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Libros y compilaciones

El segundo cuaderno

El segundo cuaderno

La sesión del Consejo5, cuando Lenin está solo contra cuatro (1904). Martov dirige [la sesión]. Informa, da reportes, presenta propuestas, sus propias enmiendas. Lenin está retraído. No es bueno en superficiales respuestas prearmadas. Quizá en este momento tuve flashes de duda sobre mis propios poderes. Se oían notas inciertas en sus presentaciones.

[(Es remarcable que Lenin en ninguna parte menciona ni siquiera una palabra sobre su hermano, ni si siquiera al pasar –pero la tentación debe haber surgido en más de una ocasión.)]

Las fotos de prisión –dos tomas en una pelea, en primer plano y de perfil, con tirantes mandíbulas apretadas, con ojos ausentes– retratos forzados tomados de los cautivos.

Los terroristas, anarquistas en el exilio estaban (un poco) irritados por los marxistas, [ellos] estudiaban obstinadamente, hablaban en su lenguaje peculiar, apelaban a sus compartidas ideas y autoridades. [Dos palabras ilegibles] el espíritu libre veía en el marxismo un intento de destruir su sentimental inconsistencia y su derecho a no estudiar.

El departamento de Alliluev, en el cual Lenin y Zinoviev se había escondido desde el 6 de julio [1917] hasta el 11 de julio (hasta la partida de Sestroretsk).

La fotografía retrata el departamento de un capataz o de un trabajador altamente calificado. [Hay] un diván de terciopelo paralelo a un escritorio con una estatuilla, un estante con algunos libros, en la pared una reproducción de la “Death” de Beklin –el artista sostiene un pincel, a su espalda un esqueleto toca un violín de una sola cuerda. Durante los años de reacción Beklin estaba muy de moda –en París (?) el agente infiltrado Malinovsky también compró fotoreproducciones de las pinturas de Beklin.

Krasnaia letopis´ [Crónica Roja], 1924, n°1, en el apéndice –un diagrama del partido revolucionario, empezando por Catherine6.
(¡¡Ver esto!!)
¡Qué emocionante cadena de esfuerzos y sacrificios!

Los slogans de Lenin:
“Abajo los diez ministros capitalistas”


Zubatovshchina7

Monarquía + reformas sociales tomado de Bismarck y Napoleón III, un presentimiento de fascismo,
pero todo esto en un verdadero estilo moscovita

Los años de reacción

1907-1910 (una revitalización en los medios estudiantiles y obreros comienza hacia el final de 1910). El carácter del colapso del partido Bolchevique en estos años fue casi total, completo. Dar una imagen [del mismo].

Lenin se estaba replegando extremadamente tarde (infamias, exes)8. Esto agravó la declinación, le dio un carácter especialmente agudo –pero la declinación en sí fue inevitable.

Dos agentes infiltrados estaban en el equipo del Sindicato de Metalúrgicos de San Petersburgo (1913), y uno de ellos, Abrosimov, en la posición de secretario de la Junta.


[(Los exámenes de Lenin en 1891 sobre el programa de derecho: la lista de preguntas sonaba como una irónica introducción a la entera actividad subsiguiente del más fuerte subversor de los derechos hereditarios y adquiridos.)]9

Sobre la escritura de Lenin

La grafología es una ciencia dudosa. Hacer una conexión directa entre ciertos rasgos de escritura con ciertas peculiaridades del carácter –es un acercamiento demasiado mecánico a las funciones psicológicas de la escritura. Pero hay indudablemente rasgos en la escritura, aún sin las reglas de la grafología. A pesar de todo lo distintiva que es, la escritura de Lenin es perfilada: es una escritura económica, expeditiva y rápida.



[(Zasulich –la primer mujer rusa terrorista– se llama a sí misma “¡un cordero!” (ver la carta.)]

Indudablemente, [el período de] Iskra [Chispa] y Zaria [Amanecer] fue el momento en que Lenin estuvo con el más altamente calificado grupo de gente excepcionalmente dotada, ciudadanos educados del mundo civilizado. Aún con todas [palabra ilegible] las excentricidades (las de Plejanov), una cálida atmósfera de ideas elevadas rodeaba a este grupo de seis personas. Lenin no tuvo nunca más la suerte en el futuro de trabajar en tal atmósfera. El mismo se hizo más grande, pero sus colaboradores eran de dimensiones significativamente menores.

El Politburó del partido Bolchevique aún en el más

El nuevo staff de Lenin: Bogdanov, Ol´minskii, Lunacharskii, Vorovskii representaban un deterioro.

“Nikolai Lenin”
¿De dónde viene?
Quizá “N.” en honor a su esposa (Nadezhda).


La política de tres dimensiones. El revolucionario de tres dimensiones –en dos sentidos: consistencia como revolucionario (pero Blanqui, por ejemplo, era así también) y la habilidad para abordar las tres dimensiones de la situación desde el punto de vista de la acción revolucionaria.

Lenin–Kautsky–Bebel

Hasta 1914 Lenin consideraba a Kautsky como una autoridad –en asuntos extranjeros. En 1906 con el placer más grande se apropió de la respuesta de Kautsky al cuestionario de Plejanov, que remarcaba la significación de la “autoridad” en el movimiento obrero. Al mismo tiempo, cada vez que las autoridades chocaban con los intereses de la facción bolchevique Bebel probó ser un “muchachito viejo”, buscando un compromiso, y Kautsky [palabra ilegible]. ¡Confianza en sí mismo!

Instantáneas

Lenin en 1915 [Proletarskaia revoliutsiia, 1925, n°1 (36), p.52]

La fotografía no está escenificada, como un retrato, sino como contingente, accidental. Este es su lado débil. Pero es también a veces la misma fuente de su poder. Los rasgos de la cara adquieren una definición que no tenían en la realidad. La ausencia total de barba acentúa aún más lo afilado de los rasgos de la cara. La cara no está suavizada por la ironía, la astucia, la bondad. En cada uno de sus rasgos hay inteligencia y voluntad, confianza en sí mismo, y simultáneamente tensión en vistas de la enormidad de problemas de 1915.

La guerra. La Internacional ha colapsado. Tenía que empezar todo el trabajo de nuevo, desde el comienzo.

Lenin en 1912 (en la misma publicación) está mucho más relajado, menos tenso, uno siente a través de la figura que parte de su vasto trabajo ya está tras de sí.

La insurrección de Moscú de 1905

Casi nada se sabe sobre la relación de Lenin con la insurrección en la práctica. Esto no es accidental. Es imposible que la relación no haya existido. Lenin vivió (¿) en Petersburgo. La conexión con Moscú era muy básica. Evidentemente Lenin no quiso tener una relación regular; e hizo un tan buen trabajo escondiéndola conspirativamente, que esta permanece incierta, aún para los historiadores.

Pero igualmente, ¿por qué otros miembros del CC [Comité Central del partido Bolchevique], que habían trabajado con Lenin en Petersburgo, no tienen ningún recuerdo de ello? Este aspecto es el más misterioso. Pero aún aquí una explicación sugiere eso mismo. No debe haber habido una decisión del CC. Si hubo una variedad de posiciones en el CC, entonces Lenin pudo y debe haberlo arreglado sin el CC, “empujando” el asunto a través de personas especialmente cercanas [a él] que explicaron a aquellos en Moscú que tenían que saber, que Illich daba sus bendiciones sobre tales y tales métodos –con el objetivo de conservar fuerza– lo cual estaba completamente en el espíritu de Lenin.

Lepesha, Rapoposhka, Martuska.10


El pensamiento delicado, frágil de Martov se detuvo, impotente de cara a grandes eventos. Las limitaciones irremediables de este hombre muy inteligente nunca se mostraron a sí mismas más claramente que en su historia de la socialdemocracia rusa, ya escrita en 1918, donde malinterpretó completamente qué había pasado, y contrapuso a las potentes fuerzas de la historia las viejas construcciones a priori de los mencheviques que hacía largo tiempo habían sido hechas pedazos.

El inflexible, “doctrinario”, “escolástico” Lenin aprendió incansablemente de los eventos, pero el realista Martov creó para sí un suave refugio separado de la acción.

El intelecto de Martov, la psicología [era] femenina. De él surgieron sus cartas –una sucesión magnífica– mejores que sus artículos, y sus artículos –son mejores que sus libros.

Lenin representó un equilibrio de poderes físicos y espirituales. ¿Por qué entonces, en algunos períodos parecía tan desequilibrado, “un maníaco” notable no sólo para sus enemigos, sino para los oponentes en su propia fracción también, y en momentos dados –aún para los cercanos a él ideológicamente? Indudablemente, porque lo que está involucrado aquí no es un equilibrio de promedio, normal, y usual, sino uno de poderes completamente excepcionales. Su sagacidad, fuerza de voluntad, resistencia ideológica se complementaban entre sí, pero cada una de estas cualidades oscilaban para [confrontar] a sus enemigos y amigos con aspectos inesperados y resultados monstruosos.

Lenin, a veces, erró no sólo en asuntos menores sino mayores. Pero se corrigió a sí mismo en buen tiempo y usó los errores de sus oponentes. Una contabilidad de sus decisiones correctas e incorrectas muestran un crédito enorme. Una gran lista de personas puede, con toda justificación, señalar su propia corrección y a los errores de Lenin en determinados, y a veces muy importantes, eventos. El grupo Bor´ba [La Lucha]11 era correcta en su crítica al primer programa agrario de Lenin (los “recortes”); Plejanov tenía razón en su crítica a la teoría de Lenin del desarrollo del socialismo “desde afuera”; el autor de estas líneas tenía razón en su pronóstico general del carácter de la Revolución Rusa. Pero en la lucha de tendencias, grupos, personas, por lejos ninguno era capaz de recibir una cuenta con un crédito como el de Lenin. En esto reposa el secreto de su influencia, su fuerza, y [palabra empezada pero no terminada] no en una infalibilidad fraudulenta, del tipo retratada en la historiografía de los epígonos.

Los años de reacción (1907-1911)

Esta declinación tuvo momentos frecuentes de animación y destellos.

En las organizaciones políticas sólo quedaron o los revolucionarios más entusiastamente comprometidos o los agentes infiltrados. Todos aquellos en el centro desertaron.

Genio
¿[Es] un fenómeno antropológico individual o social? [Es] una combinación, la interacción de uno con el otro.
“Selección” y “ejercicio” –la aplicación de términos darwinianos a la formación del genio.

Plejanov y Lenin
Comparar la celebración del 25° aniversario de la carrera revolucionaria de
Plejanov con [aquella] del 50° cumpleaños de Lenin.

En su discurso Plejanov agradeció [a todos] por los mensajes laudatorios, habló sobre sí mismo, citó a Gogol, Goethe, y Wilhelm Liebknecht.

Lenin llegó después de los discursos salutatorios –los organizadores, sabiendo que esto sería insoportable para él, no insistieron en su presencia– y en su discurso dijo que deberían abolirse las celebraciones de jubileo, para no imitar a la burguesía y para no hacer que todos se harten (!)

El eslavofilismo –[es] mesianismo– [una forma de] revancha por el atraso.

Pero en el mesianismo ruso había una conciencia de peculiaridad, distinción, originalidad (Tiutchev).

La unión de los opuestos, saltos.

(Ver mis artículos viejos).


Lenin
Nechaev [
Kamo12

Los recuerdos de los revolucionarios, especialmente de aquellos que no jugaron un rol primario o ni siquiera secundario, son especialmente interesantes. Las vidas de esas personas están construidas alrededor de una idea. Su horizonte es a menudo muy estrecho. Las condiciones de una existencia subterránea los separan del mundo exterior. Entre los arrestos recomienzan algún tipo de tarea estrecha, a veces puramente técnica. Como un caballo en el molino de rueda andante. Ellos tenían todo el derecho a los sobrenombres revolucionarios amargamente irónicos que a veces se daban a sí mismos. Pero al mismo tiempo, qué concentración total de poderes espirituales, tanto en una sola causa como en un solo objetivo externo.

La familia Ulianov

Anna Il’inichna no tuvo hijos (¿adoptados?). Vladimir Ilich no tuvo ninguno.
Mariia Il’inichna no se casó.

¿Qué hay de Dimitri Illich?13


Escape de la prisión de Kiev e Iskra

El escape fue posible dado el trasfondo de degeneración del régimen de la prisión [gracias a] los estudiantes, y la condescendencia de la intelligentsia burguesa.

Todo el trabajo de la vieja Iskra fue así

El atraso histórico del zarismo lo armó con una variedad de recursos inevitables para el absolutismo de Occidente. Por el otro lado, el atraso histórico del zarismo armó a la intelligentsia rusa con ideas extremas y... dinamita.

De esto surgió el carácter apasionado, tenso del duelo.


En la actividad de Narodnaia Volia [La voluntad del pueblo]14, el elemento sorpresa jugó un rol mayor. El gobierno fue atrapado de imprevisto. Esto fue lo que produjo el efecto. Más tarde [el gobierno] estaba preparado –y el efecto desapareció.

La armonía espiritual de Lenin –operada a tal alto nivel– significó un gigantesco empleo de poderes espirituales, y eso resintió [su] armonía fisiológica (ver el profesor Mel´nikov) [palabra ilegible].

Lenin creó el aparato.
El aparato creó a Stalin.

a = a es sólo un caso particular de la ley a /= a.

La dialéctica es la lógica del movimiento, el desarrollo, la evolución.

La lógica formal engloba cantidades estacionarias e inmutables: a = a. La dialéctica replica: a /= a. Ambas son correctas. A = a en cada momento dado. A = a en dos momentos diferentes. Todo fluye, todo está cambiando.

# ▼

¿Qué expresa la lógica? ¿La ley del mundo exterior o la ley de la conciencia? La pregunta está planteada dualísticamente, [y] por lo tanto no correctamente [porque] las leyes de la lógica expresan las leyes (reglas, métodos) de la conciencia en su relación activa con el mundo exterior. La relación de la conciencia con el mundo exterior es una relación de la parte (lo particular, especializado) con el todo.

# ▲ La lógica engloba cualidades inmutables (a = a) y las cantidades fijas de esas cualidades (25a). La dialéctica está construida en la transición de la cantidad en calidad y lo inverso.

La ley de la transición de cantidad en cualidad es (muy probablemente) la ley fundamental de la dialéctica.

En este sentido la dialéctica es la lógica del darwinismo (en oposición...a Linnaeus...), la lógica del marxismo (en oposición a las teorías racionalistas, idealistas del proceso social), la lógica del materialismo filosófico (en oposición al kantismo, etc.)

La relación dialéctica hacia la cualidad significó una enteramente nueva relación hacia los así llamados valores morales. El pensamiento oficial, esto es, burgués, hoy todavía ve la justicia, los derechos, el honor, como valores absolutos, como los criterios más elevados. El materialismo dialéctico tiró por el suelo el reino de la mitología idealista. Mostró cómo los imperceptibles cambios cuantitativos moleculares en la economía preparan el camino para un cambio radical en los criterios morales: los viejos valores son transformados en su opuesto, en contra de ellos entran a escena nuevos valores, cuyo portador es una nueva clase o estrato, no pocas veces una nueva generación de la [vieja] clase misma. Es bastante usual en los círculos filisteos acusar a Lenin de cinismo, y esto expresa precisamente la hostilidad a la visión dialéctica del mundo, una lucha por valores absolutos, [ambas cosas] esenciales para cubrir [su] práctica penosa, estéril egoísta.

Alejandro III [en] la década de 1880 era mucho más seguro y decisivo en la defensa de la autocracia que su padre. “Las grandes reformas” –especialmente el zemstvo, el sistema judicial, la prensa– hicieron posible para la burocracia distinguir la verdadera fuerza de sus enemigos y aliados. El balance probó ser favorable.

Dialéctica

Debe reconocerse que la ley fundamental de la dialéctica es la conversión de la cantidad en calidad, porque [nos] da la fórmula general de todo el proceso evolutivo –tanto de la naturaleza como de la sociedad.

El conocimiento comienza con la diferenciación de cosas, con la oposición de una con la otra, con la clasificación de sus diferencias cualitativas. Las definiciones cuantitativas operan con particulares independientes, consecuentemente dependen de definiciones cualitativas (cinco dedos, diez años,
100 amperes).

El pensamiento práctico vive dentro de estos límites. Para un comerciante de ganado una vaca es una vaca; está sólo interesado en las cualidades individuales de sus ubres. Desde este punto de vista práctico es indiferente a los lazos genéticos entre la vaca y una ameba.

Si tomamos el universo desde el punto de vista de la teoría atómica, entonces este se nos aparece como un laboratorio gigante para la transformación de cantidad en calidad y a la inversa.

Es posible reconocer esto, pero fallar en hacerlo el principio fundamental del pensamiento propio. Están aquellos que unen la cosmovisión de Kant- Laplace con creencias o cuasi-creencias bíblicas y, mientras se publicitan a sí mismos como darwinistas, creen en los principios más altos, la moral innata en la humanidad.

El principio de transición de cantidad en cualidad tiene significancia universal, en tanto vemos el universo entero –sin ninguna excepción– como un producto de la formación y transformación y no como el fruto de la creación conciente.

Hegel mismo indudablemente no le dio a la ley de transición de cantidad a calidad la enorme importancia que merece plenamente. Hegel se apoyaba en la teoría de Kant-Laplace, pero aún no conocía ni el darwinismo ni el marxismo. Por cierto basta recordar que el dialéctico Hegel pudo considerar al estado prusiano la encarnación de la idea absoluta.

Engels, siguiendo a Hegel, llamó a aquellos que pensaban en categorías absolutas e inmutables, esto es, a quienes visualizaban el mundo como un agregado de cualidades inmutables, metafísicos.

En una forma más o menos pura el pensamiento “metafísico” existe quizá sólo en los salvajes. Entre gente civilizada el eclecticismo mantiene preponderancia. Las leyes de “evolución”, del “progreso”, en general son reconocidas, pero independientes de ellas son aceptadas varias categorías absolutas –en el área de la economía (propiedad privada), en política (democracia, patriotismo), en moral (el imperativo categórico).

El pensamiento anglosajón es en el actual momento la preservación del empirismo.

En la cabeza del erudito inglés, así como en los estantes de su biblioteca, Darwin, la Biblia, permanecen uno junto a la otra, sin molestarse entre sí. El pensamiento anglosajón está construido de acuerdo al sistema de los tabiques impermeables15. De allí procede la más inamovible oposición en el mundo conservador anglosajón al pensamiento dialéctico, que destruye todos los tabiques impermeables.

“La transición a su opuesto”
Vernunft wird Unsinn
Wohltat - Plage16

Ver los fenómenos de acuerdo a su semejanza u oposición significa verlos de acuerdo a su calidad.

La transición de calidad en cantidad y su inversa presupone la transición de una calidad en otra.

Ver Freud.

En los lenguajes primitivos, grande y chico, alto y bajo, etc., son expresadas por una sola palabra, y la oposición entre grande y chico es expresada por gestos, entonaciones, etc. En otras palabras el lenguaje, en el momento en el que estaba siendo desarrollado, tenía sólo un carácter general, convirtiendo las cualidades opuestas en diferencias cuantitativas.

Lo mismo se aplica a los conceptos de dulce y amargo, y posteriormente –
a bueno y malo, riqueza y pobreza, etc.

En estas fórmulas abstractas tenemos las leyes más generales (formas) del movimiento, del cambio, de la transformación de las estrellas, del cielo, de la tierra, la naturaleza, y la sociedad humana.

Tenemos aquí las formas lógicas (dialécticas) de la transformación de un régimen en otro. Pero en una forma tan general es una cuestión sólo de posibilidad.

La conversión de una posibilidad abstracta en una necesidad concreta –también una ley importante de la dialéctica– ¿se define cada vez por una combinación de condiciones materiales definidas? Así, de la posibilidad de una victoria burguesa sobre las clases feudales hasta la victoria misma hubo varios lapsos de tiempo, y la victoria frecuentemente pareció una semivictoria.

Para que una posibilidad se convierta en una necesidad tenía que haber un correspondiente fortalecimiento de algunos factores y el debilitamiento de otros, una interrelación definida entre esos fortalecimientos y debilitamientos. En otras palabras: fue necesario que varias series interconectadas de cambios cuantitativos prepararan el camino para una nueva constelación de fuerzas.

La ley de conversión de posibilidad en necesidad así conduce –en último análisis– a la ley de conversión de cantidad en calidad.

Catástrofes

Todo fluye, pero no por fuera de [sus] márgenes. El mundo no es “fluido”, hay cambios en él, la cristalización de elementos durables (coagulados), aunque no por cierto “eternos”. Entonces la vida crea sus propios márgenes para sí misma para más tarde borrarlos. Los cambios cuantitativos de materia en un estadio dado presiona contra esas formas coaguladas, las cuales eran suficientes para su estado previo. Conflicto. Catástrofe. O la vieja forma vence (sólo parcialmente vence), haciendo necesaria la auto- adaptación del proceso (parcialmente) conquistado, o el proceso de movimiento revienta la vieja forma y crea una nueva, por medio de nuevas cristalizaciones de sus matrices y la asimilación de elementos de la vieja forma.
Ver además
[John Stuart] Mill # La concepción liberal (gradualista) del desarrollo,
progreso

La teoría de las revoluciones
La antinomia lógica de contenido y forma así pierde su carácter absoluto. Contenido y forma cambian de lugar. El contenido crea nuevas formas de sí mismo. En otras palabras la correlación de contenido y forma conduce, en último análisis, a la conversión de cantidad en calidad.

Continuar en relación a las otras antinomias.


¿Cuál es el objetivo de esto? dice el “positivista” contemporáneo: puedo dar un análisis excelente del mundo de los fenómenos sin estos artificios y finezas pedantes. Con igual justicia un carnicero dirá que puede vender ternero sin recurrir al silogismo aristotélico. Para el carnicero trataremos de dejar en claro que en realidad él está siempre apoyándose en el silogismo sin saberlo; [que] si su comercio es magro, entonces su ignorancia personal no puede sino afectarlo; pero que, si quiere establecerse sólidamente, entonces no puede evitar enseñarle a su hijo las ciencias, cuya composición incluye la ciencia del silogismo (lógica).

Al representante del positivismo, con su punto de vista limitado, le decimos que todas las ciencias contemporáneas [(en su cabeza, aquellas que involucran materia, substancia)] usan las leyes del pensamiento dialéctico a cada paso, así como el tendero usa el silogismo o como el Monsieur Jourdain usa la prosa: sin ni siquiera saberlo. Precisamente por esto el erudito promedio mantiene muy habituales [rasgos parecidos a aquellos] de los tabiques impermeables, no planteando aquellas preguntas que surgen del movimiento general del pensamiento científico, y se abstiene cobardemente de extraer conclusiones generales, cuando éstas demandan un salto dialéctico.

La dialéctica no libera al investigador de un estudio descriptivo de los hechos, muy por el contrario: los requiere. Pero a cambio da al pensamiento investigativo elasticidad, lo ayuda a superar los prejuicios osificados, lo arma con analogías invalorables, y lo educa en un espíritu de desafío, fundado en la circunspección.

Etonnante découverte d´un savant italien17


Rome, 5 juin. –Une découverte exceptionnellement importante vient d’être faite par l’ academicien d’ Italie, M. Enrico Fermi.
Celui-ci est arrive à créer artificiellement un nouveau corps simple s’ajoutant à la liste des 92 corps simple existants. Ses travaux font suite à ceux des savants français Joliot et Mme. Curie. Ceux-ci, après leur décourverte du neutron, étaient parvenus à se servir de ce corpuscule pour “bombarder” le noyau atomique d’un certain nombre de corps simples; le corps simple ainsi bombardé se transformait en un autre corps simple, mais toujours dans la série des corps existants, c’est-à-dire de 1 (hydrogène) a 92 (uranium).
M. Enrico Fermi, par le même procédé, a réussi bombarder le dernier corps de la série, c’est-à-dire l’atome d’uranium.
L’éclatement du noyau atomique bombardé a donné naisance à un nouveau corps appelé “elément 93”.
L’annonce de cette découverte a été faite, au cours de la séance de
clôture de l’année académique, par le sénateur Mario Orso Corbino18.

El ejemplo de Mendeleiev, cuya falta de método dialéctico le impidió reconocer la mutua transformabilidad de los elementos, a pesar del hecho de que su descubrimiento de la tabla periódica de elementos conectó las diferencias cuantitativas entre ellos a las diferencias cuantitativas de los pesos atómicos.

Nacionalsocialismo

Elementos de la dialéctica penetran todo el pensamiento en uno u otro grado, y mucho más entonces el pensamiento de la gente contemporánea “civilizada” que ha experimentado las grandes transformaciones tecnológicas, cataclismos económicos, guerras, y revoluciones. En el área de la ideología, el nacionalsocialismo representa una extrema reacción contra la dialéctica, más pesada en su consistencia que el fascismo italiano, que es ecléctico de principio a fin. El nacionalsocialismo filosófico está dirigido precisamente contra la idea de desarrollo: por lo tanto éste niega maliciosamente no sólo al marxismo sino también al darwinismo –quiere hacer volver al conocimiento a sus principios estáticos; con respecto a la sociedad humana tales categorías aparecen como raza y sangre. El poder del pensamiento dialéctico aquí prueba su fuerza por el método de la inversión; la consistente oposición a la dialéctica lo arroja a uno de vuelta a las profundidades de la selva Teutoburg.

Lenin y Martov

Si todo el pensamiento contemporáneo está penetrado por elementos de la dialéctica, entonces esto es aún más cierto para el pensamiento político de los mencheviques, que han pasado por la escuela del marxismo y por eventos revolucionarios. Pero las dialécticas difieren. Martov comandó la dialéctica muy agudamente, en muchos casos, con gran virtuosidad. Pero esta era una dialéctica cercana a su pensamiento sobre los fenómenos en el ambiente conectado a la inteligencia del estrato más alto de los trabajadores.

Martov analizó a veces muy inteligentemente los reagrupamientos en la esfera de la política parlamentaria, cambios en las tendencias de la prensa, las maniobras de los círculos dominantes –en tanto y en cuanto todo esto estuviera limitado a la política en curso, el estadio preparatorio para

eventos distantes o a las condiciones pacíficas cuando sólo los líderes, diputados, periodistas y ministros de la Europa de preguerra actuaban en la arena política, cuando los antagonistas básicos permanecían virtualmente inmutables.

Entre estas fronteras Martov nadaba como un pez en el agua. Su dialéctica era una dialéctica de procesos derivados y cambios de escala limitada, episódicos. Más allá de estas fronteras no se aventuraba.

Por el contrario, la dialéctica de Lenin tenía un carácter masivo. Su pensamiento –sus oponentes a menudo lo acusaban de esto– “simplificaba” la realidad, en realidad hacía a un lado lo secundario y episódico para lidiar con lo básico. De la misma forma, Engels “simplificó” la realidad cuando definió al Estado como destacamentos armados de gente con apéndices materiales en forma de cárceles. Pero esta era una simplificación ahorrativa: en verdad, insuficiente en sí misma para una evaluación de las coyunturas del día, era decisiva en el análisis histórico último.

El pensamiento de Lenin operaba con las clases vivas como los factores básicos de la sociedad y así revelaba todo su poder en aquellos períodos en que las grandes masas entraban a escena, esto es, en períodos de profundos cataclismos, guerras, y revoluciones. La dialéctica leninista era una dialéctica de gran escala.

A pesar de que las leyes fundamentales de la mecánica se mantienen para la actividad productiva de todo hombre, en realidad está la mecánica del relojero y la mecánica de Dnepostroi19. El pensamiento de Martov era el pensamiento de un relojero en política. El pensamiento de Lenin trabajaba en la escala de Dnespostroi. ¿Es una diferencia de orden cuantitativo? La cantidad aquí da paso a la calidad.

La comparación con el relojero, de todos modos, tiene un significado muy condicional. Un mecanismo de reloj vivirá su vida independiente (mientras no esté estropeado), y las manecillas del reloj pueden mostrar la hora correctamente, aún si el relojero ignora la ley del movimiento de la tierra alrededor de su eje. Pero la política de menor escala (agrupamientos internos dentro de los partidos, juegos parlamentarios, etc.) mantiene su relativa independencia mientras los (relativamente) grandes factores, esto es, las clases, no cambian. La dialéctica de Martov por lo tanto produjo los desaciertos más trágicos en hechos de menor escala cuando más cercano estaba el advenimiento de tormentosos conflictos de clases, de perturbaciones en la vida de la sociedad. Y como nuestra época entera desde los primeros años de la centuria se convirtió en una de las más grandiosas perturbaciones históricas, el pensamiento de Martov mostró crecientemente su debilidad, convirtió la dialéctica en simplemente en una pantalla para la incertidumbre interna, y cayó bajo la influencia de los empiristas vulgares, como Dan.

Por el contrario, el pensamiento de Lenin analizó todos los fenómenos secundarios, todos los elementos de la superestructura más penetrantemente, cuando más inmediatamente dependían de los movimientos de clases que estaban ocurriendo. De etapa a etapa el pensamiento de Lenin se hizo más fuerte, más audaz, y al mismo tiempo más agudo y más flexible.

Los errores de Martov eran siempre e invariablemente errores a la derecha del movimiento histórico, crecieron en frecuencia y en amplitud y pronto sobrepasaron el área de las tácticas y se trasladaron a la de la estrategia, y por esto no rindieron nada a la habilidad táctica ni a la riqueza de sus iniciativas.

Los errores políticos de Lenin eran siempre a la izquierda de la línea de desarrollo, de ahí que lo más lejos que se iba [en la línea de desarrollo], se volvieron más infrecuentes, menor era el ángulo de desviación, más pronto eran reconocidos y corregidos; por lo cual la relación entre estrategia y táctica alcanzó una correspondencia más alta y más perfecta.

Dialéctica materialista
(comienzo)

La dialéctica es la lógica del desarrollo. Examina al mundo –completamente y sin excepción– no como un resultado de la creación, de un comienzo repentino, la realización de un plan, sino como resultado del movimiento, de la transformación. Todo lo que es devino de esa manera en que es como el resultado de un desarrollo según ciertas leyes.

En esto, su sentido fundamental y más general, la visión dialéctica de la naturaleza y la humanidad coincide con la así llamada visión de la naturaleza “evolucionista”, la visión de las ciencias naturales y sociales contemporáneas, en tanto merezcan genuinamente esta designación. Uno sólo necesita notar que la concepción filosófica del desarrollo de toda existencia, representando una audaz generalización proveniente del desarrollo precedente de la ciencia, emergió antes del darwinismo y el marxismo e incluso indirecta o directamente los enriquecieron.

Más adelante veremos que esa “evolución” como una fórmula general para los orígenes del mundo y la sociedad es más amorfa, menos concreta, con menos contenido, que la concepción dialéctica. Por ahora es suficiente para nosotros que el punto de vista dialéctico (o evolucionista), consecuentemente el más apropiado, inevitablemente conduce al materialismo: el mundo orgánico emergió del inorgánico, la conciencia es una capacidad de los organismos vivos dependiente de órganos que se originaron a través de la evolución. En otras palabras “el alma” de la evolución (de la dialéctica) conduce en último análisis a la materia. El punto de vista evolucionista llevado a una conclusión lógica no deja espacio ni para el idealismo ni para el dualismo, ni para otras especies de eclecticismo.

Así, “la dialéctica materialista” (o “el materialismo dialéctico”) no es una combinación arbitraria de dos términos independientes, sino una unidad diferenciada –una fórmula corta para una cosmovisión entera e indivisible, la cual descansa exclusivamente en el entero desarrollo del pensamiento científico en todas sus ramas, y la cual sirve sola como un soporte científico para la praxis humana.

La concepción liberal de “progreso”

Vestnik Evropy [El heraldo de Europa]20, sexto año, segundo libro, Febrero de 1871.
#

Los problemas comerciales de Rusia

El desarrollo de los lazos de comercio internacionales –para hablar con las palabras de J.S.Mill– “siendo la mayor garantía de paz en el globo, sirve como la seguridad más grande, sólida para el constante progreso en las ideas, instituciones, y cualidades de la especie humana”.

Transponer aquí lo que fue dicho sobre Clemenceau, su actitud frente al evolucionismo, etc.

Nota, cómo un huevo “progresa” en una gallina.

El viejo sofisma sobre el hombre pelado21 es la revelación dialéctica de lo errado (=lo inadecuado) de las categorías formales.


Contrariamente a una fotografía, la cual es el elemento de la lógica formal, la película [de cine] es “dialéctica” (mal expresado).


El pensamiento cognitivo empieza con la diferenciación, con la fotografía instantánea, con el establecimiento de términos –concepciones, en las cuales los momentos separados del proceso son establecidos pero de las cuales el proceso como un todo se escapa. Estos términos-concepciones, creados por el pensamiento cognitivo, son entonces transformados en grilletes. La dialéctica remueve estos grilletes, revelando la relatividad de los conceptos inmóviles, la transición en cada uno (S. Logik, I, S. 26-27)22.

“Podemos investigar la realidad sin la dialéctica”

En la misma forma que podemos caminar sin [saber] anatomía y digerir sin
[saber] fisiología.


El idealismo absoluto de Hegel está dirigido contra el dualismo –contra la cosa-en-sí (I, 28)23 del dualismo. ¿No es el reconocimiento de la realidad del mundo exterior, fuera de una conciencia cognitiva e independiente de ella, un retorno al dualismo? Para nada, ya que el conocimiento no es de ninguna manera un principio independiente para nosotros, sino una parte específica del mundo objetivo (hacer preciso).


El punto de vista evolucionista no es para nada hostil a nuestro razonamiento (Engels). Por lo tanto debemos estudiar la lógica evolucionista (dialéctica). Eastman se mofa de esto.

La razón, que estaría presente en la más distante evolución de la tierra, en el origen del sistema solar y en el desarrollo en él de la vida orgánica, etc., y que sería capaz de abarcar este proceso, sería, por decirlo así, la razón dialéctica inmanente al nacimiento. Pero nuestra razón humana es la hija más joven de la naturaleza. Para la memoria humana la naturaleza no ofrecía del todo una imagen de cambio, como círculos repetitivos, “el viento vuelve a sus circuitos”. La humanidad misma es una sucesión consecutiva de generaciones. Cada generación comienza el difícil trabajo de conocimiento en un cierto sentido desde el principio. Dentro de las fronteras de la praxis de cada día la gente está acostumbrada a lidiar con objetos inmutables. Como resultado de esta [práctica] innata, heredada, automatizada aparece la lógica racional, la cual desmiembra la naturaleza en elementos autónomos e inmutables. El desarrollo del pensamiento hace su camino desde la lógica vulgar a la dialéctica sólo sobre la base de la experiencia científica acumulada, bajo el estímulo del desarrollo (de clase) histórico.

El racionalismo es un intento de crear un sistema completo sobre las bases de la lógica vulgar.

La cronología del evolucionismo

La teoría de Kant-Laplace sobre el origen del sistema solar24. La dialéctica de Hegel (después de la Revolución Francesa).

La teoría de [Charles] Lyell (la evolución de la tierra)25. La teoría de Darwin (el origen de las especies).
La teoría de Marx.

En esta forma la transición desde el pensamiento en categorías estáticas en [términos de] desarrollo traza su linaje hasta la época posterior a la gran Revolución Francesa, el cual fue el último gran, brillante estallido de audaz racionalismo.

Kant antes creía que la lógica había sido perfeccionada porque, desde el tiempo de Aristóteles, esto es, durante un período de dos mil años, no había cambiado.

Hegel por el contrario vio en esto el enorme atraso de la lógica.

La esencia del hecho es que las reglas y métodos de un [modo] de pensar estrechamente práctico, común, o vulgar cristalizó –enteramente sobre la base de la praxis– y el trabajo teorético conectado a él –muy tempranamente, ya en los tiempos antiguos, y dentro de los límites de este pensamiento común el cambio no fue ni requerido ni tolerado. Pero precisamente el crecimiento y desarrollo del conocimiento sobre el cimiento de la lógica aristotélica preparó el camino para su explosión.

La tríada es el “mecanismo” de la transformación de la cantidad en calidad.

Históricamente la humanidad forma sus “concepciones” –los elementos básicos de su pensamiento– en los cimientos de la experiencia, la cual es siempre incompleta, parcial, unilateral. Incluye en “el concepto” aquellos rasgos de un proceso vívido, por siempre cambiante, los cuales son importantes y significativos para ella en un momento dado. Su futura experiencia primero es enriquecida (cuantitativamente) y luego sobrepasa el concepto cerrado, esto es, en la práctica lo niega, por lo cual necesita una negación teorética. Pero la negación no significa una vuelta a la tabula rasa. La razón ya posee: a) el concepto y b) el reconocimiento de su error. Este reconocimiento es equivalente a la necesidad de construir un nuevo concepto, y entonces se revela inevitablemente que la negación no fue absoluta, que afectó sólo a ciertos aspectos del primer concepto. El nuevo concepto tiene entonces por necesidad un carácter sintético: en él entran aquellos elementos del concepto inicial, que fueron capaces de resistir la tríada mediante la experiencia + aquellos nuevos elementos de la experiencia, que llevaron a la negación del concepto inicial.

Así, en el dominio del pensamiento (conocimiento) también, los cambios cuantitativos conducen a cambios cualitativos, y luego estas transformaciones no tienen un carácter evolutivo [estable] sino que están acompañados por cortes en graduación, esto es, por pequeñas o grandes catástrofes intelectuales. En suma, esto también significa que el desarrollo del conocimiento tiene un carácter dialéctico.

El nuevo concepto “sintético” a su vez se convierte en el punto de partida de un nuevo ensayo, enriquecimiento, verificación, y de una nueva negación. Este es el lugar de la tríada en el desarrollo del pensamiento humano.
¿Pero cuál es su lugar en el desarrollo de la naturaleza?
Aquí nos acercamos a problema más importante de la filosofía dialéctica. La interrelación entre la conciencia (conocimiento) y la naturaleza es un
dominio independiente con sus propias regularidades.

La conciencia disgrega la naturaleza en categorías fijas y en ese camino entra en contradicción con la realidad. La dialéctica supera esta contradicción –gradualmente y en fragmentos– acercando a la conciencia a la realidad del mundo. La dialéctica de la conciencia (conocimiento) no es en consecuencia un reflejo de la dialéctica de la naturaleza, sino un resultado de la vívida interacción entre la conciencia y la naturaleza y –aún más– un método de conocimiento, surgido de esta interacción.

Como el conocimiento no es idéntico al mundo (a pesar del postulado idealista de Hegel), el conocimiento dialéctico no es idéntico la dialéctica de la naturaleza. La conciencia es más bien una parte original de la naturaleza, que posee peculiaridades y regularidades que están completamente ausentes en la parte restante de la naturaleza. La dialéctica subjetiva debe por esto ser una parte distintiva de la dialéctica objetiva –con sus propias formas especiales y regularidades. (El peligro reposa en la transferencia –bajo el atuendo de “objetivismo”– de los dolores de nacimiento, los espasmos de la conciencia, a la naturaleza objetiva).

La dialéctica del conocimiento aproxima a la conciencia a los “secretos” de la naturaleza, esto es, ayuda a perfeccionar la dialéctica de la naturaleza también. Pero, ¿en qué consiste la dialéctica de la naturaleza? ¿Dónde está la frontera que la separa de la dialéctica del conocimiento (una vacilante “frontera” dialéctica)?

La conciencia actúa como una cámara: desgarra momentos de la naturaleza y los lazos y transición entre ellos se pierden; pero el objeto de la fotografía, la persona viva no está separada en momentos. En vez de eso, la película de cine nos da una cruda “ininterrupción” satisfactoria para la retina de nuestro ojo y aproxima la ininterrupción de la naturaleza. En verdad, la ininterrupción del cine consiste en realidad en “momentos” separados y breves cortes entre ellos. Pero ambas, la primera y la última están relacionadas con la tecnología del cine, la cual explota la imperfección del ojo.

Verificar cómo este problema es tratado por Lenin y Plejanov.

Hegel mismo habló más de una vez sobre la necesaria concreción, proveniente del movimiento inmanente de los “momentos” –del movimiento que representa el opuesto directo a un procedimiento analítico (Verfahrens), esto es, de una acción externa en relación al objeto mismo (Sache) e innata en el sujeto. (I, 60)26.


22/VI/1934
La identidad del Ser (Sein) y la Nada (Nitchts), como la contradicción del concepto de Comienzo, en el cual Nichts y Sein están unidos, parece a primera vista un agudo pero estéril juego de ideas. En realidad, este “juego” expone brillantemente la falla del pensamiento estático, el cual primero desintegra el mundo en elementos inmutables, y luego busca la verdad por el camino de una expansión ilimitada [del proceso].


El rol de los émigrés

Toda la información sobre Occidente, incluyendo [la que llegaba] a través de la prensa legal (hasta la [prensa] liberal), llegaba a través de ellos.

Marxismo legal e ilegal
1905
Los escritores legales de la Rusia Zarista no sólo no decían nada, tampoco pensaban las cosas de principio a fin. En esencia, no se expresaban plenamente y a menudo no pensaban de principio a fin el punto central. Quedándose entre los límites de la legalidad, castraban su pensamiento. La prensa ilegal les parecía “simplista”, “fanática”, “rectilínea”. Pero entonces empezaron los días de libertad, y apareció el hecho de que los subterráneos, los émigrés, barrieron el campo periodístico. Sólo ellos sabían cómo escribir el lenguaje de la revolución. Pero esto es lo menor del hecho: precisamente de entre los émigrés llegaron los más talentosos periodistas. Esto no fue accidental: la política llama al espíritu, consecuentemente, a la audacia, y estas cualidades se expresan a sí mismas en el estilo.

La identidad de los opuestos
El pequeño Paul dice “¡donne!”27 tanto cuando quiere tomar como cuando quiere dar.

Le troisième centenaire du “Discours de la Méthode”28
Nous avons reçu la letre suivante:

Monsieur le directeur,
Le Temps du 13 février et celui du 15 ont signalé plusieurs des manifestations qui auront lieu, en 1937, en l’honneur de Descartes. Il intéressera peut-être vos lecteurs de savoir que, cette même année, les philosophes de monde entier, reunís au Palais des congrès de la future Exposition, commémoreront le troisième centenaire du Discours de la Méthode. Ainsi en a décidé le huitième congrès international de philosophie, réuni à Prague en 1934; le neuvième congrès aura lieu à Paris en 1937, et sera un “Congrès Descartes”; en liaison avec la comisión Descartes, présidée par M. Paul Valéry, les organisateurs de ce congrès préparent un programme qui illustrera les aspects universels de la pensée de Descartes.
Veuillez agréer, monseiur le directeur, l’assurance de mes sentiments de haute considération.
Emile Bréhier professeur à la Sorbonne29.

¿Por qué en un determinado grado de desarrollo del pensamiento científico en distintas áreas es necesario poner a la teoría “sobre sus piernas” (la presunción es que ha estado parada de cabeza hasta ese momento)?

Porque la humanidad en su actividad práctica está inclinada a ver al mundo entero como un medio, y a sí misma como el fin. El egocentrismo práctico (homocentrismo) –está llevado a teoría– pone a la estructura del mundo entero sobre su cabeza. De aquí surge la necesidad de correcciones (Kant- Laplace, Lyell, Darwin, Marx).

El cerebro es el substrato material de la conciencia. ¿Significa esto que la conciencia es simplemente una forma de “manifestación” del proceso fisiológico en el cerebro? Si este fuera el estado de cosas, entonces uno tendría que preguntarse: ¿cuál es la necesidad de la conciencia? Si la conciencia no tiene función independiente, que se eleve por sobre el proceso fisiológico en el cerebro y los nervios, entonces es innecesaria, inútil; es dañina porque es una complicación superflua –¡y qué complicación!

La presencia de la conciencia y su coronamiento por el pensamiento lógico puede ser “justificada” biológica y socialmente sólo en el caso en que produzca resultados vitales positivos más allá de aquellos que son alcanzados por el sistema de reflejos inconscientes. Esto presupone no sólo la autonomía de la conciencia (dentro de ciertos límites) respecto de los procesos automáticos del cerebro y los nervios, sino también la capacidad de la conciencia de influir la acción y las funciones del cuerpo también. ¿Qué clase de cambios hay sirviendo a la conciencia para alcanzar estos objetivos? Estos cambios claramente no pueden poseer un carácter material, si no serían incluidos en la cadena de los procesos anatómicos-fisiológicos del organismo y no podrían jugar un rol independiente consistiendo en sus funciones prescriptas. El pensamiento opera con sus propias reglas, las cuales llamamos las leyes de la lógica; con su ayuda alcanza ciertos resultados prácticos, al fin se conectan (con más o menos éxito) en la cadena de nuestras actividades vitales.

Es bien sabido que hay una entera escuela de psiquiatría (“psicoanálisis”, Freud) que en la práctica se aparta completamente a sí misma de la fisiología, basándose a sí misma en un determinismo interno de los fenómenos psíquicos, tal como son. Algunos críticos acusan por esto a la escuela de Freud de idealismo. Que los psicoanalistas están inclinados frecuentemente hacia el dualismo, idealismo y la mistificación. Por eso, Fr. Wittels (Freud, l’homme, la doctrine, l’ecole –traducción francesa) reprueba a su maestro por no preocuparse “dépouiller complètement l’âme de tout ce qui est organique”(207)30. Tanto como yo sé, esto es un hecho. Pero por sí mismo el método del psicoanálisis, tomando como su punto de partida “la autonomía” de los fenómenos psicológicos, de ninguna manera contradice al materialismo. Muy por el contrario, es precisamente el materialismo dialéctico el que nos lleva a la idea de que la psique no podría ni siquiera ser formada a menos que juegue un rol autónomo, esto es, dentro de ciertos límites, independiente en la vida del individuo y de la especie.

Lo mismo, nos acercamos aquí a un cierto punto crítico, un corte en la graduación, una transición de cantidad en calidad: la psique, elevándose desde la materia, es “liberada del determinismo de la materia, así puede independientemente –por sus propias leyes– influenciar la materia”.

En verdad, una dialéctica de causa efecto, base y superestructura, no es noticia para nosotros: la política salió de la economía para a su vez influenciar la base con cambios de un carácter superestructural. Pero aquí las interrelaciones son reales, porque en ambas instancias están involucradas las acciones de la gente viva; en una instancia se agrupan para la producción, en la otra –bajo la presión de las demandas de la misma producción– se agrupan políticamente y actúan con los cambios de la política sobre sus propios grupos de producción.

Cuando hacemos la transición de la anatomía y la fisiología del cerebro a la actividad intelectual, la interrelación de “base” y “superestructura” es incomparablemente más complicada.

Los dualistas dividen el mundo en sustancias independientes: materia y conciencia. Si esto es así, entonces ¿qué debemos hacer con lo inconsciente?