de bombas en todo los teatros de la guerra. A finales de 1972 (y esto fue antes de que los Estados Unidos detuvieran los bombardeos sobre Vietnam) los Estados Unidos habían arrojado 6.300.000 toneladas de bombas en Indochina. Entre los dos años del período que van desde 1968 y 1969 los Estados Unidos habían arrojado casi el doble de toneladas de bombas en el sur de Vietnam, que la cantidad de bombas arrojadas por las fuerzas aliadas en Alemania durante la Segunda Guerra Mundial. En 1969, Vietnam del Norte fue golpeada cada mes con bombas, con una fuerza explosiva total equivalente a dos bombas atómicas.En la Navidad de 1972 sólo el bombardeo de los Estados Unidos arrojó más tonelaje de bombas sobre Hanoi y Haiphong que las arrojadas por Alemania sobre Inglaterra desde 1940 a 1945. Desde 1965 a 1969 los Estados Unidos arrojaron 50 libras de bombas sobre cada hombre, mujer y niño en Vietnam. Los Estados Unidos dejaron 21 millones de cráteres por bombas solamente en el sur de Vietnam. En la zona norte de Vietnam el objetivo de los bombardeos americanos fue la economía. Casi la totalidad de la producción moderna e industrializada fue interrumpida. Hospitales, escuelas e iglesias fueron los objetivos específicos. En el sur, las aldeas fueron los objetivos particulares, en función de obligar a las poblaciones campesinas a refugiarse en campos llamados aldeas estratégicas, conocidas como Programas de Pacificación.

En 1961, el presidente John F. Kennedy autorizó la guerra química masiva, Operación Ranch Hand, la cual se extendió por casi diez años. En el sur de Vietnam solamente, los Estados Unidos esparcieron 18 millones de galones de químicos venenosos (incluyendo el Agente Naranja y Napalm), con el fin de desfoliar los campos, envenenar las cosechas, los animales de las granjas y a las personas, incluyendo a los soldados americanos, causando nacimientos defectuosos entre otros horrendos resultados.

 

My Lai

Para citar sólo un evento específico que arroja luz sobre lo perpetrado por Estados Unidos en Vietnam, consideremos el pueblo de Xom-Lang, llamada equivocadamente por los militares norteamericanos My Lai. La Compañía Charly, el Primer Batallón de la 20th Infantería de la división norteamericana, incursionó en Xom Lang. No encontraron oposición. Tampoco encontraron soldados armados del Frente de Liberación Nacional (NFL), ningún armamento en absoluto, pero provocaron la masacre de 504 pobladores, la mayoría de ellos ancianos, mujeres, muchachas (algunas de las cuales fueron violadas y luego asesinadas) y niños, incluyendo bebés en brazos. Esta fue una matanza racista contra una población civil desarmada. Esta masacre, que no constituyó una excepción en la política militar norteamericana en Vietnam, fue parte del holocausto que los Estados Unidos provocaron en su incursión en Vietnam.Otro ejemplo de brutalidad del lado americano fue revelado por los productores televisivos April Oliver y Jack Smith, quienes fueron echados de la CNN en 1998 por relatar la historia de una misión secreta norteamericana en Laos (donde supuestamente los Estados Unidos nunca habían estado), donde arrojaron gas venenoso sobre los desertores americanos y los revolucionarios indochinos, para ser luego asesinados.

La historia fue revelada 28 años después de los hechos y no sólo causó los despidos sino también una campaña de disculpas por parte de la CNN en colaboración con el Pentágono. Después de todo, esta historia reveló no sólo que los Estados Unidos fabricaron 30 mil bombas de gas sarin durante la guerra de Vietnam, sino que llevaron adelante una guerra secreta contra Laos. Éstos fueron sorprendidos usando armas que habían sido prohibidas en conferencias internacionales de paz, usando armas similares de las cuales acusan a Irak de poseer y usar y que usan como excusa para mantener las sanciones sobre Irak, que han causado miles de muertes allí.Estos pocos hechos señalan una importante lección acerca de la guerra en Vietnam: la brutalidad de la clase dominante norteamericana, hasta dónde son capaces de llegar para salirse con la suya. Esta es una verdad fundamental que debe conocer y trasmitir todo el que quiera cambiar la sociedad. Esta es una sociedad que no puede ser reformada sustancialmente. Para terminar con esta clase de brutalidad, el poder del gobierno y del estado norteamericano deben ser arrebatados por quienes no tienen motivos para ejercerla contra otros pueblos. Vietnam no fue un error. Las políticas que condujeron a tales brutalidades fueron conscientes y sistemáticas, es la política que el sistema capitalista está dispuesto a usar, por todos los medios, para mantener el sistema a cualquier precio. Lo magnífico del movimiento antiguerra desarrollado en los Estados Unidos es el alto precio que le hizo pagar al gobierno de los Estados Unidos en el ámbito interno en tanto los vietnamitas le hicieron pagar un costo muy alto en Vietnam.

 

Lecciones del movimiento antiguerra

La “época de guerra y revoluciones” afectó a los Estados Unidos directamente. Exactamente diez años después del final de la Segunda Guerra Mundial, el Movimiento Civil por los Derechos de los Negros se desató a lo largo del sur y se expandió por todo el país, ganando el apoyo de la mayoría, llevando a una división en la clase dominante, con un sector decisivo que tomó la iniciativa para acabar con el sistema de segregación legal en el sur concediendo derechos civiles para la población negra. El movimiento por los Derechos Civiles asestó un duro golpe al macartismo y dio lugar al inicio de la militancia estudiantil en el movimiento antiguerra y a la radicalización estudiantil característica de los sesenta. La revolución cubana de 1959 fue también una fuente de inspiración para la naciente radicalización en los Estados Unidos. La expansión del Movimiento por los Derechos Civiles en todo el país dio cuenta de diferentes reacciones en los estudiantes, y más tarde en la clase obrera con la guerra en Vietnam, en contraste a la respuesta dada a la guerra de Estados Unidos contra Corea.

Desde el comienzo del movimiento contra la guerra en Vietnam en 1964, (cinco años después de que Estados Unidos iniciara directamente la intervención militar), las muchas personas y grupos que participaron en el movimiento se comprometieron en agudos debates sobre el curso, la estrategia y las tácticas del movimiento. Algunos de estos debates tuvieron decisivas consecuencias para el movimiento y la guerra misma. Durante los diez años del movimiento antiguerra desde 1965 a 1975, el ala marxista revolucionaria proletaria, representada por el Socialist Workers Party (antecesor del Socialist Worker Organization), que partió siendo una pequeña minoría en un pequeño movimiento, llegando a ser parte de la dirección de un movimiento de millones, un movimiento que llegó a tener un peso decisivo en el desarrollo de la guerra misma. Y no solamente eso, sino también el impacto de la revolución vietnamita en la población de los Estados Unidos, si bien no pudo en ese momento conducir a que la clase obrera norteamericana se hiciera del poder, contenía muchas semillas de la futura revolución socialista en los Estados Unidos mismos. Asimismo, los debates en el movimiento antiguerra que se desarrollaba reflejan, en muchos sentidos, los elementos necesarios para el cambio en la totalidad de la estructura de clases de los Estados Unidos. Esto puede sonar exagerado, pero pienso que se puede sostener que esta afirmación es fidedigna.

 

El interés propio y el movimiento antiguerra

Fue fundamental para un enfoque marxista del ala revolucionaria del movimiento antiguerra, el cual comenzó principalmente como un movimiento estudiantil, el punto de vista del marxismo que considera a la lucha de clases como el motor del cambio social y a la clase obrera como la única clase con el potencial y el poder efectivo para transformar la sociedad. Este principio, esta idea básica, moldeó todo el enfoque de los revolucionarios al desarrollo del movimiento antiguerra. Relacionado con esta idea, es el concepto de que las masas entran en acciones políticas únicamente si perciben que sus propios intereses están comprometidos. Por lo tanto, la tarea para el movimiento antiguerra era apelar al pueblo americano y hacerlo sobre la base de su interés propio (esta es una verdad que se aplica para el movimiento antiguerra actual)

La estrategia desarrollada por los revolucionarios en el movimiento contra la guerra en Vietnam tenía estos componentes: acción de masas, independencia política de los partidos de la clase dominante (Demócratas y Republicanos), organización alrededor de las demandas básicas hacia el gobierno de Estados Unidos como el respeto por el derecho de autodeterminación del pueblo vietnamita. Esta estrategia fue internacionalista. Esto es, buscó unir los intereses de la población vietnamita a los intereses del pueblo americano y a todos los pueblos del mundo. Cada aspecto de esta estrategia está basado en la idea de que sólo el movimiento masivo de la clase obrera podría obligar a los Estados Unidos a terminar esta guerra. Las acciones de masas proporcionaron una alternativa al gobierno e independencia de los partidos Demócrata y Republicano. El carácter principista de las exigencias sobre el gobierno evitaron que el movimiento fuera cooptado por la clase dominante. La acción de masas es una estrategia de la clase obrera, opuesta, por ejemplo, a los petitorios, cartas escritas, lobbys, proyectos electorales (aún cuando todos éstas tácticas pueden ser útiles ocasionalmente) porque las acciones de masas, las movilizaciones callejeras son la clave de la fortaleza de la clase obrera, tanto por su número como por su potencialidad, ya que pueden abrir el camino para que la clase obrera avance en la instauración de su propio gobierno, aunque por supuesto, el movimiento antiguerra nunca llegó a desarrollarse hasta este punto.

 

Tácticas antiguerra que emanan de la estrategia

Las más efectivas tácticas emanaron de esta estrategia elemental. La acciones de masas fueron las movilizaciones callejeras llamadas por el frente único de todos los grupos que acordaban unirse en acciones comunes antiguerra. Fueron organizadas como movilizaciones pacíficas, legales, con autorización. Es importante recordar que en los comienzos y a mitad de los sesenta no eran tan lejanas las persecuciones de Joe McCarthy, de la década del cincuenta. Las movilizaciones en oposición a la política exterior de los Estados Unidos no eran tan comunes ni frecuentes. Había una significativa cantidad de persecuciones al comunismo, intimidaciones, y ataques físicos en los comienzos del movimiento antiguerra. Por lo tanto era importante facilitar todo lo posible para que la gente se atreviera a dar sus primeros pasos tentativos en oposición a su gobierno. La táctica del pacifismo, las movilizaciones callejeras legales y pacíficas satisfacían estos requerimientos. El ala revolucionaria del movimiento tenía una gran confianza que la mayoría del pueblo americano podría ser ganado para la causa contra la guerra y estos métodos no eran obstáculos en el camino de lograr este objetivo.

La estrategia de independencia política fue tácticamente implementada a través de la creación de comités independientes cuyo único objetivo era la oposición a la guerra; un frente único de coaliciones que usualmente se organizaban para preparar acciones con día, fecha y lugar específicas. Algunas coaliciones duraron más que una acción, otras fueron endebles y realmente eran organizaciones ad hoc, que permanecían juntas sólo para un evento. Después del cual las diferencias políticas entre las organizaciones participantes las llevaba a separarse. El movimiento estudiantil, habiéndose organizado previamente y siendo el mayor defensor de la autodeterminación de los vietnamitas, jugó, generalmente, el rol de ala izquierda en las amplias coaliciones que se constituían para llevar a cabo las movilizaciones tanto en las ciudades, como a nivel regional o nacional. Eran el ala izquierda porque eran los más resistentes a las aspiraciones electorales de las organizaciones reformistas en el movimiento pacifista, el Partido Comunista, los Socialdemócratas, y la variedad de liberales. Cada vez que una campaña electoral se acercaba, los reformistas trataban de arrastrar al movimiento para que apoyara al candidato que representaba “el mal menor”, en lugar de organizar movilizaciones contra la guerra. Este problema se hizo más difícil de superar a medida que el movimiento fue creciendo. Al comienzo, no había candidatos “antiguerra”. Luego, a medida que el movimiento se masificó, aparecieron numerosos candidatos “por la paz” tratando de cooptarlo. Y cuando las bajas americanas comenzaron a convertirse en inaceptables para el pueblo americano, incluso presidentes como Lyndon Baines Johnson y Richard Nixon, se postularon a presidentes prometiendo frenar la escalada de la guerra.Las consignas revolucionarias defendidas por el movimiento también reflejaban una orientación estratégica para la clase obrera. “¡Traigan nuestros soldados a casa ahora!” era la demanda central revolucionaria promovida en el movimiento. Créase o no, llevó varios años antes de que la mayoría organizada en el movimiento antiguerra llegara a acordar con esta consigna. Después de todo, los reformistas concientes, que jugaban un gran rol en el movimiento organizado, se oponía a esta solución para la guerra. Muchos (como el Partido Comunista, por ejemplo), buscaron un compromiso con el gobierno de Estados Unidos y proponían que el movimiento exigiera una solución negociada para finalizar la guerra. Los revolucionarios planteaban que Estados Unidos no tenía derecho a negociar nada en Vietnam y que la única demanda que el gobierno de Estados Unidos podía honrar para respetar el derecho del pueblo vietnamita a decidir sobre su propio destino, era que los Estados Unidos y todas las potencias extranjeras se retiraran. Esta era una idea muy avanzada para la década del sesenta, a diferencia con la actualidad donde el movimiento antiguerra contra la guerra de Estados Unidos contra Irak, Yugoslavia y Afganistán ha comenzado con la exigencia de que los Estados Unidos se retiren. Este es un legado del movimiento contra la guerra de Vietnam.

 

¡Fuera Ya!

¡Fuera ya! fue la consigna más importante porque el mayor obstáculo para el éxito de la lucha por la autodeterminación de los vietnamitas eran los Estados Unidos. La retirada de las tropas norteamericanas, las bombas, y las bases eran la garantía para el logro de la reunificación de Vietnam y lograr avanzar hacia su revolución social. El ala consciente, revolucionaria del movimiento antiguerra norteamericano entendía esto. Pero había otra importante razón para levantar la demanda de “¡Que vuelvan los soldados a casa, ahora!”. Y era la estrategia de transformar al movimiento en un movimiento de la clase obrera que contara con el poder social de afectar las acciones del gobierno norteamericano. La consigna para que regresaran las tropas norteamericanas a casa, nuestras tropas a casa, era el camino concreto para llegar a los soldados mismos y sus familias, sus amigos, sus parejas en el país, con el mensaje de que el movimiento antiguerra no era un movimiento para perjudicar a los soldados, sino un movimiento que si triunfaba podría salvar también sus vidas.

El gobierno de los Estados Unidos y los medios capitalistas utilizaron todo su poder para convencer a la opinión pública, a los trabajadores, y a los soldados de que las movilizaciones estudiantiles eran contra los soldados, contra “nuestros muchachos”, que podría perjudicarlos y conducirlos a la muerte. Esto fue una manipulación, una maquinaria de propaganda poderosa que surgió de la reaccionaria y patriótica década del cincuenta (una era que produjo soldados que iban junto con los oficiales para perpetrar brutales crímenes de guerra contra los civiles como en la masacre de My Lai)

La previsión y el optimismo de aquellos que en el movimiento antiguerra luchaban por la consigna de ¡Fuera ya!, que pudo llegar a los soldados mismos, fue bastante asombroso. El hecho es que el impulso provino de los revolucionarios quienes sabían que históricamente, durante los grandes alzamientos revolucionarios, las masas laboriosas del pueblo, incluso quienes sirven en las fuerzas armadas del estado capitalista, pueden pasar del lado de los revolucionarios, pueden cambiar. Y esto fue exactamente lo que sucedió.

 

El movimiento antiguerra y los soldados

El Socialist Workers Party fue tan serio en su orientación hacia los soldados que realizaron una campaña consciente para educar al movimiento antiguerra publicando un folleto llamado “Los reclutas y la lucha contra la guerra” y haciendo giras de propaganda con la autora, Mary Alice Waters. Este folleto trataba los reales acontecimientos luego de la Segunda Guerra Mundial en 1945 y 1946, en particular un capítulo oculto en la historia de los Estados Unidos cuando un movimiento “Llévenos a casa” se desarrolló en gran escala entre los soldados norteamericanos en el Teatro de Operaciones del Pacífico, quienes estaban siendo usados para intervenir en la Guerra Civil China del lado de Chiang Kai-Shek, contra los revolucionarios comunistas. Este movimiento fue reprimido pero ciertamente jugó un rol en la desmovilización de las fuerzas norteamericanas más rápidamente de lo que el gobierno norteamericano deseaba, lo cual adelantó el triunfo de la revolución China, la cual los Estados Unidos definitivamente querían detener. El movimiento “Llévenos a casa” fue organizado en el seno de las fuerzas armadas con mitines, volantes, y propaganda. Este es un maravilloso ejemplo de las posibilidades de organizar soldados contra la guerra en Vietnam.

El libro de Fred Halstead, Out Now!, cita un discurso de James Johnson, uno de los tres soldados de Fort Hood, quienes en 1966 fueron los primeros en hablar públicamente contra la guerra y anunciaron que rechazaban la orden para ir a Vietnam. El soldado raso James Johnson decía:

“Hay una relación directa entre el movimiento pacifista y el movimiento por los derechos civiles. Los sudvietnamitas están luchando por su representatividad como lo hacemos nosotros... Por lo tanto los negros en Vietnam están justamente ayudando a derrotar lo que sus hermanos Negros están luchando por conseguir en los Estados Unidos. Cuando el soldado negro retorne, él todavía no podrá pasear en Mississippi o caminar en algunas calles de Alabama. Todavía habrá proporcionalmente el doble de negros que blancos en Vietnam... Es hora de que los negros se den cuenta de que sus fuerzas pueden ser usadas mucho mejor, correctamente, aquí en casa. Es donde sus fuerzas deben estar. Nosotros no ganaremos absolutamente nada en Vietnam. Todo esto es lo que me ha conducido a tomar la decisión que he tomado. Y sé que estoy en lo correcto al tomar esta decisión.”

Otro de los tres soldados de Fort Hood, David Samas, hizo un discurso en el cual él incitaba al movimiento por la paz a:

“Denle al recluta algo en qué creer y luchará por ello. Hagan saber en Vietnam que ustedes quieren que vuelvan a casa, hagan saber que ustedes están también preocupados por su vida. Cuéntenles que ustedes los quieren vivos, no muertos. ¡Traigan de vuelta a casa a nuestros hombres en Vietnam!Al final nosotros dependemos enteramente del público. Nos hemos puesto en manos del pueblo de los Estados Unidos, y todas nuestras esperanzas están puestas en ellos.”

Estos discursos y los signos de la resistencia de los reclutas a la guerra, eran claras señales de lo que pronto ocurriría, cuando el sentimiento y la opinión antiguerra se tornó cada vez tan fuerte entre los soldados que la maquinaria militar más poderosa del mundo, se convirtió en la menos confiable de las fuerzas peleando en Vietnam.

En 1971, el coronel Robert D. Hein Jr. escribió un artículo titulado “El colapso de las Fuerzas Armadas” en el diario Armed Forces Journal. Él iniciaba el artículo así:

“La moral, la disciplina y la dignidad de la capacidad de combate de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos están, con pocas excepciones, perdiéndose y empeorando a cada momento en este siglo y posiblemente, en la historia de los Estados Unidos. Por varias indicaciones considerables, nuestro ejército que permanece en Vietnam está en un estado de colapso inminente, con unidades individuales evitando o rehusando el combate, matando a sus oficiales y suboficiales, completamente drogados, desalentados cuando no al borde del amotinamiento”.

En el mismo artículo, Heinl escribió:“ ‘Incidentes con esquirlas’, o sencillamente ‘fragging’ (esquirlamiento) es el lenguaje popular entre los soldados en Vietnam para designar el asesinato o intento de asesinato de aquellos oficiales y suboficiales estrictos, impopulares, o sencillamente agresivos. Con extrema renuencia (luego de que un egresado de West Point proveniente del Estado de Montana, fuera “esquirlado” mientras dormía) el Pentágono ha publicado ahora que los esquirlamientos en 1970 (209) han sido más del doble que los del año anterior (96).

Rumores sobre la muerte de oficiales, provocan aplausos en las películas para las tropas o en los campamentos de algunos batallones.”Heinl documenta la existencia en 1971 de 144 diarios clandestinos publicados o dirigidos a las bases militares de los Estados Unidos (habiéndose incrementado en un 40% desde el año anterior), la existencia de por lo menos 14 organizaciones disidentes de reclutas, incluyendo dos de ellas formadas solamente por oficiales, la existencia de 11 a 26 cafeterías para reclutas opuestos a la guerra, situados fuera de las bases y aún más.

Heinl escribió:

“Las condiciones entre las fuerzas norteamericanas en Vietnam han sido superadas en este siglo por los motines de Nivelle que sacudieron al Ejército Francés en 1917, y por el colapso de las fuerzas zaristas en 1916 y 1917”. En otras palabras, las condiciones de los militares norteamericanos se aproximaron a las de la época de la Revolución Rusa ¡cuando los soldados se pasaron a la Revolución Bolchevique!

 

El rol del Movimiento por los Derechos Civiles

Estas condiciones de colapso en el ejército, que constituyen el colapso de uno de los pilares del aparato de estado capitalista, tenían sus raíces en la guerra misma: las numerosas bajas, el hecho de que políticamente la guerra no estaba justificada para los soldados norteamericanos, y la alternativa de paz presentada por el movimiento civil contra la guerra. Pero lo más significativo, y el hecho fundamental, fueron los efectos del Movimiento por los Derechos Civiles, el crecimiento del nacionalismo negro y el rol consciente de los líderes negros en oposición a la guerra de Vietnam como así también la denuncia de la desproporción de muertos y heridos de los soldados no blancos en Vietnam, ocasionado por el número desproporcionado de estos soldados en combate.

Un punto de inflexión para el crecimiento de la resistencia de los reclutas negros hacia la guerra y para el movimiento antiguerra en su conjunto fue el un discurso dado por el reverendo. Martin Luther King, Jr. en 1967 en la Iglesia Riverside en la ciudad de New York. Este fue un discurso enteramente revolucionario que defendió el derecho del pueblo vietnamita a rebelarse contra sus dictadores títeres y los Estados Unidos. King elaboró los argumentos claves contra la guerra desde la óptica del pueblo negro: “Estados Unidos nunca ha empleado los fondos o energías necesarias en rehabilitar a sus pobres tanto como lo está haciendo en Vietnam, donde continúa arrojando hombres, capacidades y dinero como un embudo demoníaco y destructivo. Por lo tanto, estoy obligado, cada vez más, a ver la guerra como enemiga de los pobres y a enfrentarla como se debe”King señaló la ironía de enviar “ ...jóvenes hombres negros quienes han sido oprimidos por nuestra sociedad, a 8.000 millas de distancia para (supuestamente) garantizar las libertades que ellos no han encontrado en el suroeste de Georgia y en el Harlem Este” Él señaló la ironía de que un país estaba enviando soldados negros y blancos a matar y a morir juntos pero es incapaz de sentarlos juntos en las mismas escuelas. “Los vemos a ellos en una solidaridad brutal quemando las chozas de una aldea pobre, pero nos damos cuenta de que nunca podrían vivir en la misma cuadra en Detroit” King dijo, ‘Yo sé que nunca podré otra vez levantar mi voz contra la violencia de los oprimidos en los guettos, si antes no he dicho, claramente, que el mayor proveedor de violencia en el mundo de hoy, es mi propio gobierno”. ¡Qué explosivo que fue este discurso, llamando al gobierno de los Estados Unidos el mayor proveedor de violencia en el mundo!En 1970, el comandante George L. Jackson, escribiendo en la naval War College Review reconocía los efectos del discurso del Dr. King de 1967 “... tuvo una profunda significación para el escenario nacional”. Él escribió: “El aumento de la desilusión pública con la guerra en Vietnam, de la cual la declaración del Dr. King fue una parte esencial, hizo las cosas más difíciles para los militares... al reducir su capacidad para generar presión política y militar... Así como el movimiento por los Derechos Civiles ha servido como un freno para la capacidad de las fuerzas armadas norteamericanas en Vietnam... así también ha restringido y limitado el uso de las fuerzas militares...” Y continúa: El efecto más claro que el movimiento por los Derechos Civiles ha tenido sobre el empleo de las fuerzas militares, ha sido la necesidad de usar a las tropas para sofocar disturbios civiles. La Guardia Nacional ha sido tradicionalmente utilizada para estos fines. Durante el año fiscal de 1968, 104.665 hombres de la Guardia Nacional fueron llamados para sofocar disturbios civiles, muchos de los cuales se precipitaron por el asesinato del Dr. Martin Luther King. Las unidades de la Guardia Nacional fueron alertadas de que tendrían que sofocar posiblemente, disturbios civiles 77 veces en 29 estados y en el Distrito de Columbia. Cerca de un cuarto de estas unidades en alerta fueron usadas para sofocar disturbios en Detroit, Washington y Chicago. Solamente los disturbios en Detroit requirieron 10.399 hombres de la Guardia Nacional en actividad y 5.547 del personal del ejército en actividad para restaurar el orden. En febrero de 1969 la Guardia también fue llamada al campus de la Universidad de Wisconsin para sofocar los desórdenes que surgieron a partir de la exigencia de que se estableciera un programa de estudios negros, que se aumentara el número de estudiantes y miembros negros de la facultad. Esta fue la primera vez que los hombres de la Guardia Nacional fueron utilizados para restaurar el orden en los campus.En el mismo artículo Jackson afirma que las más importantes restricciones impuestas por el Movimiento por los Derechos Civiles sobre los militares “...fueron provocadas por la coalición de las organizaciones por los Derechos Civiles y las organizaciones antiguerra. Esta coalición fue la punta de lanza para el cambio de la opinión pública, haciendo que ésta retire el apoyo a conflicto en Vietnam.”Los papeles del Pentágono confirman que el gobierno de los Estados Unidos coincidía con este análisis. Una de las recomendaciones del Secretario de Defensa del Presidente Nixon, reconocía que “al tratar con la opinión pública y el Congreso, la administración tendría que demostrar que la administración tendría los medios ‘para la lucha en los guetos’ con el fin de justificar la continuidad de la intervención en Vietnam”.Mientras los factores objetivos, como las bajas y la experiencia de ser parte de una fuerza de invasión contra una revolución popular jugaron un rol gigantesco en moldear las actitudes de los soldados y la población laboriosa en general hacia la guerra de Vietnam, la acción del movimiento antiguerra ayudó a los factores objetivos a convertirse en parte de la respuesta consciente a la guerra.

 

Debates en el movimiento antiguerra

Uno de los mayores debates en el movimiento antiguerra, un debate que se mantuvo casi dos veces al año por diez años, era si llamar o no a otra movilización de masas callejera. El ala izquierda del movimiento estaba cohesionado por llamar a una escalada de movilizaciones en las calles. Era la forma de hacer posible llegar a más y más trabajadores a medida que los eventos objetivos cambiaban sus mentes y también, la de los soldados. En 1969, casi 1.000 marines participaron en la marcha contra la guerra en Oceanside, California. Un acto contra el racismo en Heidelberg, Alemania en 1970 arrastró casi 1.000 reclutas. Mil marineros de una tripulación de 4.500 en portaviones de ataques navales USS Coral Sea, programada para navegar hacia Vietnam para un ataque con bombas en el otoño de 1971, firmaron un petitorio que circulaba secretamente a bordo del barco afirmando que “Nosotros no creemos en la guerra de Vietnam”, y que el barco “no debería ir a Vietnam”. Trescientos hombres de este barco lideraron una demostración antiguerra en San Francisco el 6 de Noviembre.Durante los debates sobre si llamar o no a otras movilizaciones masivas, estaban quienes sostenían que el gobierno ignoraba al movimiento antiguerra, entonces no encontraban sentido a las movilizaciones. La publicación de los papeles del Pentágono demostraron, una vez más y para siempre, que el gobierno solamente simulaba ignorar al movimiento. El movimiento, y su firme crecimiento, su crecimiento en las comunidades negras y chicanas, su impacto en las fuerzas armadas, todo ello fue observado y cuidadosamente medido por el gobierno. Cuando el gobierno decidió renunciar a sus esfuerzos por lograr el triunfo en la guerra, ellos calculaban que el sistema tenía más que perder en relación con la población norteamericana que si persistía en la escalada y el intento de derrotar militarmente a los vietnamitas.
Durante la guerra de Vietnam la clase obrera estaba en un punto muy bajo en su conciencia de clase, aunque probablemente la mayoría de los participantes en el movimiento antiguerra, al menos en su apogeo desde 1968 en adelante, eran trabajadores. La mayoría, sin embargo, no estaban ahí con el apoyo de sus sindicatos u otras organizaciones de la clase obrera. Los sindicatos, en sí mismos, nunca se unieron a las acciones antiguerra en forma destacada, con algunas excepciones como los trabajadores de los hospitales, maestros y otros sindicatos progresistas. Esta es la principal razón por la cual el movimiento antiguerra no logró avanzar más allá del punto único de acabar con la guerra, sin avanzar hasta el punto de acabar con la maquinaria de guerra para siempre. Para ello era necesario más que un movimiento. Para esto hará falta una revolución.

Si bien es verdad que el movimiento antiguerra no pudo desarrollarse como un tipo de movimiento que pudiera evitar la serie de próximas intervenciones que los Estados Unidos preparaban en los asuntos de países extranjeros, el movimiento sí logró cambiar y redujo las prerrogativas del gobierno de los Estados Unidos para futuras aventuras.
Con el fin de acabar con la capacidad del imperialismo norteamericano de usar su fuerza militar contra otros países y revoluciones, nosotros necesitaremos más que un movimiento masivo contra la guerra. Para poner fin en forma permanente a la guerra, necesitaremos una clase obrera con conciencia de clase, organizada, que tome el control de la sociedad y la gobierne democráticamente en su propio nombre y para su propio beneficio.

Traducción inédita al español realizada por el CEIP LT de Socialist Viewpoint, enero de 2002, volumen 2, número 1.
1. Declaración de la Independencia de Vietnam, 2 de septiembre de 1945. Publicado en Vietnam and America. A Documented History, Grove Press, NY, p. 39.
2. Out Now! A participant Account of the American Movement Against the Vietnam War, por Fred Halstead, Pathfinder Press, NY, 1978.